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| Foto: La nueva España |
Cuando David Fernández recogió el regalo de Íker Alegre para empujar con comodidad a la red pocos repararon en su condición de defensa. Sus maneras en el control y la definición parecieron más propias de un ariete familiarizado con la meta contraria; pero el remate del zaguero sirvió, además, para acabar con la maldición de los defensas azules ante la meta contraria. Han tenido que pasar 23 partidos (21 de Liga más los dos de Copa) para que un defensa anotase un gol con la camiseta del Oviedo.
El estreno pudo haberse producido antes, en alguna de las incorporaciones de Álvaro por su banda o en la cabeza de Baquero en las jugadas de estrategia; pero fue David Fernández el encargado de romper el maleficio. «Íker me puso un gran balón y yo estaba bastante solo en el área. Controlé y sin pensarlo tiré a puerta. Fue un gol importante, porque daba tranquilidad al equipo. Estoy muy contento por estrenarme como goleador», expresa el protagonista del tanto.
El estreno de David Fernández como goleador tiene un significado especial, si se atiende a los precedentes. El zaguero firmó con el Oviedo el pasado verano tras la buena fama adquirida en el Guadalajara. Después de tres temporadas con los madrileños, David Fernández sumó 91 partidos como titular y 12 como suplente. No anotó ningún gol.
El gol ha llegado en una posición un tanto extraña para él. El paso de la competición ha hecho que el aficionado oviedista se acostumbre a ver al madrileño en el lateral, pero no ha sido algo habitual a lo largo de su carrera. «Es la temporada que más estoy jugando de lateral. Otras veces actué por circunstancias específicas, como lesiones o sanciones de compañeros. Intento acoplarme lo mejor posible y siempre ayuda que el equipo vaya sumando», comenta. «Al principio me sorprendió un poco, porque mi posición es la de central, es donde estoy más acostumbrado a jugar. Comencé por la sanción de un compañero, y Sarriugarte ha creído conveniente que siga jugando ahí», añade.
La parte negativa del día también lo tuvo como protagonista. La rigurosa expulsión en la segunda mitad hará que Sarriugarte deba recomponer la zaga para la visita del San Sebastián de los Reyes. Al menos, la maldición goleadora de los de los defensas ya ha sido superada.
El estreno pudo haberse producido antes, en alguna de las incorporaciones de Álvaro por su banda o en la cabeza de Baquero en las jugadas de estrategia; pero fue David Fernández el encargado de romper el maleficio. «Íker me puso un gran balón y yo estaba bastante solo en el área. Controlé y sin pensarlo tiré a puerta. Fue un gol importante, porque daba tranquilidad al equipo. Estoy muy contento por estrenarme como goleador», expresa el protagonista del tanto.
El estreno de David Fernández como goleador tiene un significado especial, si se atiende a los precedentes. El zaguero firmó con el Oviedo el pasado verano tras la buena fama adquirida en el Guadalajara. Después de tres temporadas con los madrileños, David Fernández sumó 91 partidos como titular y 12 como suplente. No anotó ningún gol.
El gol ha llegado en una posición un tanto extraña para él. El paso de la competición ha hecho que el aficionado oviedista se acostumbre a ver al madrileño en el lateral, pero no ha sido algo habitual a lo largo de su carrera. «Es la temporada que más estoy jugando de lateral. Otras veces actué por circunstancias específicas, como lesiones o sanciones de compañeros. Intento acoplarme lo mejor posible y siempre ayuda que el equipo vaya sumando», comenta. «Al principio me sorprendió un poco, porque mi posición es la de central, es donde estoy más acostumbrado a jugar. Comencé por la sanción de un compañero, y Sarriugarte ha creído conveniente que siga jugando ahí», añade.
La parte negativa del día también lo tuvo como protagonista. La rigurosa expulsión en la segunda mitad hará que Sarriugarte deba recomponer la zaga para la visita del San Sebastián de los Reyes. Al menos, la maldición goleadora de los de los defensas ya ha sido superada.
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