Foto: La nueva España |
Real Oviedo: Dani Barrio; David Fernández, Mantovani, Baquero, Álvaro; Moré, Aitor Sanz (Jandro, minuto 64), Héctor Simón (Iván Rubio, minuto 70), Javi Casares (Fran Sol, minuto 59); Cerrajeria y Pepe Díaz
Árbitro: Abad Esteban (Comunidad Valenciana). Amarilla a los locales Joselu, Rubiato, Cerrudo, Portilla, al entrenador Acosta, y a los oviedistas Álvaro, Aitor Sanz, Mantovani y Javi Casares. Expulsó por doble amonestación a Baquero en el minuto 90.
Goles: 0-1, minuto 30: Xavi Moré; 1-1, minuto 56: Rubiato; 2-1, minuto 60: Montero
Climatologia: cielo despejado y soleado, 8.3ºC
Incidencias: Municipal El Val, 1.000 espectadores
Decepción. Esa es la palabra más repetida por los aficionados azules que se acercaron hasta Alcalá de Henares. Partido
ante el penúltimo clasificado que encaraba el Real Oviedo en una racha
positiva de juego y resultados con la confianza de continuar en ella.
Pero hoy no era su día. Se adelantó en el marcador sin apenas merecerlo y
se vio remontado en el marcador sin que su rival hiciera nada por
conseguirlo.
Día de sensaciones extrañas puesto que visto el
encuentro no mereció la victoria pero observando su desarrollo los 3
puntos deberían haber viajado de vuelta a Oviedo con total comodidad de
no ser por los fallos de los azules.
Comenzó el partido con cambios en el once inicial. El técnico visitante dio entrada de titular a Pepe Díaz en la delantera y a Héctor Simón en el centro del campo. Allí Sarriugarte formó un "trivote" con Aitor Sanz, Cerrajería y Simón un poco más adelantado que no le dio resultado. El propio entrenador no parecía sentirse cómodo con este sistema porque lo modificó numerosas veces con cambios de posición entre ellos tres y luego con los cambios efectuados en la segunda parte pero nunca consiguió dar con la tecla del buen juego.
El partido fue
embarullado y con poco juego. Ya en el primer minuto, la lesión de Iván
García hizo detenerse el partido durante varios minutos, y luego las
faltas y saques de banda fueron constantes impidiendo la continuidad del
juego. El Real Oviedo no conseguía hacerse con el mando del partido y
la RSD Alcalá demostraba el porqué de su clasificación y no llegó en
ninguna ocasión a la portería azul.
Todo cambió a partir del
minuto 25. Los azules parecieron engranar una marcha más y poco después
Cerrajería caía en el área, en un claro penalti que aprovecharía Xavi
Moré para adelantar a los visitantes. Y no hubo más en esta
primera parte muy pobre por ambos equipos pero que parecía encaminar el
partido a una victoria cómoda de los visitantes más por la inoperancia
rival que por su juego.
La segunda parte comenzó igual. Sin embargo en un lapso de 5 minutos el Alcalá remontó el partido sin saber muy bien como. Primero un despeje de la defensa cogió a la defensa saliendo desprevenida y Rubiato, como no Rubiato, agrandó aún más la leyenda de los exjugadores del Real Oviedo. Se encontró de repente sólo ante Barrió al que batió con solvencia.
Mazazo para los visitantes que poco después quedaron noqueados. Balón dividido entre delantero y portero que llega con ventaja, mal bote del balón, Dani Barrio golpea el aire y Montero sólo tiene que empujar a puerta vacía.
Y este fue el fin del partido.
Quedaba más de media hora pero el Real Oviedo fue incapaz de reaccionar.
El Alcalá que no había hecho absolutamente nada hasta el momento, se
creció ante unos ovetenses que sólo al final consiguieron apretar a los
madrileños aunque sin crear peligro.
En definitiva, partido
decepcionante, de mal juego y casi sin remates en el que la afición
oviedista se fue aún más cabreada viendo la victoria en sus manos y la
capacidad del rival. Oportunidad perdida para ponerse líderes de
la categoría y tarde de transistores para ver que hacen los equipos
perseguidores en la clasificación.
En rueda de prensa Félix Sarriugarte se mostró ayer especialmente crítico con el juego mostrado por el Oviedo en Alcalá de Henares. «Sí, es uno de los partidos en que me voy más disgustado», aseguró. Y eso, en un técnico parco en palabras suena a enfado mayúsculo. «Nos ha costado entrar en el partido. Desde el inicio se veía que nos costaba, lo que pasa es que no concedimos ocasiones en la línea defensiva y nos fuimos al descanso con esa ventaja de un gol. En la segunda mitad hicimos un par de regalos que les han impulsado y ya no fuimos capaces de igualar», analizó más en profundidad.
