Foto: Instagram oficial del Real Oviedo |
Quien lo iba a decir cuando en la jornada 8 a mediados de octubre el equipo marchaba colista, sin apenas haber puntuado, con un equipo desahuciado y una afición hundida que veía como aparecían los fantasmas de la segunda B (ahora Primera RFEF).
Y es que el comienzo de temporada del Real Oviedo no fue todo lo bueno que a los oviedistas nos hubiera gustado. Con Cervera en el banquillo los azules solo consiguieron sumar 3 puntos de 21 posibles y tras la derrota en Andorra el preparador azul fue destituido.
Entonces llego Don Luis Carrión y todo cambió. Debuto en la jornada 7 y a pesar de empezar con derrota ante el Valladolid ya se veía otra imagen, se veían cosas en los jugadores que no se veían con Cervera y los resultados era cuestión de tiempo que llegaran.
Foto: Instagram oficial del Real Oviedo |
En la jornada 9 ya estaban fuera de los puestos de descenso y acabaron la primera vuelta entre los 10 primeros (concretamente décimo) a 3 puntos del play-off y 7 del ascenso directo.
Los azules ya no abandonarían los puestos altos de la tabla en lo que restaba de temporada, siempre rozando los puestos de play-off a donde consiguieron acceder en la jornada 34 cuando se colocaron quintos despues de ganar al Elche en el Martinez Valero.
Y aunque en las jornadas 36 y 37 salieron de los puestos de play-off no fue hasta la última jornada cuando se logró certificar la presencia en la fase de ascenso a primera que finalmente se jugaría como sexto clasificado.
Y llegó el play-off y con el la oportunidad de volver al lugar del que nunca debimos de haber salido. La ilusión de todos los oviedistas estaba ya por las nubes, Carrión había conseguido ilusionar a una afición que era consciente al igual que los jugadores que estábamos ante un momento histórico.
Dicho play-off no iba a ser un camino de rosas. La primera piedra en el camino era el Eibar, tercer clasificado en la liga regular. La afición se volcó con el partido, colas kilométricas en el Tartiere para hacerse con una entrada para el partido y al final prácticamente lleno completo.
Al final el partido acabó con 0-0. Tocaba ir a Eibar a por todas y se consiguió ganar por 0-2. Llegaba la final del play-off contra el Espanyol que se había cargado al Sporting, eterno rival del Oviedo.
De nuevo la ida en casa, de nuevo colas kilométricas en el Tartiere para hacerse con una de las pocas entradas que quedaban a la venta. Llegó el día del partido de nuevo con casi lleno completo y los azules golpeaban primero ganando por 1-0.
Se desataba la locura, estábamos a un paso, ya lo tocábamos con la palma de la mano. Miles de oviedistas viajaron a Barcelona para la vuelta, muchos sin entrada pero entonces llegó el mazazo con la derrota por 2-0.
De un plumazo el oviedismo bajaba de las nubes. Las caras de jugadores, entrenador y cuerpo técnico lo decía todo; se sabía que esto podía pasar y paso pero no por ello duele menos. Tocaba volver a casa, hundidos, aún así miles de oviedistas recibieron a los azules en el aeropuerto y es que a pesar de no haber logrado el objetivo todos los oviedistas estamos muy orgullosos de este equipo.
Así pues una temporada más, y ya van unas cuantas, el Real Oviedo volvera a jugar una temporada más en el infierno de la segunda división. La temporada 2023/2024 se ha acabado y ahora toca planificar la próxima temporada donde espero y deseo que Don Luis Carrión siga como entrenador.
HALA OVIEDO VOLVEREMOS
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