El partido en sí no reviste muchos alicientes. Matizar si el Oviedo es finalmente tercero o cuarto no parece un asunto de mayor trascendencia, más aún cuando se escucha el razonamiento de Granero. Que los azules acudan al partido con bajas, la mayoría forzadas, tampoco ayuda a hablar de encuentro de máxima importancia. Finalmente, la cercanía del «play-off», del que se empezará a hablar una vez que el árbitro señale el final, invita a desviar la atención a otros caminos. En semejante panorama, sólo el nombre del rival, Sporting B, ayuda a levantar el interés para el aficionado oviedista.
El filial del máximo rival por naturaleza del Oviedo no supondría mayor reclamo si no fuera por los precedentes. O por el precedente inmediato, para mayor exactitud. No hace tanto tiempo del mayor batacazo que se recuerda en la historia reciente del Oviedo, repleta de batacazos por otra parte. El 4-1 que los chavales del Sporting B le infligieron a los azules en enero de este año es para muchos quizás el mayor ejemplo de vergüenza deportiva por la que ha pasado el Oviedo en sus 87 años de historia.
Aquel fue un partido que marcó en cierto modo el destino de Sarriugarte, máximo responsable entonces del banquillo azul. En pleno auge del equipo, el Oviedo salió escaldado gracias al acierto goleador de Guerrero, autor de aquellos cuatro tantos. Aunque los azules se recuperaron en las jornadas siguientes con resultados convincentes se mantuvo la sensación de que algo había cambiado. Como si el crédito del entrenador hubiera sufrido un fuerte recorte con la goleada encajada. Los jugadores tampoco salieron bien parados de aquel trance. La sensación de que aquella herida nunca llegó a cicatrizar del todo es a la que se agarra el vestuario para salir esta tarde a competir con la mayor de las garantías.
A los elementos emocionales se unen otros de índole clasificatoria. El Oviedo es ahora tercero, pero no tiene aún el puesto asegurado. Le basta un punto para que el Caudal no le arrebate el tercer cajón, un puesto con algunas facilidades extras en la disputa del «play-off» respecto al cuarto clasificado.
El partido puede ser entendido, además, como un escaparate ideal para alguno de los que han perdido peso en los esquemas de Granero de las últimas semanas. Hombres como Cantero o Fran Sol tendrán ante sí la oportunidad de mostrar sus cualidades antes de la disputa del «play-off».
El Sporting B llega a la cita con los deberes hechos -la permanencia en la categoría- aunque sin su ariete Guerrero, con el primer equipo. En ausencia del último verdugo, Abelardo probará un once formado por Davo; Alberto, Moisés, Julio, Álex Menéndez; Adama Touré, Álex Barrera, Pablo Pérez; Jairo, Álex Serrano y Juan Mera.
A partir de las 18.00 horas, con el Carlos Tartiere de testigo, el Oviedo librará la última batalla antes de la guerra final, la del «play-off», un viaje a tres paradas que decidirá el éxito o el fracaso de la temporada. Pero antes aún hay alguna herida por cicatrizar.
El filial del máximo rival por naturaleza del Oviedo no supondría mayor reclamo si no fuera por los precedentes. O por el precedente inmediato, para mayor exactitud. No hace tanto tiempo del mayor batacazo que se recuerda en la historia reciente del Oviedo, repleta de batacazos por otra parte. El 4-1 que los chavales del Sporting B le infligieron a los azules en enero de este año es para muchos quizás el mayor ejemplo de vergüenza deportiva por la que ha pasado el Oviedo en sus 87 años de historia.
Aquel fue un partido que marcó en cierto modo el destino de Sarriugarte, máximo responsable entonces del banquillo azul. En pleno auge del equipo, el Oviedo salió escaldado gracias al acierto goleador de Guerrero, autor de aquellos cuatro tantos. Aunque los azules se recuperaron en las jornadas siguientes con resultados convincentes se mantuvo la sensación de que algo había cambiado. Como si el crédito del entrenador hubiera sufrido un fuerte recorte con la goleada encajada. Los jugadores tampoco salieron bien parados de aquel trance. La sensación de que aquella herida nunca llegó a cicatrizar del todo es a la que se agarra el vestuario para salir esta tarde a competir con la mayor de las garantías.
