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| Foto: Irma Collin |
Real Oviedo: Orlando Quintana; David Fernández, Owona (Casares, minuto 57), Baquero, Álvaro; Xavi Moré (Héctor Simón, minuto 88), Aitor Sanz, Cerrajeria, Iker Alegre (Pepe Díaz, minuto 70); Señé y Diego Cervero
Árbitro: López Toca (Cantabria). Amarilla a los locales José Ángel y Espolita, y a los visitantes Álvaro, Aitor Sanz, Señé, Baquero, Cervero y Owona. Expulsó por doble amarilla a Adrián Cruz.
Goles: 1-0, minuto 37: Espolita; 1-1, minuto 49: Álvaro; 1-2, minuto 70: Moré.
Climatologia: tarde despejada y soleada, 16.3ºC
Goles: 1-0, minuto 37: Espolita; 1-1, minuto 49: Álvaro; 1-2, minuto 70: Moré.
Climatologia: tarde despejada y soleada, 16.3ºC
Incidencias: Municipal de Miramar, 2000 espectadores
El Real Oviedo regresó del corto desplazamiento a Luanco con tres valiosos puntos que le sirven para ocupar de nuevo la tercera plaza en la tabla clasificatoria tras la derrota del Caudal en Leganés y con sensaciones contrariadas tras haber regalado la primera mitad y mostrar una buena capacidad de reacción la segunda. Los azules, en Miramar de verde, supieron también gestionar la picaresca de las cartulinas y Cervero, Álvaro y Baquero supieron borrarse para cerrar la liga ante el Sporting B.
En el duelo en tierras luanquinas ambos equipos llegaban con sus principales objetivos resueltos. Mientras los locales continuarán por méritos propios en Segunda B una temporada más, los visitantes también llegaban con la clasificación para el play-off de ascenso certificado. Quizás estas circustancias le restaron pasión al choque, también en la grada donde apenas hubo una voz más alta que otra y en la que, pese a presenciarse la mejor entrada del año en Miramar, estuvo lejos de otras visitas oviedistas.
La posibilidad local de jugar la Copa del Rey, anulada tras la derrota, y la carbayona que asaltar la segunda plaza, también abortada tras la victoria del Leganés, fueron los únicos ingredientes de un choque que ofreció una pobre primera mitada, con exceso de balón en largo, aunque con un Marino ligeramente superior. Fue el equipo de José Luis Quirós quien dispuso de las únicas ocasiones de peligro si exceptuamos un lanzamiento de falta de Señé que se marchó fuera.
Tras algunas llegadas de Chus Hevia y una vaselina con mucha intención de Álex Arias, el gol marinista llegó a los 37 minutos tras un error garrafal de Orlando Quintana al salir a despejar un balón. Espolita aprovechó la mala acción del guardameta para inaugurar el marcador y reabrir el debate en la portería ovetense. El portero canario ya cometió un error de bulto ante el Tenerife y la parroquia carbayona le dedicó varios toques de atención en las jugadas posteriores.
El paso por el vestuario le sentó bien al Oviedo que, además, consiguió igualar el resultado a los 51 minutos merced a un tanto de Álvaro Cuello. El lateral izquierdo aprovechó dentro del área el despeje de Dos Santos tras un buen remate de Galder Cerrajería. Gol tras una jugada de estrategia, desde luego, el mejor arma del Oviedo tras la llegada de Granero.
Con el Oviedo enchufado el partido se le puso de cara gracias a la expulsión de Adrián Cruz 4 minutos después. La ausencia del centrocampista gallego, que ya pudo ver el camino de los vestuarios en el tramo final de la primera mitad, fue el principio del fin para el equipo luanquín.
Granero adelantó a su equipo y dio entrada a Casares en el lugar de Owona tras disputar el camerunés sus primeros minutos en el Oviedo desde la llegada del entrenador valenciano. El andaluz ejerció de mediapunta, retrasó a Señé a la creación en el centro del campo y Aitor Sanz compartió pareja en el centro de la defensa con Baquero.
El gol de Xavi Moré a los 69 minutos resultó ser la puntilla final al partido aunque no estuvo exento de polémica al protestar la afición local una posible mano del pucelano. Incluso el árbitro asistente dudó a la hora de iniciar su carrera hacia el centro del campo.
Lo cierto es que el segundo gol del Oviedo también llegó a balón parado. Fue tras un córner que botó Casares desde la izquierda y que remató en primera instancia Cervero que ayer se quedó sin marcar. La Cerverodependencia parece que quedó anulada en Luanco.
Tras el partido de Miramar, el Oviedo cerrará la Liga el domingo a las 18 horas en el Tartiere ante el filial del Sporting y con la tercera plaza en juego. El Marino despedirá la temporada en idéntico horario en Fuenlabrada aunque con tan sólo la honrilla en juego para los pupuilos de Quirós.
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