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| Foto: La nueva España |
Las peñas podrán contar con otro importante apoyo de cara a la junta.
Francisco Gómez, presidente del Cartagena y cuarto máximo accionista
del Oviedo con el 2,34% del capital social ya ha confirmado a
la Asociación de Peñas Azules del Real Oviedo (APARO) que puede contar
con su apoyo de cara a la próxima junta de accionistas. La ayuda de
Paco Gómez se limitará a ese apoyo formal, el murciano no acudirá a la
posterior ampliación de capital que podría facilitarle la entrada en el
club azul, un deseo que mantiene desde 2006.
En conversación con
LA NUEVA ESPAÑA, Paco Gómez confirmó sus intenciones en los dos
sentidos: la APARO podrá contar con su porcentaje de acciones para
superar la representación de Alberto González en el club, pero no está
entre sus planes un desembarco en el club. Gómez quiere lo mejor para el
futuro de la entidad pero entiende que ahora no es el momento adecuado
para su desembarco en el Oviedo, un deseo que ya ha hecho público en
varias ocasiones en los últimos seis años.
La primera de sus
decisiones se antoja clave para la lucha de las peñas por provocar un
cambio en el Oviedo. Los cálculos empiezan a ser claros para las peñas.
Los dos apoyos más importantes al margen de Alberto González y Control
Sport están del lado de la oposición. Las peñas cuentan con la ayuda del
Ayuntamiento (segundo máximo accionista con el 21,27% de la
participación) y con Celso González (tercero, con el 14,04) como puntos
básicos de la operación.
El apoyo de Paco Gómez situaría el
porcentaje delegado de los accionistas de peso en el 37,65 por ciento.
Los actuales rectores del club acumulan ahora mismo el 39,46 del
accionariado gracias al 38,17% de Control Sport Siglo XXII y
al 1,29 que posee Alberto González a título personal. El objetivo está
cerca, pero las peñas no quieren oír hablar de ningún tipo de
relajación. La APARO sigue fomentando su campaña de captación de
acciones a pesar de los apoyos recibidos y de las supuestas facilidades
que el consejo de administración dice que dará para provocar un cambio
en el accionariado del club. Las peñas desconfían de las verdaderas
intenciones de Alberto González y no quieren que un exceso de relajación
por ver el objetivo tan cerca pueda frenar la operación de delegación
de acciones.
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