Superado el escalón inicial. El oviedismo apenas tendrá tiempo para coger el aire necesario y ponerse manos a la obra con el segundo obstáculo. Así son los «play-off», especialmente para los equipos no premiados con el primer puesto, una sucesión de curvas en las que los accidentes acechan. Al menos, al Oviedo le cabe el consuelo de estar acostumbrado a navegar en la tormenta. Así ha sido en los últimos diez años.
Granero pronunció ante los medios esta semana una de las frases que mejor definen la esencia del proyecto azul: «Al límite podemos superar a cualquier equipo». El que se haya pasado por el Tartiere hace quince días en el duelo ante el Albacete sabrá a lo que se refiere el técnico: la concentración empieza desde varios minutos antes de las 18.30 horas -cuando el balón empiece a rodar-; la grada también tiene mucho que decir.
Y como el aficionado azul nunca decepciona, el Tartiere vestirá hoy sus mejores galas para recordar, una vez más, que lo de la categoría es un accidente que se prolonga demasiado en el tiempo. La mejor asistencia de la campaña, 20.500 espectadores ante el Madrid C cuando el club se tambaleaba, está a tiro.
Granero confiará en un plan de vuelo similar al empleado ante el Albacete, aunque el rival presente matices en su propuesta. El Éibar no es un equipo que le guste sobar el balón como los manchegos, lo suyo es una propuesta más práctica.
A pesar de ello, Granero volverá a optar por un equipo agresivo, que presione la salida del balón del rival y juegue en campo contrario. Los nombres serán los mismos que en la primera eliminatoria: Orlando; David Fernández, Mantovani, Baquero, Álvaro; Aitor Sanz, Héctor Simón; Xavi Moré, Manu Busto, Casares; y Cervero. Granero optó por citar a todos los futbolistas disponibles (Iker Alegre y Cerrajería se pierden la cita por lesión) y completan la convocatoria Dani Barrio, Cantero, Owona, Iván Rubio, Señé, Jandro, Fran Sol y Pepe Díaz.
La receta del técnico valenciano también es sabida de carrerilla. Si el Oviedo quiere seguir vivo en la eliminatoria no debe perder la eliminatoria en el Tartiere. La traducción práctica a este mandato exige que los azules dejen la puerta a cero si no quieren sufrir en exceso en el partido de vuelta dentro de una semana en Ipurúa. El Éibar llega a Oviedo con la vitola de favorito y el objetivo de anotar algún gol, como hizo en la primera fase en Alcoy. El Tartiere tendrá un papel trascendente en el partido. Los más de 20.000 espectadores que se darán cita en el municipal ovetense tienen la labor de dar oxígeno a un equipo que debe actuar al límite para pasar.
Granero pronunció ante los medios esta semana una de las frases que mejor definen la esencia del proyecto azul: «Al límite podemos superar a cualquier equipo». El que se haya pasado por el Tartiere hace quince días en el duelo ante el Albacete sabrá a lo que se refiere el técnico: la concentración empieza desde varios minutos antes de las 18.30 horas -cuando el balón empiece a rodar-; la grada también tiene mucho que decir.
Y como el aficionado azul nunca decepciona, el Tartiere vestirá hoy sus mejores galas para recordar, una vez más, que lo de la categoría es un accidente que se prolonga demasiado en el tiempo. La mejor asistencia de la campaña, 20.500 espectadores ante el Madrid C cuando el club se tambaleaba, está a tiro.
Granero confiará en un plan de vuelo similar al empleado ante el Albacete, aunque el rival presente matices en su propuesta. El Éibar no es un equipo que le guste sobar el balón como los manchegos, lo suyo es una propuesta más práctica.
A pesar de ello, Granero volverá a optar por un equipo agresivo, que presione la salida del balón del rival y juegue en campo contrario. Los nombres serán los mismos que en la primera eliminatoria: Orlando; David Fernández, Mantovani, Baquero, Álvaro; Aitor Sanz, Héctor Simón; Xavi Moré, Manu Busto, Casares; y Cervero. Granero optó por citar a todos los futbolistas disponibles (Iker Alegre y Cerrajería se pierden la cita por lesión) y completan la convocatoria Dani Barrio, Cantero, Owona, Iván Rubio, Señé, Jandro, Fran Sol y Pepe Díaz.
La receta del técnico valenciano también es sabida de carrerilla. Si el Oviedo quiere seguir vivo en la eliminatoria no debe perder la eliminatoria en el Tartiere. La traducción práctica a este mandato exige que los azules dejen la puerta a cero si no quieren sufrir en exceso en el partido de vuelta dentro de una semana en Ipurúa. El Éibar llega a Oviedo con la vitola de favorito y el objetivo de anotar algún gol, como hizo en la primera fase en Alcoy. El Tartiere tendrá un papel trascendente en el partido. Los más de 20.000 espectadores que se darán cita en el municipal ovetense tienen la labor de dar oxígeno a un equipo que debe actuar al límite para pasar.
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