Foto: Irma Collin |
A pesar de los rumores que apuntan a las gestiones con varios grupos empresariales interesados en invertir y gestionar el club, Lafuente ve casi imposible que «alguien de fuera de Asturias se embarque en el proyecto del Oviedo si no es con el apoyo y la colaboración del que ahora es el segundo máximo accionista de la entidad».
El ex presidente azul indicó que el Consistorio «tenía suficiente información para haber podido evitar la situación económica que ahora se desencadenó. Sabían que los actuales gestores estaban dilapidando el dinero y esa complacencia impidió que se adoptasen antes las medidas necesarias para evitar el caos económico en el que ahora está el Oviedo».
Lafuente cree que «el déficit enorme que tiene el club no es más que consecuencia de una nefasta gestión por parte del consejo de administración. Gastaron mucho más de lo que se ingresaba, realizaron artificios contables para cuadrar las cuentas del club y así se provoca la delicada situación actual, que no es muy diferente a lo que sucedía en años anteriores, aunque sí más exagerada».
El ex presidente tiene claro que todo parte de unos presupuestos «ficticios e inventados. Si analizas las cuentas, las cifras se repiten de manera constante temporada tras temporada. El presupuesto es un elemento clave y esencial para la política económica deportiva y social de la entidad. En cambio, este consejo siempre lo consideró una simple referencia. Para ellos no era ni orientativo y nunca se pararon a pensar cuál era el verdadero presupuesto del club».
Con relación a la junta general de accionistas y el hecho de celebrarla una vez finalizada la actual temporada, más de seis meses después del plazo que establece la ley de Sociedades Anónimas Deportivas, Lafuente indicó que «es un despropósito total. No tiene sentido. Si tenían decidido que iban a arrojar la toalla, lo que tendrían que haber hecho es entregarle los derechos políticos de la sociedad al Ayuntamiento y apartarse mucho antes de concluir la temporada al ver que no eran capaces de resolver el caos en el que ahora está el club».
En este sentido, calificó la situación actual como «esperpéntica, a todos los niveles. En el plano deportivo no es normal que se cese toda actividad. El director deportivo, José Manuel Martínez, sabe que no va a seguir y por tanto todo está en suspenso. Hace falta una solución inmediata de consenso para que alguien se ponga a planificar de manera inmediata la próxima temporada. Se está perdiendo un tiempo muy grande y el único perjudicado es el club».
La próxima temporada se cumplirán diez años del descenso administrativo del club a Tercera, unos años que Manuel Lafuente vivió directamente desde la presidencia del club. «Se pusieron las bases para empezar a recuperar el terreno perdido, pero después no se hizo nada. Se cometieron auténticas barbaridades deportivas y económicas y el resultado está a la vista».
Por eso, Lafuente reitera que ahora la única solución es que «el Ayuntamiento se haga cargo de la situación. Tiene capacidad suficiente para recabar los apoyos que sean necesarios y sacar al club del caos en el que está inmerso».
Con respecto a la etapa de Control Siglo XXII en el Oviedo, el ex presidente no tiene dudas a la hora de definirla «como la peor de toda la historia del club. Yo creía que la etapa de García y Pantoja no se podría superar, pero los actuales gestores lo han hecho».
Manuel Lafuente, que tiene alrededor de 800 acciones del club, un 0,59 % del capital social, no tiene decidido si acudirá personalmente a la junta de accionistas que se celebrará el próximo 11 de julio, pero de no hacerlo delegará en la APARO.
En cuanto a la reducción de capital, aboga por reducirlo «en torno al 90 o 95 por ciento. No al cien por cien porque sería echar a los actuales accionistas, pero dejarlas con un valor simbólico».
Por lo que respecta a la ampliación, considera que «con tres millones de euros el club tendría viabilidad. Si somos capaces de hacer unos presupuestos equilibrados, el Oviedo tiene futuro. Está claro que el club no va a desaparecer por razones deportivas, pero sí lo puede hacer por cuestiones económicas».
En lo que se refiere al incumplimiento del convenio de la suspensión de pagos por parte del actual consejo de administración, Lafuente aseguró que «eso supone enterrar las posibilidades de futuro del Oviedo. No obstante, de un consejo que no cubre ni la mitad de los gastos que genera poco se puede esperar».
José Palacio / La nueva España
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