Clasificarse para la promoción de ascenso no es suficiente. Con esa premisa, el Oviedo se va a tomar muy en serio las dos últimas jornadas de Liga, en las que tratará de escalar alguna posición. Los azules, tras el empate a cero frente al Coruxo, bajaron a la cuarta plaza y el Caudal -empatado a puntos con los de Granero pero con mejor «goal-average» particular- se encaramó a la tercera. Los mierenses, eufóricos por su clasificación para jugar la promoción de ascenso, visitan hoy al Leganés, segundo clasificado, con cuatro puntos de ventaja sobre Caudal y Oviedo. Los azules necesitan sumar los tres puntos hoy ante el Marino y aprovechar el enfrentamiento directo entre los dos equipos a los que persigue para recortar puntos y, si el Caudal se deja alguno, subir una posición.
Los objetivos del Marino de Luanco, salvada ya la categoría, son bien distintos. El conjunto de Quirós mantiene aún posibilidades matemáticas de meterse entre los equipos que jugarán la próxima temporada la Copa del Rey. Pero, más allá de esa posibilidad, al conjunto de Luanco no le hace falta demasiada motivación cuando el rival al que se enfrenta es el Oviedo. Muchos de los jugadores del Marino tienen pasado azul y medirse al Oviedo siempre es para ellos algo especial. Además, se espera una buena entrada en Miramar, donde el Marino festejará la permanencia en la categoría. Tanto es así que, para evitar aglomeraciones, el club abrirá las taquillas durante toda la mañana de hoy y dos horas antes del partido.
En la alineación azul destacan los problemas en defensa causados por la sanción de Mantovani -que fue expulsado ante el Guijuelo-, unida a la baja por lesión de Iván Rubio. Estas dos ausencias casi obligan a Granero a alinear a Owona en el lateral derecho para colocar a David Fernández como central. Otra opción sería poner a Álvaro de lateral derecho, a Cantero de izquierdo, y a David Fernández y a Baquero de centrales.
En el Marino la ausencia más notable es la del ex guardameta azul Rafa Ponzo, que vio la quinta amarilla ante el Sporting B. Los datos del Marino sin el venezolano son demoledores. En la cuatro jornadas que estuvo lesionado, el conjunto de Quirós no sumó ni un solo punto. Tampoco podrán contar los de Luanco con los lesionados Pablo Hernández ni Robert, autor del gol que dio al Marino la permanencia y que, con rotura de fibras, se pierde lo que queda de temporada.
En el lado azul será interesante también ver lo que sucede con los cinco jugadores que tienen cuatro cartulinas amarillas. Cervero, Cerrajería, Cantero, Álvaro y Baquero pueden forzar la quinta tarjeta hoy, no jugar ante el Sporting B en la última jornada y asegurarse que estarán presentes en el primer partido de promoción o arriesgarse a jugar el último encuentro con cuatro cartulinas y, con ello, la posibilidad de perderse el partido de ida de la promoción de ascenso. Granero dice que él, de las tarjetas, no quiere saber nada.
Los objetivos del Marino de Luanco, salvada ya la categoría, son bien distintos. El conjunto de Quirós mantiene aún posibilidades matemáticas de meterse entre los equipos que jugarán la próxima temporada la Copa del Rey. Pero, más allá de esa posibilidad, al conjunto de Luanco no le hace falta demasiada motivación cuando el rival al que se enfrenta es el Oviedo. Muchos de los jugadores del Marino tienen pasado azul y medirse al Oviedo siempre es para ellos algo especial. Además, se espera una buena entrada en Miramar, donde el Marino festejará la permanencia en la categoría. Tanto es así que, para evitar aglomeraciones, el club abrirá las taquillas durante toda la mañana de hoy y dos horas antes del partido.
En la alineación azul destacan los problemas en defensa causados por la sanción de Mantovani -que fue expulsado ante el Guijuelo-, unida a la baja por lesión de Iván Rubio. Estas dos ausencias casi obligan a Granero a alinear a Owona en el lateral derecho para colocar a David Fernández como central. Otra opción sería poner a Álvaro de lateral derecho, a Cantero de izquierdo, y a David Fernández y a Baquero de centrales.
En el Marino la ausencia más notable es la del ex guardameta azul Rafa Ponzo, que vio la quinta amarilla ante el Sporting B. Los datos del Marino sin el venezolano son demoledores. En la cuatro jornadas que estuvo lesionado, el conjunto de Quirós no sumó ni un solo punto. Tampoco podrán contar los de Luanco con los lesionados Pablo Hernández ni Robert, autor del gol que dio al Marino la permanencia y que, con rotura de fibras, se pierde lo que queda de temporada.
En el lado azul será interesante también ver lo que sucede con los cinco jugadores que tienen cuatro cartulinas amarillas. Cervero, Cerrajería, Cantero, Álvaro y Baquero pueden forzar la quinta tarjeta hoy, no jugar ante el Sporting B en la última jornada y asegurarse que estarán presentes en el primer partido de promoción o arriesgarse a jugar el último encuentro con cuatro cartulinas y, con ello, la posibilidad de perderse el partido de ida de la promoción de ascenso. Granero dice que él, de las tarjetas, no quiere saber nada.
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