Foto: La nueva España |
C.D. Ourense: Pato; Yosu, Portela, Capi, Claudio; Borja Valle (Noguerol, minuto 52), Yebra, Alex, Adil (Pillado, minuto 79); Iván González (Sanginés, minuto 75) y Oscar Martínez
Real Oviedo: Dani Barrio; Álvaro (Owona, minuto 76), David Fernández, Baquero, Javi Cantero; Xavi Moré, Aitor Sanz, Cerrajeria, Iker Alegre (Fran Sol, minuto 65); Casares (Señé, minuto 80) y Pepe Díaz
Árbitro: Sánchez Laso (Extremadura). Amarilla a los locales Adil, Yosu y Noguerol, y a los visitantes Aitor Sanz, Pepe Díaz y Cerrajeria.
Incidencias: O Couto, 3.500 espectadores
Real Oviedo: Dani Barrio; Álvaro (Owona, minuto 76), David Fernández, Baquero, Javi Cantero; Xavi Moré, Aitor Sanz, Cerrajeria, Iker Alegre (Fran Sol, minuto 65); Casares (Señé, minuto 80) y Pepe Díaz
Árbitro: Sánchez Laso (Extremadura). Amarilla a los locales Adil, Yosu y Noguerol, y a los visitantes Aitor Sanz, Pepe Díaz y Cerrajeria.
Incidencias: O Couto, 3.500 espectadores
Se daban todos los ingredientes para ver un buen partido en O Couto con dos contendientes a los que se les presupone un buen gusto a la hora de jugar al fúbol y ante un estadio que se vistió de gala para la ocasión con gran afluencia de espectadores, mil de ellos llegados desde Asturias. Pero todo falló. El Ourense y el Real Oviedo ofrecieron un pobre espectáculo, con ausencia de ocasiones claras de gol, poco fútbol y aburrimiento generalizado en un choque donde sólo las aficiones estuvieron a la altura con sus cánticos dentro de la instalación gallega.
El punto, si se busca el lado positivo, le sirve a los carbayones para recortarle distancias a un Tenerife que perdió ante el Atlético B, aunque podría haber aprovechado mejor el tropiezo de los isleños. En lo negativo, hace descender a los asturianos a la tercera plaza tras la victoria del Leganés ante el Marino de Luanco. Así, el Oviedo se sitúa ahora a siete puntos del Tenerife y a uno del Leganés.
A Butarque, el campo del Leganés, tendrá que viajar el Oviedo dentro de dos semanas. Será tras medirse el próximo domingo en el Carlos Tartiere al Caudal de Mieres que ahora se pone a dos puntos del equipo que dirige Félix Sarriugarte.
Tras haber sido ratificado en su cargo como entrenador hace dos semanas, el empate y, sobre todo, la imagen del Oviedo en Ourense vuelven a abrir el debate sobre la continuidad del técnico de Durango en el banquillo a falta de once jornadas para la finalización del campeonato en Segunda División B. A favor de Félix Sarriugarte, la situación del equipo en el 'play-off' de ascenso de forma permanente.
En su contra, la fiabilidad escasa que ha mostrado el equipo lejos del Carlos Tartiere, con una victoria, un empate y tres derrotas en las cinco últimas jornadas como visitante.
Con la ausencia obligada por sanción de Martín Mantovani, el técnico azul optó por colocar a David y Baquero como centrales, cambiar a Álvaro Cuello a la banda derecha e hizo actuar a Javi Cantero como lateral zurdo muchas semanas después de haber perdido la titularidad.
No fueron los únicos cambios en la alineación oviedista ya que Héctor Simón perdió su sitio en el centro del campo y Sarriugarte apostó por Aitor Sanz y Cerrajería como organizadores del juego visitante.
Quizás fue el Oviedo el equipo que supo controlar el partido, pero no pasó de ahí. Control del balón y ausencia de llegadas con peligro al área de Dani Barrio -salvo en un error en el despeje del guardameta carbayón a los 13 minutos de la segunda mitad-, además de muy poca pegada en el ataque donde Casares y Pepe Díaz estuvieron muy desasistidos a lo largo del choque en O Couto.
El poco peligro generado por el Oviedo en la portería de Pato llegó, casi con totalidad, a balón parado con lanzamientos desde el córner o saques de falta. La creación en el juego azul apenas existió. Cierto es que el campo no estaba en sus mejores condiciones y, salvo algunas internadas de Xavi Moré por la banda derecha, el cuadro azul pasó sin pena ni gloria en su visita a Galicia.