El técnico no quiso justificar la derrota azul en los fallos puntuales de su defensa. Para Sarriugarte, el problema venía de antes, ya del primer tiempo del partido. «No se ha visto al equipo que todos queremos desde el principio. No logramos meternos en el encuentro. Si un equipo quiere ser solvente, no puede regalar situaciones porque los rivales tienen potencial y recursos. Es lo que ha ocurrido con el Alcalá», resumió.
El técnico optó de inicio por un sistema en el que Cerrajería adelantó su posición hasta la media punta con Héctor Simón en el doble pivote. Pepe Díaz ejerció como referencia en la punta de ataque y Fran Sol siguió gran parte del encuentro desde el banquillo. El vasco justificó su decisión tras consumarse al derrota: «Galder tiene posibilidades de incorporarse al ataque y hemos optado por fortalecer el juego interior y las acciones aéreas, donde el Alcalá es bastante peligroso. No nos hemos encontrado cómodos y no supimos responder al juego de los locales».
Por último, Sarriugarte prefirió no hacer mención a las victorias de los rivales en la lucha por los puestos de honor de la tabla: «tenemos que sacar adelante nuestros partidos, independientemente de lo que haga el resto de equipos».
Para el Alcalá la victoria ante los azules significa algo más que tres puntos: es la oportunidad de meterse de lleno en la lucha por la salvación y coger algo oxígeno. Por eso, el técnico local, Antonio Acosta, se mostraba tan satisfecho en la rueda de prensa posterior al partido disputado en El Val: «en el segundo tiempo hemos sido superiores al Oviedo, parecía que nosotros íbamos segundos y ellos abajo en la clasificación».
Para el entrenador local, la clave estuvo en el acierto del Alcalá antes que en los fallos cosechados por los de Sarriugarte. «Le hemos complicado el partido al Oviedo, intentado presionarles arriba. En el primer tiempo han sido mejores, después hemos sido superiores en ocasiones, juego y agresividad. Nos estamos jugando el descenso y se ha notado», explicó. Por último, resaltó el trabajo de Rubiato: «sabe moverse, tiene experiencia y ya lleva dos goles con nosotros. Es importante».
En rueda de prensa Félix Sarriugarte se mostró ayer especialmente crítico con el juego mostrado por el Oviedo en Alcalá de Henares. «Sí, es uno de los partidos en que me voy más disgustado», aseguró. Y eso, en un técnico parco en palabras suena a enfado mayúsculo. «Nos ha costado entrar en el partido. Desde el inicio se veía que nos costaba, lo que pasa es que no concedimos ocasiones en la línea defensiva y nos fuimos al descanso con esa ventaja de un gol. En la segunda mitad hicimos un par de regalos que les han impulsado y ya no fuimos capaces de igualar», analizó más en profundidad.
El técnico no quiso justificar la derrota azul en los fallos puntuales de su defensa. Para Sarriugarte, el problema venía de antes, ya del primer tiempo del partido. «No se ha visto al equipo que todos queremos desde el principio. No logramos meternos en el encuentro. Si un equipo quiere ser solvente, no puede regalar situaciones porque los rivales tienen potencial y recursos. Es lo que ha ocurrido con el Alcalá», resumió.
El técnico optó de inicio por un sistema en el que Cerrajería adelantó su posición hasta la media punta con Héctor Simón en el doble pivote. Pepe Díaz ejerció como referencia en la punta de ataque y Fran Sol siguió gran parte del encuentro desde el banquillo. El vasco justificó su decisión tras consumarse al derrota: «Galder tiene posibilidades de incorporarse al ataque y hemos optado por fortalecer el juego interior y las acciones aéreas, donde el Alcalá es bastante peligroso. No nos hemos encontrado cómodos y no supimos responder al juego de los locales».
Por último, Sarriugarte prefirió no hacer mención a las victorias de los rivales en la lucha por los puestos de honor de la tabla: «tenemos que sacar adelante nuestros partidos, independientemente de lo que haga el resto de equipos».
Para el Alcalá la victoria ante los azules significa algo más que tres puntos: es la oportunidad de meterse de lleno en la lucha por la salvación y coger algo oxígeno. Por eso, el técnico local, Antonio Acosta, se mostraba tan satisfecho en la rueda de prensa posterior al partido disputado en El Val: «en el segundo tiempo hemos sido superiores al Oviedo, parecía que nosotros íbamos segundos y ellos abajo en la clasificación».
Para el entrenador local, la clave estuvo en el acierto del Alcalá antes que en los fallos cosechados por los de Sarriugarte. «Le hemos complicado el partido al Oviedo, intentado presionarles arriba. En el primer tiempo han sido mejores, después hemos sido superiores en ocasiones, juego y agresividad. Nos estamos jugando el descenso y se ha notado», explicó. Por último, resaltó el trabajo de Rubiato: «sabe moverse, tiene experiencia y ya lleva dos goles con nosotros. Es importante».
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