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| Foto: Irma Collin |
José Carlos Granero no ocultaba ayer su disgusto por la imagen del equipo. El técnico reconoció que «sufrimos mucho en casa y disfrutamos más fuera» y añadió que «estamos atascados y eso provoca el nerviosismo y nos hace convertirnos en dos equipos diferentes. Uno alegre y atrevido y otro atenazado, con muchas ganas y voluntad, pero sin mucha cabeza».
Granero no ocultó el mal partido del equipo. «No tuvimos fluidez, no estuvimos bien en el uno contra uno, no tuvimos claridad en el pase, cada recuperación estaba acompañada de una pérdida... No estuvimos nada bien y eso se ha notado». Lo que sé dejó claro es que el problema no fue cosa de «uno o dos jugadores, son muchos».
El técnico reconoce que cambió la forma de jugar, buscando menos elaboración, para tratar de que el equipo entrara mejor al partido. «Lo hemos intentado de varias maneras, tratando de minimizar los riesgos, pero no fue así», afirmó Granero, quien espera que la mala racha del equipo en casa se solucione «con una victoria. No hay que dramatizar, algo estaremos haciendo bien para estar arriba, pero algo hacemos mal para no tener más ventaja».
Y cree el técnico tener las claves de esta situación. «Hay mucha precipitación, nos quitamos el balón de encima y no hacemos las cosas bien», dijo Granero, quien insiste en que están tratando de cambiar la dinámica en el Carlos Tartiere: «Trabajamos esas cosas, nos gustaría llevar esta media, pero ganando en casa y empatando fuera, eso lo cambiaría todo».
El entrenador incidió en que el equipo está siendo muy fiable a domicilio, pero «este lastre de casa nos hace pensar que estamos cerca de dispararnos, pero nos está costando. No tenemos nada que ver en casa con fuera. El equipo no ha disfrutado nada del encuentro», lamentó un Granero que reconoció que los jugadores, tras el partido, «están todos enfadados y sabemos que estamos sufriendo».
Granero no ocultó el mal partido del equipo. «No tuvimos fluidez, no estuvimos bien en el uno contra uno, no tuvimos claridad en el pase, cada recuperación estaba acompañada de una pérdida... No estuvimos nada bien y eso se ha notado». Lo que sé dejó claro es que el problema no fue cosa de «uno o dos jugadores, son muchos».
El técnico reconoce que cambió la forma de jugar, buscando menos elaboración, para tratar de que el equipo entrara mejor al partido. «Lo hemos intentado de varias maneras, tratando de minimizar los riesgos, pero no fue así», afirmó Granero, quien espera que la mala racha del equipo en casa se solucione «con una victoria. No hay que dramatizar, algo estaremos haciendo bien para estar arriba, pero algo hacemos mal para no tener más ventaja».
Y cree el técnico tener las claves de esta situación. «Hay mucha precipitación, nos quitamos el balón de encima y no hacemos las cosas bien», dijo Granero, quien insiste en que están tratando de cambiar la dinámica en el Carlos Tartiere: «Trabajamos esas cosas, nos gustaría llevar esta media, pero ganando en casa y empatando fuera, eso lo cambiaría todo».
El entrenador incidió en que el equipo está siendo muy fiable a domicilio, pero «este lastre de casa nos hace pensar que estamos cerca de dispararnos, pero nos está costando. No tenemos nada que ver en casa con fuera. El equipo no ha disfrutado nada del encuentro», lamentó un Granero que reconoció que los jugadores, tras el partido, «están todos enfadados y sabemos que estamos sufriendo».
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