Foto: Irma Collin |
Félix Sarriugarte se verá las caras con el Oviedo en los Juzgados el próximo 8 de julio. El ex técnico azul ha decidido denunciar al club por la rescisión de su contrato en marzo, tras el empate con el Caudal en el Tartiere. El vasco considera que el Oviedo le debe más dinero que el que le ha satisfecho tras el despido, y serán los tribunales los que decidan en última instancia.
El desencuentro entre el club y Sarriugarte nace por la firma del acuerdo entre las partes a los pocos días de la llegada del vasco a Oviedo. En julio, Quique Pina mantenía intacto su interés de hacerse con el control del club. La llegada del empresario hubiera hecho que Lucas Alcaraz se convirtiera en entrenador, por lo que Sarriugarte solicitó al club una solución. Entonces se firmó un acuerdo por el cual si el vasco era despedido con el equipo en posición de «play-off» la indemnización cubriría lo que quedara de temporada y la siguiente.
El acuerdo entre las partes fue previo a la firma del contrato federativo. El Oviedo defiende que ese acuerdo no se anexiono ni se hizo referencia alguna a él en el contrato federativo, y como fue adoptado ante el temor de la llegada de Pina, no tiene sentido que se proceda a la indemnización. La cantidad que Sarriugarte exige al club supondría un coste añadido de cerca de 50.000 euros.
En la demanda presentada, el abogado de Sarriugarte aduce, a su vez, que el club no le avisó del despido con los 15 días de antelación que exige la ley, un razonamiento que ha sorprendido en el Oviedo, que considera que en las prácticas del fútbol nunca se da este supuesto. También exige cantidades que el contrato hacía depender del resultado final en la Liga, por lo que el club considera que no debe abonar hasta la finalización del curso actual.
El desencuentro entre el club y Sarriugarte nace por la firma del acuerdo entre las partes a los pocos días de la llegada del vasco a Oviedo. En julio, Quique Pina mantenía intacto su interés de hacerse con el control del club. La llegada del empresario hubiera hecho que Lucas Alcaraz se convirtiera en entrenador, por lo que Sarriugarte solicitó al club una solución. Entonces se firmó un acuerdo por el cual si el vasco era despedido con el equipo en posición de «play-off» la indemnización cubriría lo que quedara de temporada y la siguiente.
El acuerdo entre las partes fue previo a la firma del contrato federativo. El Oviedo defiende que ese acuerdo no se anexiono ni se hizo referencia alguna a él en el contrato federativo, y como fue adoptado ante el temor de la llegada de Pina, no tiene sentido que se proceda a la indemnización. La cantidad que Sarriugarte exige al club supondría un coste añadido de cerca de 50.000 euros.
En la demanda presentada, el abogado de Sarriugarte aduce, a su vez, que el club no le avisó del despido con los 15 días de antelación que exige la ley, un razonamiento que ha sorprendido en el Oviedo, que considera que en las prácticas del fútbol nunca se da este supuesto. También exige cantidades que el contrato hacía depender del resultado final en la Liga, por lo que el club considera que no debe abonar hasta la finalización del curso actual.
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