El Oviedo regresa al escenario donde más cómodo se siente, lejos del Tartiere, con el objetivo de sumar fuera lo que está dejando escapar en casa. La victoria permitiría olvidar por una semana los problemas que el equipo está sufriendo ante su gente y puede tener regalo añadido en forma de liderato si además se produce el tropezón del Guijuelo, sorprendente líder del grupo.
Granero ha preparado la cita con la tranquilidad que le da las sensaciones fuera de casa. Sin embargo, el Oviedo lleva tiempo balanceándose en un estrecho margen entre el éxito y el fracaso. El ritmo de puntos sumados por los de arriba le permite estar en lo más alto y las sensaciones son que en el momento que enlace dos victorias seguidas puede romper el ritmo, pero en el caso de que deje de sumar con asiduidad puede ser engullido por los equipos que a poca distancia persiguen la cabeza. Resumiendo: ganar en Vigo permitiría que se abriera la posibilidad de liderar el grupo; perder, podría incluso sacarle de la zona de "play-off".
Granero sabe de la importancia de sumar fuera a estas alturas de temporada aunque en su discurso sigue prefiriendo no diferenciar entre los encuentros como local y los de fuera de casa. "Estamos convencidos de que la inercia se acabará invirtiendo. Queremos ganar ante nuestra gente, pero hasta ahora no está siendo así. El equipo presenta buenos números a domicilio y tenemos que aprovechar ese factor", comentó el técnico en su intervención semanal ante los medios.
Para el duelo de esta tarde Granero reconoció que haría pocos cambios en su equipo. Dos son obligados. Al recambio en la meta se une la lesión de Sergio Díaz en el último entrenamiento antes del viaje hace que el técnico tenga que cambiar su apuesta por el carril defensivo izquierdo: Sergio Rodríguez será el encargado del lateral. Habrá, al menos, otra novedad, ésta por decisión técnica. Héctor Simón se queda en Oviedo ya que Granero no le ha incluido en la convocatoria e Iván Rubio podría tener una nueva oportunidad en el once. Eneko es otro de los futbolistas que podrían tener un sitio en el equipo titular que se enfrente esta tarde al Celta B. Granero podría optar por un equipo formado por Orlando; Alba, Pardo, Javi Hernández, Sergio Rodríguez; Salva Rivas; Sergio García, Alain, Iván Rubio, Eneko; Diego Cervero. Completan la convocatoria Marcos (guardameta del filial), David Fernández, Señé, Annunziata y Susaeta.
"Siempre tenemos que pedirnos un plus a nosotros mismos porque siempre hay que intentar mejorar. Cuando uno está en un proyecto como este hay que querer más. El equipo entrena muy bien y está arriba en la clasificación, pero hay que mejorar porque en casa no estamos finos", afirma el entrenador azul.
Enfrente, el Oviedo no tendrá un rival sencillo. El filial vigués fue una de las revelaciones de la competición en el tramo inicial, llegando incluso a liderar el grupo. Su irregularidad, en cambio, le ha hecho ir perdiendo fuelle con el paso de las jornadas. En la actualidad pasa por el bache más pronunciado de la campaña. El Celta B ha sumado 4 puntos de los últimos 18 en juego. Su terreno de juego, Barreiro, es su principal fortaleza, ya que ahí ha sumado 12 de los 17 puntos que actualmente en la tabla, que le sitúan en 11ª posición, a tres puntos del descenso a Tercera. Los vigueses tienen las bajas por lesión de Kevin y Goldar y podrían formar con Rubén, Pablo Pérez, Soto, Antón, Maleira; Borja Domínguez, David Rey; Marcos Torres, Yelco, Añón y Boja Iglesias.
"El Celta B es un buen equipo. Tiene cuatro internacionales en categorías inferiores e incluso alguno ya está en el primer equipo y mantiene la base de temporadas anteriores. Tiene jugadores desequilibrantes y que juegan bien, con lo que hemos trabajado durante la semana cómo contrarrestarlo", advierte Granero. Barreiros, a partir de las 16.00 horas se encargará de demostrar si la racha fuera de casa tiene continuidad o no.