La buena suerte, además, no acompañó al equipo de Sarriugarte en sus contadas ocasiones en la tarde de ayer. Por ejemplo, cuando Casares remató en la frontal del área pequeña y el esférico acabó estrellándose en un defensa local a diez minutos para que llegara el descanso.
Tampoco en la reanudación del encuentro quiso sonreírle la fortuna a la escuadra azul. Casarés puso un balón medido desde la derecha que cabeceó Baquero, encontró el cuerpo de Capi y la pelota le rechazó en el cuerpo a Álvaro Cuello obligando a Pato a realizar un prodigiosa parada. Fue el único lanzamiento entre palos del Real Oviedo y corría el minuto 51 del choque.
La entrada de Fran Sol por Íker Alegre a falta de 25 minutos para la finalización tampoco le dio la mordiente esperada al Oviedo, tampoco la salida de Josep Señé en el lugar de Casares tuvo el efecto esperado cuando ya sólo restaban 10 minutos de partido en O Couto. Y entre medias, Owona tuvo que sustituir a un lesionado Álvaro Cuello.
El punto, si se busca el lado positivo, le sirve a los carbayones para recortarle distancias a un Tenerife que perdió ante el Atlético B, aunque podría haber aprovechado mejor el tropiezo de los isleños. En lo negativo, hace descender a los asturianos a la tercera plaza tras la victoria del Leganés ante el Marino de Luanco. Así, el Oviedo se sitúa ahora a siete puntos del Tenerife y a uno del Leganés.
A Butarque, el campo del Leganés, tendrá que viajar el Oviedo dentro de dos semanas. Será tras medirse el próximo domingo en el Carlos Tartiere al Caudal de Mieres que ahora se pone a dos puntos del equipo que dirige Félix Sarriugarte.
Tras haber sido ratificado en su cargo como entrenador hace dos semanas, el empate y, sobre todo, la imagen del Oviedo en Ourense vuelven a abrir el debate sobre la continuidad del técnico de Durango en el banquillo a falta de once jornadas para la finalización del campeonato en Segunda División B. A favor de Félix Sarriugarte, la situación del equipo en el 'play-off' de ascenso de forma permanente.
En su contra, la fiabilidad escasa que ha mostrado el equipo lejos del Carlos Tartiere, con una victoria, un empate y tres derrotas en las cinco últimas jornadas como visitante.
Con la ausencia obligada por sanción de Martín Mantovani, el técnico azul optó por colocar a David y Baquero como centrales, cambiar a Álvaro Cuello a la banda derecha e hizo actuar a Javi Cantero como lateral zurdo muchas semanas después de haber perdido la titularidad.
No fueron los únicos cambios en la alineación oviedista ya que Héctor Simón perdió su sitio en el centro del campo y Sarriugarte apostó por Aitor Sanz y Cerrajería como organizadores del juego visitante.
Quizás fue el Oviedo el equipo que supo controlar el partido, pero no pasó de ahí. Control del balón y ausencia de llegadas con peligro al área de Dani Barrio -salvo en un error en el despeje del guardameta carbayón a los 13 minutos de la segunda mitad-, además de muy poca pegada en el ataque donde Casares y Pepe Díaz estuvieron muy desasistidos a lo largo del choque en O Couto.
El poco peligro generado por el Oviedo en la portería de Pato llegó, casi con totalidad, a balón parado con lanzamientos desde el córner o saques de falta. La creación en el juego azul apenas existió. Cierto es que el campo no estaba en sus mejores condiciones y, salvo algunas internadas de Xavi Moré por la banda derecha, el cuadro azul pasó sin pena ni gloria en su visita a Galicia.
La buena suerte, además, no acompañó al equipo de Sarriugarte en sus contadas ocasiones en la tarde de ayer. Por ejemplo, cuando Casares remató en la frontal del área pequeña y el esférico acabó estrellándose en un defensa local a diez minutos para que llegara el descanso.
Tampoco en la reanudación del encuentro quiso sonreírle la fortuna a la escuadra azul. Casarés puso un balón medido desde la derecha que cabeceó Baquero, encontró el cuerpo de Capi y la pelota le rechazó en el cuerpo a Álvaro Cuello obligando a Pato a realizar un prodigiosa parada. Fue el único lanzamiento entre palos del Real Oviedo y corría el minuto 51 del choque.
La entrada de Fran Sol por Íker Alegre a falta de 25 minutos para la finalización tampoco le dio la mordiente esperada al Oviedo, tampoco la salida de Josep Señé en el lugar de Casares tuvo el efecto esperado cuando ya sólo restaban 10 minutos de partido en O Couto. Y entre medias, Owona tuvo que sustituir a un lesionado Álvaro Cuello.
