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| Foto: Luisma Murias |
Agustín Iglesias Caunedo, ha decidido esta mañana retirar la delegación de Deportes a su concejal Jorge Menéndez Vallina, después de que este aceptase ayer la representación de las acciones del grupo Carso en la junta general del Real Oviedo. Sus competencias pasarán ahora a Gerardo Antuña. Fuentes del equipo de gobierno explicaron que la decisión se debe a la decisión del alcalde de no interferir de ninguna manera en la gestión del club. Hace unas semanas, el regidor explicó sus razones a José Aboumrad, el delegado de Carso para asuntos deportivos y señaló la inconveniencia de que el concejal entrase en el consejo de administración para evitar politizar el club.
Ayer, en la junta general del Real, el concejal de deportes fue protagonista al ser el encargado de representar las acciones del Grupo Carso. A su llegada a la sala en la que se celebraba la junta, con un retraso de una media hora, fue abucheado por una buena parte de la misma.
A lo largo de la junta fue instado a intervenir por los asistentes y por Toni Fidalgo. El concejal explicó que «el Grupo Carso me llamó esta tarde para que apoyase al consejo y eso he hecho». Además, dijo que el proyecto de los máximos accionistas es «subir a Primera División en el menor tiempo posible». Y sobre los abucheos indicó que «respeto toda las opiniones». «No sé quién reparte carnés de oviedismo, pero yo soy del Oviedo desde que nací, fundé Brigadas Azules», indicó.
Tras la junta eludió ser más explícito y reiteró que estaba allí por «amistad». Preguntado por si entendía que al consejo le sentara mal no llevar la representación, se limitó a señalar que «no lo sé, a mi me lo pidieron esta tarde». Tampoco se quiso decir nada sobre su posible entrada en el nuevo consejo. «No hemos valorado ese tema», insistió. También manifestó que ayer había hablado varias veces con los representantes de Carso y que volvería a hacerlo tras la junta.
Respecto al retraso en la entrada a la junta, Menéndez Vallina explicó que se trataba de «un tema de acreditación». No obstante, a su llegada al Auditorio, mantuvo una reunión con el concejal Gerardo Antuña y el jefe del gabinete del Ayuntamiento, Rodolfo Sánchez.
La intervención más crítica con el concejal del Ayuntamiento ovetense fue la del representante del grupo Symmachiarii, Ignacio Suárez, que dijo que su presencia «es una falta de respeto y una provocación para que el consejo se marche» y añadió que «lo que pasó en este club lo sabemos todos, queréis entrar porque no hay dinero».
Ayer, en la junta general del Real, el concejal de deportes fue protagonista al ser el encargado de representar las acciones del Grupo Carso. A su llegada a la sala en la que se celebraba la junta, con un retraso de una media hora, fue abucheado por una buena parte de la misma.
A lo largo de la junta fue instado a intervenir por los asistentes y por Toni Fidalgo. El concejal explicó que «el Grupo Carso me llamó esta tarde para que apoyase al consejo y eso he hecho». Además, dijo que el proyecto de los máximos accionistas es «subir a Primera División en el menor tiempo posible». Y sobre los abucheos indicó que «respeto toda las opiniones». «No sé quién reparte carnés de oviedismo, pero yo soy del Oviedo desde que nací, fundé Brigadas Azules», indicó.
Tras la junta eludió ser más explícito y reiteró que estaba allí por «amistad». Preguntado por si entendía que al consejo le sentara mal no llevar la representación, se limitó a señalar que «no lo sé, a mi me lo pidieron esta tarde». Tampoco se quiso decir nada sobre su posible entrada en el nuevo consejo. «No hemos valorado ese tema», insistió. También manifestó que ayer había hablado varias veces con los representantes de Carso y que volvería a hacerlo tras la junta.
Respecto al retraso en la entrada a la junta, Menéndez Vallina explicó que se trataba de «un tema de acreditación». No obstante, a su llegada al Auditorio, mantuvo una reunión con el concejal Gerardo Antuña y el jefe del gabinete del Ayuntamiento, Rodolfo Sánchez.
La intervención más crítica con el concejal del Ayuntamiento ovetense fue la del representante del grupo Symmachiarii, Ignacio Suárez, que dijo que su presencia «es una falta de respeto y una provocación para que el consejo se marche» y añadió que «lo que pasó en este club lo sabemos todos, queréis entrar porque no hay dinero».
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