Granero ha preparado la cita con la tranquilidad que le da las sensaciones fuera de casa. Sin embargo, el Oviedo lleva tiempo balanceándose en un estrecho margen entre el éxito y el fracaso. El ritmo de puntos sumados por los de arriba le permite estar en lo más alto y las sensaciones son que en el momento que enlace dos victorias seguidas puede romper el ritmo, pero en el caso de que deje de sumar con asiduidad puede ser engullido por los equipos que a poca distancia persiguen la cabeza. Resumiendo: ganar en Vigo permitiría que se abriera la posibilidad de liderar el grupo; perder, podría incluso sacarle de la zona de "play-off".
Granero sabe de la importancia de sumar fuera a estas alturas de temporada aunque en su discurso sigue prefiriendo no diferenciar entre los encuentros como local y los de fuera de casa. "Estamos convencidos de que la inercia se acabará invirtiendo. Queremos ganar ante nuestra gente, pero hasta ahora no está siendo así. El equipo presenta buenos números a domicilio y tenemos que aprovechar ese factor", comentó el técnico en su intervención semanal ante los medios.
Para el duelo de esta tarde Granero reconoció que haría pocos cambios en su equipo. Dos son obligados. Al recambio en la meta se une la lesión de Sergio Díaz en el último entrenamiento antes del viaje hace que el técnico tenga que cambiar su apuesta por el carril defensivo izquierdo: Sergio Rodríguez será el encargado del lateral. Habrá, al menos, otra novedad, ésta por decisión técnica. Héctor Simón se queda en Oviedo ya que Granero no le ha incluido en la convocatoria e Iván Rubio podría tener una nueva oportunidad en el once. Eneko es otro de los futbolistas que podrían tener un sitio en el equipo titular que se enfrente esta tarde al Celta B. Granero podría optar por un equipo formado por Orlando; Alba, Pardo, Javi Hernández, Sergio Rodríguez; Salva Rivas; Sergio García, Alain, Iván Rubio, Eneko; Diego Cervero. Completan la convocatoria Marcos (guardameta del filial), David Fernández, Señé, Annunziata y Susaeta.
"Siempre tenemos que pedirnos un plus a nosotros mismos porque siempre hay que intentar mejorar. Cuando uno está en un proyecto como este hay que querer más. El equipo entrena muy bien y está arriba en la clasificación, pero hay que mejorar porque en casa no estamos finos", afirma el entrenador azul.
Enfrente, el Oviedo no tendrá un rival sencillo. El filial vigués fue una de las revelaciones de la competición en el tramo inicial, llegando incluso a liderar el grupo. Su irregularidad, en cambio, le ha hecho ir perdiendo fuelle con el paso de las jornadas. En la actualidad pasa por el bache más pronunciado de la campaña. El Celta B ha sumado 4 puntos de los últimos 18 en juego. Su terreno de juego, Barreiro, es su principal fortaleza, ya que ahí ha sumado 12 de los 17 puntos que actualmente en la tabla, que le sitúan en 11ª posición, a tres puntos del descenso a Tercera. Los vigueses tienen las bajas por lesión de Kevin y Goldar y podrían formar con Rubén, Pablo Pérez, Soto, Antón, Maleira; Borja Domínguez, David Rey; Marcos Torres, Yelco, Añón y Boja Iglesias.
"El Celta B es un buen equipo. Tiene cuatro internacionales en categorías inferiores e incluso alguno ya está en el primer equipo y mantiene la base de temporadas anteriores. Tiene jugadores desequilibrantes y que juegan bien, con lo que hemos trabajado durante la semana cómo contrarrestarlo", advierte Granero. Barreiros, a partir de las 16.00 horas se encargará de demostrar si la racha fuera de casa tiene continuidad o no.
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