El césped, ese eterno enemigo del Oviedo. Al menos esta temporada. Si el terreno de juego del Tartiere ha sido señalado, con razón, como el culpable de que el juego no sea tan vistoso como se presupone para un equipo como el Oviedo, el terreno de O Couto fue ayer también culpable directo. Al menos es lo que se desprende de las declaraciones de Félix Sarriugarte que valoró como positivo el empate pero lamentó que el césped no permitiera ver una versión más lustrosa de los azules.
«La sensación que me deja el partido es que fue francamente difícil jugar al fútbol en este césped. Hemos tenido nuestras opciones a balón parado, no hemos cometido apenas errores atrás y tuvimos ambición buscando la portería rival», explicó Sarriugarte. «Es un buen punto pero veníamos a Orense a por más», resumió el técnico oviedista.
El entrenador vasco sacó una lectura positiva del encuentro de ayer. «El trabajo del equipo ha sido encomiable. Para estar peleando por las cotas mas altas debes empatar en los partidos en los que no puedes ganar. Nos queda la amargura de no haber podido concretar más», señaló el entrenador azul.
Los resultados de la jornada aclaran el panorama al Oviedo, aunque el club azul solo se pudo aprovechar de forma parcial. A pesar del tropiezo del Tenerife (perdió 1-0 contra el Atlético de Madrid B), el técnico señaló que «solo miro lo que hacemos nosotros, prefiero no fijarme en el resto de equipos. Nuestra trayectoria fuera de casa había quedado emborronada después de los tropiezos contra el Alcalá de Henares y el Marino canario, pero en Orense hemos recuperado las virtudes de toda la temporada».
El técnico oviedista finalizó su comparecencia en la sala de prensa con más muestras de optimismo: «cada vez damos más muestras de solidez. Cuando hemos tenido algún mal partido lo hemos reconocido, pero la trayectoria del equipo es positiva».
«La sensación que me deja el partido es que fue francamente difícil jugar al fútbol en este césped. Hemos tenido nuestras opciones a balón parado, no hemos cometido apenas errores atrás y tuvimos ambición buscando la portería rival», explicó Sarriugarte. «Es un buen punto pero veníamos a Orense a por más», resumió el técnico oviedista.
El entrenador vasco sacó una lectura positiva del encuentro de ayer. «El trabajo del equipo ha sido encomiable. Para estar peleando por las cotas mas altas debes empatar en los partidos en los que no puedes ganar. Nos queda la amargura de no haber podido concretar más», señaló el entrenador azul.
Los resultados de la jornada aclaran el panorama al Oviedo, aunque el club azul solo se pudo aprovechar de forma parcial. A pesar del tropiezo del Tenerife (perdió 1-0 contra el Atlético de Madrid B), el técnico señaló que «solo miro lo que hacemos nosotros, prefiero no fijarme en el resto de equipos. Nuestra trayectoria fuera de casa había quedado emborronada después de los tropiezos contra el Alcalá de Henares y el Marino canario, pero en Orense hemos recuperado las virtudes de toda la temporada».
El técnico oviedista finalizó su comparecencia en la sala de prensa con más muestras de optimismo: «cada vez damos más muestras de solidez. Cuando hemos tenido algún mal partido lo hemos reconocido, pero la trayectoria del equipo es positiva».
Como si no hubiera cambiado el locutor,
la explicación de Luisito, entrenador del Ourense, coincidió en su mayor
parte con la de Sarriugarte. Al menos a la hora de señalar al culpable
directo de que se viera un partido tan aburrido. «Prefería que el campo
hubiera estado bien, aunque nos hubiera perjudicado. No puede ser que
por la mañana necesitáramos regarlo y no funcionaran los aspersores. El
campo estaba lleno y no fuimos capaces de dar tres pases seguidos
ninguno de los dos equipos», aseguró.
El entrenador tenía mucha ilusión
en el encuentro como reconoció al final del choque. «El Oviedo ha jugado
tal y como lo esperaba. Es un equipo que juega con urgencias porque su
objetivo es el primer puesto. Como había tropezado el Tenerife tenía una
gran oportunidad de acercarse al líder», indicó.
«A mis jugadores les he dicho que si comparábamos el presupuesto de uno y otro y lo que cobra cada equipo mejor no salíamos a competir, pero esto es para hombres. Y les hemos plantado cara», sentenció.
No hay comentarios:
Publicar un comentario