Foto: Nacho Orejas |
La aparición de Quique Pina en el escenario azul vuelve a hacer
tambalearse el clima de sosiego que reinaba en el Oviedo. El presidente
que lidera la etapa de transición recoge el guante lanzado por Pina,
aunque discrepa en los plazos. «Invito a Pina a que ponga el dinero que
él quiera en septiembre u octubre, cuando hayamos finalizado nuestra
labor», indica Fidalgo. El presidente cifra en tres meses su presencia
en el club azul antes de dar paso a los accionistas. Antes, su trabajo
consistirá en dar estabilidad al club.
El avilesino no se fía de
las intenciones de Pina. Tras una jornada intensa con la presentación de
Sarriugarte como técnico y una nueva visita a El Requexón, el
presidente atendió a la llamada de LA NUEVA ESPAÑA para valorar la nueva
estrategia del murciano, dispuesto a invertir 500.000 euros en la
ampliación de capital del Oviedo. «El objetivo de este consejo es
neutralizar el gasto excesivo, conocer el estado real de las deudas del
club y saber si sigue en causa de disolución», asegura el presidente.
«Tenemos tres meses para hacer nuestra labor según establece la ley. El
30 de junio es la fecha de finalización de la temporada y legalmente se
dispone de 3 meses para la formulación de las cuentas, es decir, hasta
el 30 de septiembre. Una vez aclarado el estado del club, declararemos
la ampliación de capital, nunca antes», añade Fidalgo.
Para el
presidente azul, la aparición de Pina no llega en el mejor momento
posible. El Oviedo había recuperado la calma tras la salida de Control
Sport y el clima que se respira en los primeros días de pretemporada en
El Requexón hace tiempo que no se veía. Las intenciones del murciano son
extemporáneas para el máximo dirigente azul.
«Estas actitudes
sólo logran desestabilizar. Pina tuvo dos opciones de meterse en el club
y las desaprovechó. Pudo llegar a un acuerdo con el máximo accionista
hace una semana y no lo hizo», declaró Fidalgo; «después, le hice una
oferta que me parecía coherente con la política de contención de gasto y
no aceptó». El presidente ve incluso dobles intenciones en la actitud
del empresario: «el problema es que ahora no sabe dónde colocar a los
futbolistas que representa, pero el Oviedo en estos momentos no está
para bromas. De ninguna manera puedo facilitar el negocio a nadie». Y
añadió: «si la plantilla de éxito que quiere construir implica un mayor
gasto, no entiendo por qué no aceptó mi propuesta de que asegurara la
diferencia entre la cantidad disponible para fichar y el valor de la
plantilla que él quería formar».
La situación real del Oviedo
saldrá a la luz en los próximos días. Los primeros registros de las
cuentas ya han dado lugar a diferentes sorpresas. Los contratos de los
jugadores no aparecen por ningún lado y los anteriores gestores no están
ayudando a la labor de búsqueda. También existen gastos inesperados. El
consejo ha encontrado una factura de 13.000 euros que Pablo Bastida
(representante de Media Sport) encargó en su día para hacer una encuesta
acerca de la opinión que los ciudadanos de Oviedo tienen sobre Alberto
González. La factura no fue abonada.
La situación final del club
puede llevar a tener que tomar otras medidas. El consejo no descarta que
el club deba acometer otra reducción de capital que deje el valor de
las acciones por debajo de los 10,75 euros actuales.
La ley le
permite a Fidalgo unos márgenes amplios a la hora de celebrar la
ampliación (un año desde su convocatoria), sin embargo el presidente
pretende celebrarla antes. «Cuando se produzca en septiembre o
principios de octubre, Pina y todo aquel que quiera invertir será
recibido con los brazos abiertos. Pero sólo cuando finalicemos la
estabilidad del club. Sólo pido un margen de tranquilidad», explicó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario