Foto: Mario Rojas |
Joaquín del Olmo (Tampico, México, 1969) cumplirá mañana su primer año en Oviedo, ciudad a la que llegó para liderar el proyecto del Grupo Carso en el Real Oviedo. Desde entonces, se ha integrado en la ciudad. No es extraño verlo por las gradas de los campos. Suele huir de los palcos, y habla y bromea con los aficionados. Su relación con el presidente de la entidad, Jorge Menéndez Vallina, y el director deportivo, Carmelo del Pozo, es excelente y está presente en todas las decisiones que se toman en el club. Su contacto con Arturo Elías, al que une una gran amistad, es diario.
¿Cuando llegó se esperaba lo que se encontró en Oviedo?
La verdad es que no. Venía con una idea muy vaga de lo que era el Real Oviedo y de lo que eran la ciudad y el club. Por eso Arturo decidió que era el momento para tener un proceso de adaptación y de conocimiento. Lo he dicho muchas veces. Sigo sin conocer realmente lo que genera este club, pero me sigue sorprendiendo día a día las muestras de la afición hacia su equipo. En lo personal, estoy perfectamente. Ni a mi familia ni a mí nos ha costado lo más mínimo adaptarnos a Oviedo.
En sus primeras 24 horas en Oviedo presenció el encuentro ante el Tropezón con el campo en contra el equipo pese a la victoria. ¿Tuvo ganas de regresar?
Ganas de regresar, no, pero sí me quedé muy sorprendido. Entendí que el reto era muy interesante. El mayor de mi carrera. Sé a que empresa represento y sé quién es mi jefe. Estoy ante un proyecto que me ilusiona y que no es fácil. Llegar a un estadio e ir ganando y que la gente te pite es algo que nunca había vivido. Pero es cierto que era muy ingenuo sobre lo que se había vivido antes esa temporada y los doce años anteriores, algo que se va cargando a la espalda.
¿Le ha sorprendido algo especialmente del Real Oviedo?
Cuando te vas dando cuenta lo que es el Real Oviedo, empiezas a tomar otra dimensión. Me sorprenden muchas cosas del día a día hasta hoy. No solo hace un año. Sigo encontrando cosas nuevas, pero también ilusiones nuevas. Gente que está pendiente del equipo. Los aficionados me paran en la calle y trato de dialogar con todos porque a nuestra afición hay que cuidarla ya que el corazón del Real Oviedo sigue latiendo gracias a sus aficionados, a todo lo que se movieron.
¿Cuál ha sido la mayor dificultad?
¡Muchas! Estoy 24 horas al día pendiente del club, aunque yo venía un poco más a lo deportivo. Pero lograr la unidad de todo el oviedismo que estamos consiguiendo es lo más importante. Con Jorge desde que llegué ha habido muy buena relación, una gran química. Nos hemos compenetrado ante las cosas que nos hemos ido encontrando en el club que no eran las que le habían comentado a mi jefe. Tomar decisiones en un proyecto que no es el tuyo no es fácil porque no estás en el día a día. Hoy para mí es mucho más fácil porque el que manda y lidera este proyecto, que está en México, sabe lo que pasa en el día a día del club. Está enterado de todo y, cuando las cosas fluyen de esa manera, entre Arturo, el presidente y yo, siempre es más fácil decidir.
¿Los objetivos se están alcanzando en todos los ámbitos?
Tenemos un jefe que es muy exigente. Son gente ganadora que quieren siempre lo mejor cuando invierten su dinero. A pesar de que estamos primeros, Arturo siempre está diciéndome que por qué no llevamos más puntos de ventaja.
¿Qué le preocupa?
Que en los últimos partidos no hemos estado como empezamos la temporada. Hemos bajado un poco el ritmo, que es normal por los picos de la temporada, por el parón de las fiestas... Reiniciar el campeonato no es fácil. Me preocupa que dejemos de ser humildes y de trabajar.
¿Han decidido ya el importe de la ampliación de capital?
Es una decisión de Arturo Elías. Él tomará la decisión más conveniente para el club. Lo que sí puedo transmitir a la gente es que hoy tenemos una tranquilidad, que viene de él, para trabajar y para que las cosas en el Real Oviedo sean como todos queremos.
