Discrepancia entre afición y ayuntamiento por la reducción de capital

Foto: Magazine Oviedista

La decisión del Ayuntamiento de Oviedo de no solicitar la modificación del orden del día de la Junta de Accionistas del Real Oviedo ha creado cierta controversia en algunos sectores de la afición, aunque desde el consistorio se insiste que la «hoja de ruta» del alcalde Agustín Iglesias Caunedo sigue siendo la misma. El motivo de la polémica es que no se ha solicitado que la reducción de capital fuera superior a la incluida por el actual consejo, algo que desde el Ayuntamiento se considera añadir «riesgos», ya que obligaría a que en la ampliación de capital se cubriera como mínimo 1,6 millones de euros. 

El Grupo Symmachiarii hizo público un comunicado criticando la postura municipal, mientras que, desde el Ayuntamiento, el propio alcalde, a través de Twitter, ofreció aclaraciones a los aficionados. Symmachiarii lamentó que el orden del día de la junta sea el marcado por Ángel Martín Vaca y Alberto González, y aseguró que no comparte el no proponer el cambio. En ese sentido, lo calificó de «una decisión unilateral del Ayuntamiento de Oviedo y de su alcalde». 

Además, añadió que «una nueva propuesta de reducción de capital, como era el plan original y como nosotros y la APARO habíamos demandado y defendido en los últimos meses, y de los que creíamos que era uno de los pasos en la hoja de ruta del Ayuntamiento de Oviedo, o así se nos había transmitido, y que al final no se hará siendo la única propuesta la del consejo de administración». 

Symmachiarii entendía que el Ayuntamiento pueda tener temores a reducir capital por debajo del mínimo legal, pero lo consideró «un error y sobre todo un cambio al menos en la hoja de ruta con la que nosotros veníamos trabajando en consenso con el consistorio municipal». También se manifestó el «desacuerdo» con la decisión que «debilita nuestra fe, hasta ahora, férrea en las gestiones que está llevando a cabo», ya que esperaban que esa decisión de no modificar el orden el día supone «un cambio en la hoja de ruta, pero creemos que antes de tomarlo debería ser transmitido y explicado al menos a la APARO y demás socios en la oposición previamente y no realizarla por sorpresa».

No obstante, Symmachiarii dejó claro que «este desacuerdo en el camino» no les hará «perder la perspectiva primera y vital que es el cambio en la gestión del club. Para ello seguiremos como la delegación de acciones para el cambio del consejo de administración». 

Desde el Ayuntamiento se afirmó que la situación del club es «tan compleja y difícil» que no es conveniente «agudizarla con planteamientos que dividan la posición de quienes desean encontrar una solución de futuro para el club». Igualmente, se recordó que una reducción de capital mayor podría suponer añadir «riesgos a la situación que ya vivimos». También supondría restar valor al millón de euros que el consistorio invirtió en la ampliación de capital de hace tres años.

Por último, además de hacer un llamamiento a la «unidad», se añadió que lo fundamental es «mantener la mayor calma posible y, desde luego, una unidad de acción como la que se ha manifestado durante los últimos meses para tratar de lograr una solución definitiva».

Ramón Julio García / El Comercio