Foto: Miki Lopez |
Real Oviedo: Orlando; Álvaro, Javi Hernández, David Fernández, Sergio Díaz; Susaeta (Héctor Simón, minuto 82), Pardo, Erice, Annunziata (Señé, minuto 62), Alain (Sergio Díaz, minuto 77) y Diego Cervero
Burgos C.F.: Aurreko; Andrés, Maureta (Sergio Torres, minuto 75), Gallardo, Dani Guillén; Juaqui (Gerica, minuto 71), Moke, Gabri, Carralero; Cerrajería y Pacheta (Arkaitz, minuto 71)
Árbitro: Moreno Aragón (comité madrileño). Amarilla a los locales Álvaro, Erice y Señé, y a los visitantes Cerrajería, Dani Guillén, Maureta y gabri.
Gol: 1-0, minuto 37: Cervero, de cabeza, tras falta lateral botada por Susaeta
Climatología: casi despejado y soleado con unos 14ºC a la sombra y unos 22ºC al sol.
Burgos C.F.: Aurreko; Andrés, Maureta (Sergio Torres, minuto 75), Gallardo, Dani Guillén; Juaqui (Gerica, minuto 71), Moke, Gabri, Carralero; Cerrajería y Pacheta (Arkaitz, minuto 71)
Árbitro: Moreno Aragón (comité madrileño). Amarilla a los locales Álvaro, Erice y Señé, y a los visitantes Cerrajería, Dani Guillén, Maureta y gabri.
Gol: 1-0, minuto 37: Cervero, de cabeza, tras falta lateral botada por Susaeta
Climatología: casi despejado y soleado con unos 14ºC a la sombra y unos 22ºC al sol.
Incidencias: Carlos Tartiere, 7.375 espectadores.
El conjunto azul comenzó la temporada deslumbrando en Burgos con media hora de fútbol que hacía prometérselsa muy felices a los aficionados, que veían a un equipo que jugaba como los ángeles. Sin embargo, en El Plantío el equipo acabó sufriendo en la última media hora. Ayer, en el primer encuentro del año, una versión más tosca de los azules se impuso por la mínima sin apenas pasar por apuros.
El cambio de la forma de jugar del equipo tiene una clave: la presencia de Pardo en el pivote. El valenciano, que a veces se complica por querer hacer más de lo que debe, da al equipo una consistencia de la que carecía, aunque para ello tenga que renunciar a la apuesta por el toque, algo que tampoco estaba dando demasiados resultados y sí algún disgusto.
El técnico optó por la misma alineación del Hermanos Antuña, con la única novedad de la presencia de Annunziata en la banda izquierda del centro del campo, en detrimento de Eneko, que se cayó de la convocatoria, al igual que David Alba, Sergio Rodríguez y Salva Rivas.
Los azules con el binomio Pardo-Jon Erice pierden algo de toque, por lo que la responsabilidad de creación quedó para Annunziata y Susaeta en las bandas. Los dos tienen querencia de irse al centro y eso, unido a que Sergio Díaz y Álvaro no son laterales de sumarse con demasiada frecuencia al ataque, hizo que el equipo creara todo el peligro por el centro.
El dominio posicional correspondió inicialmente a los carbayones, que dominaban en el centro del campo. Además, el balón rondaba más el área de Aurreko que el de Orlando Quintana, que solo tuvo un sobresalto a los 28 minutos en un remate forzado de Pacheta, que no llegó a rematar. En el resto del encuentro el canario disfrutó de una mañana tranquila.
Con el paso de los minutos los azules, poco a poco, iban disponiendo de ocasiones, no demasiado claras, pero los disparos de Susaeta, en dos ocasiones, Annuziata, Alain y, sobre todo, de Jon Erice desde el borde del área pequeña y Pardo tras un córner hacían que el partido fuera cayendo de lado azul.
El Burgos, ordenado y trabajador, no era capaz de crear peligro a los azules, que con el trabajo de Pardo en el centro no pasaba por problemas en defensa. Además, el Oviedo encontró la mejor versión desde su llegada de Javi Hernández, que estuvo atento a los cortes y efectivo a la hora de resolver los balones aéreos.
Partidos como el de ayer se pueden resolver en una acción a balón parado que ya viene siendo recurrente. Fue a los 38 minutos cuando Pacheta botó con la izquierda una falta que Cervero cabeceó al fondo de la red adelantándose a sus marcadores.
Al reanudarse el encuentro el Oviedo pudo aumentar la renta en un nuevo centro de Susaeta que Annunziata cabeceó al poste. El canario no tiene su fuerte en el remate, pero es el jugador que suele poner la calidad y la pausa en el centro del campo. De ahí que, probablemente, le haya ganado la partida a Eneko.
En la segunda mitad, el encuentro discurría plano, con el Oviedo sin pasar apuros en defensa y con el Burgos intentándolo sin demasiado acierto. En esa fase del partido el conjunto azul careció de la precisión necesaria para aprovechar alguno de los contraataques de que dispuso.
Los de Ramón María Calderé lo intentaron, sobre todo con balones colgados al área, pero no tuvieron el acierto necesario, además de encontrarse con la versión del Oviedo más seria en defensa.
Lo exiguo del marcador sí llevó la incertidumbre a la grada, pero la realidad es que Orlando Quintana ciñó su trabajo a salir a algún balón al área. En los minutos finales el balón acabó en el área del Burgos.
En definitiva, el conjunto azul inicia la segunda vuelta con una victoria, que le hace recortar distancias con los de la zona alta y con la confirmación de que el equipo afronta la segunda y definitiva vuelta del campeonato con una versión más pragmática que le ha permitido mantener la portería a cero por segunda vez en la presente temporada.
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