A los elementos emocionales se unen otros de índole clasificatoria. El Oviedo es ahora tercero, pero no tiene aún el puesto asegurado. Le basta un punto para que el Caudal no le arrebate el tercer cajón, un puesto con algunas facilidades extras en la disputa del «play-off» respecto al cuarto clasificado.
El partido puede ser entendido, además, como un escaparate ideal para alguno de los que han perdido peso en los esquemas de Granero de las últimas semanas. Hombres como Cantero o Fran Sol tendrán ante sí la oportunidad de mostrar sus cualidades antes de la disputa del «play-off».
El Sporting B llega a la cita con los deberes hechos -la permanencia en la categoría- aunque sin su ariete Guerrero, con el primer equipo. En ausencia del último verdugo, Abelardo probará un once formado por Davo; Alberto, Moisés, Julio, Álex Menéndez; Adama Touré, Álex Barrera, Pablo Pérez; Jairo, Álex Serrano y Juan Mera.
A partir de las 18.00 horas, con el Carlos Tartiere de testigo, el Oviedo librará la última batalla antes de la guerra final, la del «play-off», un viaje a tres paradas que decidirá el éxito o el fracaso de la temporada. Pero antes aún hay alguna herida por cicatrizar.
Las ausencias por lesión y sanción, cinco en total, y la posibilidad de que los advertidos, otros dos, pudieran disfrutar de descanso hicieron que Granero se planteara la opción de echar mano de futbolistas del Vetusta. Con la línea defensiva escasa de efectivos, el jugador del filial Chapi y el juvenil Ángel se ejercitaron durante toda la semana con el primer equipo con serias posibilidades de entrar en la citación, pero finalmente Granero ha optado por formar la convocatoria con futbolistas exclusivamente del primer equipo. El regreso de Jandro, que en las últimas semanas jugó con el filial, es la principal novedad en la lista.
El entrenador no plantea más descansos que los obligados: Cervero, Baquero y Álvaro por sanción e Iván Rubio y Señé por lesión. Los advertidos, Cantero y Pepe Díaz, contarán, según palabras del técnico, en el mismo nivel que el del resto de compañeros.
Por lo visto en las últimas semanas y los ensayos de El Requexón, la alineación que presente Granero se parecerá a la formada por Orlando; David Fernández, Owona, Mantovani, Javi Cantero; Aitor Sanz, Cerrajería; Xavi Moré, Manu Busto, Iker Alegre; Fran Sol. En el banquillo, Dani Barrio, Héctor Simón, Casares, Pepe Díaz y Jandro esperarán su oportunidad.
El entrenador no plantea más descansos que los obligados: Cervero, Baquero y Álvaro por sanción e Iván Rubio y Señé por lesión. Los advertidos, Cantero y Pepe Díaz, contarán, según palabras del técnico, en el mismo nivel que el del resto de compañeros.
Por lo visto en las últimas semanas y los ensayos de El Requexón, la alineación que presente Granero se parecerá a la formada por Orlando; David Fernández, Owona, Mantovani, Javi Cantero; Aitor Sanz, Cerrajería; Xavi Moré, Manu Busto, Iker Alegre; Fran Sol. En el banquillo, Dani Barrio, Héctor Simón, Casares, Pepe Díaz y Jandro esperarán su oportunidad.
Por su parte el Sporting B y su técnico Abelardo esperan un Oviedo ambicioso en su campo del Nuevo Tartiere que precisa un punto para asegurar la tercera plaza para el play-off de ascenso, pero sobre todo con ganas de revancha de la dolorosa derrota en El Molinón (4-1) donde Guerrero les marcó los cuatro tantos. Ahora el de Borox no está, por subir al primer equipo y por eso se mentaliza a la plantilla del filial rojiblanco que deben competir bien para no pagar los platos rotos y demostrar en Oviedo que su buena campaña no fue fruto de la casualidad.
Los más optimistas en Gijón, sobre todo con los últimos buenos resultados y sin perder ante los filiales, se piensa en poder sorprender en el Tartiere si se hacen bien las cosas. Esto sería otra buena inyección de moral y mejor aprendizaje para muchos juveniles de afrontar un partido con un multitudinario ambiente en contra.