Siempre dice que la gente no es consciente de lo que es capaz su jefe...
Poco a poco se van a ir dando cuenta. Arturo es una persona triunfadora que sabe lo que quiere siempre. Tiene un feeling especial para las cosas. Hubo muchos acercamientos de equipos, no solo de España, para poder invertir en ellos y no lo hizo hasta que tuvo esta oportunidad. Si este equipo logra los proyectos deportivos inmediatos que hemos trazado, vendrán cosas muy importantes para el Real Oviedo que la gente no tiene ni idea que puedan suceder. Este no va a ser un equipo como muchos. Será diferente que marque una pauta.
¿Habrá más incorporaciones en el mercado de invierno?
Lo estamos buscando. Estamos tratando de seleccionar algo que no tengamos en el equipo y que venga a dar un plus. Hemos hecho dos fichajes ya. Uno es Redondo y otro, al que le tengo mucha fe, es Borja Valle, que tiene que ser nuestro primer fichaje para esta fase de temporada. Si llega alguien, que creo que va a llegar, se tomará la decisión de a quién se dará la baja. Lo que está claro es que no vamos a traer por traer. El mercado de diciembre no es fácil, así que hay que tener paciencia.
¿La apuesta por la cantera?
Hemos empezado a hacer una revolución en la cantera, comandada por Juan Fidalgo y Rober Robles. No es fácil cambiar los vicios. Nos faltan campos. Estamos hablando con el Ayuntamiento que nos aumenten un poco más la Pixarra, porque trabajamos en medios campos y no podemos desarrollar situaciones de partido. El mensaje fue claro el año pasado dándole la oportunidad a Rober, que no se pudo culminar con el 'play off'. A mi jefe no le tiembla la mano por dar la oportunidad a gente joven.
Dígame ejemplos...
En su momento fui criticado por dejar una plaza vacante en la primera plantilla y, hoy por hoy, Diegui nos ha demostrado que es un chaval fiable, Allyson empieza a asomar la cabeza, David González está ahí, y a Óscar, cuando se le requirió, aportó. Asturias siempre fue un semillero de jugadores y tiene que serlo en el futuro. Uno de los grandes problemas que tiene este club es que la afición no tiene sentido de pertenencia con el equipo que está jugando porque hay muy pocos asturianos. Trataremos que en un proyecto a largo plazo haya bastante gente asturiana. Pero que tampoco entiendan los jóvenes que se les va a dar porque sí. Se lo tienen que ganar.
¿Cuando llegó se esperaba lo que se encontró en Oviedo?
La verdad es que no. Venía con una idea muy vaga de lo que era el Real Oviedo y de lo que eran la ciudad y el club. Por eso Arturo decidió que era el momento para tener un proceso de adaptación y de conocimiento. Lo he dicho muchas veces. Sigo sin conocer realmente lo que genera este club, pero me sigue sorprendiendo día a día las muestras de la afición hacia su equipo. En lo personal, estoy perfectamente. Ni a mi familia ni a mí nos ha costado lo más mínimo adaptarnos a Oviedo.
En sus primeras 24 horas en Oviedo presenció el encuentro ante el Tropezón con el campo en contra el equipo pese a la victoria. ¿Tuvo ganas de regresar?
Ganas de regresar, no, pero sí me quedé muy sorprendido. Entendí que el reto era muy interesante. El mayor de mi carrera. Sé a que empresa represento y sé quién es mi jefe. Estoy ante un proyecto que me ilusiona y que no es fácil. Llegar a un estadio e ir ganando y que la gente te pite es algo que nunca había vivido. Pero es cierto que era muy ingenuo sobre lo que se había vivido antes esa temporada y los doce años anteriores, algo que se va cargando a la espalda.
¿Le ha sorprendido algo especialmente del Real Oviedo?
Cuando te vas dando cuenta lo que es el Real Oviedo, empiezas a tomar otra dimensión. Me sorprenden muchas cosas del día a día hasta hoy. No solo hace un año. Sigo encontrando cosas nuevas, pero también ilusiones nuevas. Gente que está pendiente del equipo. Los aficionados me paran en la calle y trato de dialogar con todos porque a nuestra afición hay que cuidarla ya que el corazón del Real Oviedo sigue latiendo gracias a sus aficionados, a todo lo que se movieron.
