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| Foto: Alex Piña |
La que se preveía como una junta de accionistas del Real Oviedo tranquila, con la continuidad de parte del consejo y la entrada de dos nuevos miembros, se volvió, inesperadamente, tensa y, además, desembocó en el anuncio del consejo de administración al completo de su dimisión en el plazo de un mes, el necesario legalmente para que se produzca el relevo.
El desencadenante último fue la delegación de las acciones del Grupo Carso en el concejal de deportes del Ayuntamiento de Oviedo, Jorge Menéndez Vallina. Esa decisión fue entendida por el consejo como una falta de confianza en ellos. Además, el grupo mejicano, previamente, había vetado la entrada en el órgano de gobierno de uno de los consejeros previstos, José Luis González Fierros.
A primera hora de la tarde de ayer, se conoció que Menéndez Vallina sería el representante de las acciones de Carso y también el veto a uno de los nuevos consejeros, por lo que el consejo, en una reunión que mantuvo en las oficinas del club poco antes de la junta, tomó la decisión de su adiós.
La junta, que se inició con cerca de media hora de retraso por no haber quórum hasta la llegada del concejal con las acciones de Carso, que representan entorno al 34 por ciento del accionariado. A la misma asistieron 398 accionistas personalmente y 81 representados. Entre ambos sumaban el 45,32 por ciento del capital social de la entidad. Por tratarse de una junta extraordinaria. Se puede celebrar con el 25 por ciento del capital presente. Las acciones del Ayuntamiento estuvieron representadas por Jaime Reinares.
En el primer punto del orden del día, el presidente, Toni Fidalgo, presentó el informe de la situación económica de la entidad. Explicó que a fecha de hoy el club no tiene deudas líquidas vencidas con ningún organismo público y dispone de certificados de todas las administraciones de estar al día en los pagos. Además, afirmó que el Oviedo «dispone de un saldo en los bancos de 1.700.000 euros que asegura cumplir los pagos del presente ejercicio». También dijo que «falta por cerrar el ejercicio pero ya puedo adelantar que, a pesar de habernos hecho cargo de las nóminas de jugadores y empleados de la temporada pasada y del gasto adicional en el mercado de invierno, la sociedad cerrará con pérdidas inferiores a aquel déficit que se manifestó». Ese déficit era de unos 240.000 euros. En definitiva, concluyó, «la sociedad ya no tiene riesgo de disolución».
El segundo punto del orden del día, la dimisión de los miembros del consejo de administración y provisión de vacantes, fue el que ocupó la mayor parte de la junta, además del capítulo de ruegos y preguntas.
El presidente aseguró que desconocía si había «un consejo alternativo» e instó a Jorge Menéndez Vallina, como representante de Carso, a pronunciarse. El concejal tomó la palabra y señaló que «el Grupo Carso apoya la continuidad del consejo, no hay ningún consejo alternativo».
El consejero Pedro Zuazua leyó una carta de despedida en la que agradeció el trabajo de sus compañeros del consejo, y, entre otras muchas cosas, dijo que «hay una serie de gente que interpreta que el Oviedo es grande e interesante desde noviembre de 2012 y no, lo es desde 1926».
Se nombró consejero para el mes que resta de mandato a José María Suárez. En el turno de ruegos y preguntas hubo mayoría de apoyos al consejo, aunque también algunas críticas. En general, se solicitó al Grupo Carso que exponga su proyecto y se realice una transición ordenada.
El desencadenante último fue la delegación de las acciones del Grupo Carso en el concejal de deportes del Ayuntamiento de Oviedo, Jorge Menéndez Vallina. Esa decisión fue entendida por el consejo como una falta de confianza en ellos. Además, el grupo mejicano, previamente, había vetado la entrada en el órgano de gobierno de uno de los consejeros previstos, José Luis González Fierros.
A primera hora de la tarde de ayer, se conoció que Menéndez Vallina sería el representante de las acciones de Carso y también el veto a uno de los nuevos consejeros, por lo que el consejo, en una reunión que mantuvo en las oficinas del club poco antes de la junta, tomó la decisión de su adiós.
La junta, que se inició con cerca de media hora de retraso por no haber quórum hasta la llegada del concejal con las acciones de Carso, que representan entorno al 34 por ciento del accionariado. A la misma asistieron 398 accionistas personalmente y 81 representados. Entre ambos sumaban el 45,32 por ciento del capital social de la entidad. Por tratarse de una junta extraordinaria. Se puede celebrar con el 25 por ciento del capital presente. Las acciones del Ayuntamiento estuvieron representadas por Jaime Reinares.
En el primer punto del orden del día, el presidente, Toni Fidalgo, presentó el informe de la situación económica de la entidad. Explicó que a fecha de hoy el club no tiene deudas líquidas vencidas con ningún organismo público y dispone de certificados de todas las administraciones de estar al día en los pagos. Además, afirmó que el Oviedo «dispone de un saldo en los bancos de 1.700.000 euros que asegura cumplir los pagos del presente ejercicio». También dijo que «falta por cerrar el ejercicio pero ya puedo adelantar que, a pesar de habernos hecho cargo de las nóminas de jugadores y empleados de la temporada pasada y del gasto adicional en el mercado de invierno, la sociedad cerrará con pérdidas inferiores a aquel déficit que se manifestó». Ese déficit era de unos 240.000 euros. En definitiva, concluyó, «la sociedad ya no tiene riesgo de disolución».
El segundo punto del orden del día, la dimisión de los miembros del consejo de administración y provisión de vacantes, fue el que ocupó la mayor parte de la junta, además del capítulo de ruegos y preguntas.
El presidente aseguró que desconocía si había «un consejo alternativo» e instó a Jorge Menéndez Vallina, como representante de Carso, a pronunciarse. El concejal tomó la palabra y señaló que «el Grupo Carso apoya la continuidad del consejo, no hay ningún consejo alternativo».
El consejero Pedro Zuazua leyó una carta de despedida en la que agradeció el trabajo de sus compañeros del consejo, y, entre otras muchas cosas, dijo que «hay una serie de gente que interpreta que el Oviedo es grande e interesante desde noviembre de 2012 y no, lo es desde 1926».
Se nombró consejero para el mes que resta de mandato a José María Suárez. En el turno de ruegos y preguntas hubo mayoría de apoyos al consejo, aunque también algunas críticas. En general, se solicitó al Grupo Carso que exponga su proyecto y se realice una transición ordenada.
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