Abelardo, que ya recuperó esta semana a Pablo Pérez, Alex Serrano, Sergio Menéndez, Lede, Ernesto y Alex García, tiene claro que en el Nuevo Tartiere el Oviedo intentará por «todos los medios posibles ganarnos aunque transmita un mensaje de que piensan en el play-off. Intentarán sacar el orgullo y pasarnos por encima debido al amplio resultado que les metimos en la primera vuelta en El Molinón. Van a sacar todas sus armas para devolvernos este resultado. Si no estamos al cien por cien lo pasaremos mal».
El técnico del filial rojiblanco respeta mucho al Oviedo porque es «un equipo que tuvo muy buen año y logró su objetivo de pelear por meterse en el play-off para subir a Segunda. Tiene muy buen bloque aunque ahora les faltará su referencia arriba como es el Pichichi Cervero, que es el segundo en la categoría. Defensivamente también es compacto y salen desde atrás con el balón. Cuentan con dos pivotes que juegan bien y que ponen mucha intensidad. Y por banda tienen mucho desborde. Para mí el Oviedo es uno de los mejores del grupo y candidato a subir a Segunda».
En cuanto a la experiencia para los chavales de jugar ante un ambiente fuerte, Abelardo matiza que son «partidos bonitos e inolvidables y un buen aprendizaje de cara a un futuro no muy lejano. Hay que vivirlos y disfrutarlos. Estoy convencido de que vamos a saber competir ante un gran Oviedo».
Como «El Pitu» ya anunció que le dará a Davo la oportunidad en la portería, todo indica que el Sporting B jugará con Davo; Alberto, Moisés, Julio, Alex Menéndez; Adama Touré, Alex Barrera, Pablo Pérez; Jairo, Alex Serrano y Juan Mera. En el banquillo estarán preparados Dennis, Sergio Menéndez, Ernesto, Pablo Lede y Alex García.
Los más optimistas en Gijón, sobre todo con los últimos buenos resultados y sin perder ante los filiales, se piensa en poder sorprender en el Tartiere si se hacen bien las cosas. Esto sería otra buena inyección de moral y mejor aprendizaje para muchos juveniles de afrontar un partido con un multitudinario ambiente en contra.
Abelardo, que ya recuperó esta semana a Pablo Pérez, Alex Serrano, Sergio Menéndez, Lede, Ernesto y Alex García, tiene claro que en el Nuevo Tartiere el Oviedo intentará por «todos los medios posibles ganarnos aunque transmita un mensaje de que piensan en el play-off. Intentarán sacar el orgullo y pasarnos por encima debido al amplio resultado que les metimos en la primera vuelta en El Molinón. Van a sacar todas sus armas para devolvernos este resultado. Si no estamos al cien por cien lo pasaremos mal».
El técnico del filial rojiblanco respeta mucho al Oviedo porque es «un equipo que tuvo muy buen año y logró su objetivo de pelear por meterse en el play-off para subir a Segunda. Tiene muy buen bloque aunque ahora les faltará su referencia arriba como es el Pichichi Cervero, que es el segundo en la categoría. Defensivamente también es compacto y salen desde atrás con el balón. Cuentan con dos pivotes que juegan bien y que ponen mucha intensidad. Y por banda tienen mucho desborde. Para mí el Oviedo es uno de los mejores del grupo y candidato a subir a Segunda».
En cuanto a la experiencia para los chavales de jugar ante un ambiente fuerte, Abelardo matiza que son «partidos bonitos e inolvidables y un buen aprendizaje de cara a un futuro no muy lejano. Hay que vivirlos y disfrutarlos. Estoy convencido de que vamos a saber competir ante un gran Oviedo».
Como «El Pitu» ya anunció que le dará a Davo la oportunidad en la portería, todo indica que el Sporting B jugará con Davo; Alberto, Moisés, Julio, Alex Menéndez; Adama Touré, Alex Barrera, Pablo Pérez; Jairo, Alex Serrano y Juan Mera. En el banquillo estarán preparados Dennis, Sergio Menéndez, Ernesto, Pablo Lede y Alex García.
Nacho Azparren / La nueva España; N. A. / La nueva España y J. E. Cima / La nueva España
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