¿Cuál ha sido la mayor dificultad?
¡Muchas! Estoy 24 horas al día pendiente del club, aunque yo venía un poco más a lo deportivo. Pero lograr la unidad de todo el oviedismo que estamos consiguiendo es lo más importante. Con Jorge desde que llegué ha habido muy buena relación, una gran química. Nos hemos compenetrado ante las cosas que nos hemos ido encontrando en el club que no eran las que le habían comentado a mi jefe. Tomar decisiones en un proyecto que no es el tuyo no es fácil porque no estás en el día a día. Hoy para mí es mucho más fácil porque el que manda y lidera este proyecto, que está en México, sabe lo que pasa en el día a día del club. Está enterado de todo y, cuando las cosas fluyen de esa manera, entre Arturo, el presidente y yo, siempre es más fácil decidir.
¿Los objetivos se están alcanzando en todos los ámbitos?
Tenemos un jefe que es muy exigente. Son gente ganadora que quieren siempre lo mejor cuando invierten su dinero. A pesar de que estamos primeros, Arturo siempre está diciéndome que por qué no llevamos más puntos de ventaja.
¿Qué le preocupa?
Que en los últimos partidos no hemos estado como empezamos la temporada. Hemos bajado un poco el ritmo, que es normal por los picos de la temporada, por el parón de las fiestas... Reiniciar el campeonato no es fácil. Me preocupa que dejemos de ser humildes y de trabajar.
¿Han decidido ya el importe de la ampliación de capital?
Es una decisión de Arturo Elías. Él tomará la decisión más conveniente para el club. Lo que sí puedo transmitir a la gente es que hoy tenemos una tranquilidad, que viene de él, para trabajar y para que las cosas en el Real Oviedo sean como todos queremos.
Siempre dice que la gente no es consciente de lo que es capaz su jefe...
Poco a poco se van a ir dando cuenta. Arturo es una persona triunfadora que sabe lo que quiere siempre. Tiene un feeling especial para las cosas. Hubo muchos acercamientos de equipos, no solo de España, para poder invertir en ellos y no lo hizo hasta que tuvo esta oportunidad. Si este equipo logra los proyectos deportivos inmediatos que hemos trazado, vendrán cosas muy importantes para el Real Oviedo que la gente no tiene ni idea que puedan suceder. Este no va a ser un equipo como muchos. Será diferente que marque una pauta.
¿Habrá más incorporaciones en el mercado de invierno?
Lo estamos buscando. Estamos tratando de seleccionar algo que no tengamos en el equipo y que venga a dar un plus. Hemos hecho dos fichajes ya. Uno es Redondo y otro, al que le tengo mucha fe, es Borja Valle, que tiene que ser nuestro primer fichaje para esta fase de temporada. Si llega alguien, que creo que va a llegar, se tomará la decisión de a quién se dará la baja. Lo que está claro es que no vamos a traer por traer. El mercado de diciembre no es fácil, así que hay que tener paciencia.
¿La apuesta por la cantera?
Hemos empezado a hacer una revolución en la cantera, comandada por Juan Fidalgo y Rober Robles. No es fácil cambiar los vicios. Nos faltan campos. Estamos hablando con el Ayuntamiento que nos aumenten un poco más la Pixarra, porque trabajamos en medios campos y no podemos desarrollar situaciones de partido. El mensaje fue claro el año pasado dándole la oportunidad a Rober, que no se pudo culminar con el 'play off'. A mi jefe no le tiembla la mano por dar la oportunidad a gente joven.
Dígame ejemplos...
En su momento fui criticado por dejar una plaza vacante en la primera plantilla y, hoy por hoy, Diegui nos ha demostrado que es un chaval fiable, Allyson empieza a asomar la cabeza, David González está ahí, y a Óscar, cuando se le requirió, aportó. Asturias siempre fue un semillero de jugadores y tiene que serlo en el futuro. Uno de los grandes problemas que tiene este club es que la afición no tiene sentido de pertenencia con el equipo que está jugando porque hay muy pocos asturianos. Trataremos que en un proyecto a largo plazo haya bastante gente asturiana. Pero que tampoco entiendan los jóvenes que se les va a dar porque sí. Se lo tienen que ganar.
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