Foto: Nacho Felgueroso |
Real Oviedo: Orlando Quintana; David Fernández, Mantovani, Baquero, Álvaro; Iker Alegre (Fran Sol, minuto 79), Aitor Sanz, Cerrajeria, Señé (Xavi Moré, minuto 72); Manu Busto (Iván Rubio, minuto 85) y Diego Cervero
Árbitro: Collado López (Castilla-La Mancha). Amarilla a los locales Tomeu, José Ruiz y Samuel
Goles: 0-1, minuto 57: Cervero; 0-2, minuto 69: Cervero; 0-3, minuto 88: Cervero
Inciedencias: Coliseum Alfonso Pérez, 600 espectadores
Árbitro: Collado López (Castilla-La Mancha). Amarilla a los locales Tomeu, José Ruiz y Samuel
Goles: 0-1, minuto 57: Cervero; 0-2, minuto 69: Cervero; 0-3, minuto 88: Cervero
Inciedencias: Coliseum Alfonso Pérez, 600 espectadores
Que Diego Cervero es algo más que un jugador en el Real Oviedo es un hecho constatado. El delantero azul, estandarte de la afición desde el año 2003, pese a sus marchas en dos ocasiones del equipo de su corazón, supone un símbolo que refleja el orgullo, valor y garra que relata el himno de la entidad oviedista y que quiere devolver al equipo al fútbol profesional tras una década penando entre la Segunda División B y la Tercera División.
En Getafe, Cervero fue el líder de un equipo que supo sobreponerse al puñetazo en la boca del estómago que supuso la derrota ante el Tenerife. Por lo doloroso de la misma y porque con ellas los asturianos perdían toda opción a pelear por el campeonato, tan decisorio a la hora de encarar la pelea por el cambio de categoría a finales del mes de mayo.
Aunque fuese por despejar dudas, la victoria en Getafe supone mucho más. El Oviedo cortó de raíz la mala racha a domicilio donde sumaba tres meses sin ganar. La última victoria había sido en Fuenlabrada, en enero y también con la camiseta verde que sirvió igualmente para puntuar en Tenerife. Pero no fue cuestión de colores, sino de actitud, aptitud, buen juego y dominio durante casi todo el partido.
Era el partido que hacía falta, por decirlo pronto y rápido, y el conjunto de Granero interpretó el encuentro a las mil maravillas desde el pitido inicial. El Getafe B fue incapaz de 'toser' a los visitantes, que gozaron de la posesión aunque la misma no se tradujo en muchas ocasiones durante el primer tiempo. Eso sí, las que hubo levantaron a los asistentes de los asientos. Por ejemplo, un derechazo de Manu Busto desde dentro del área y que hizo moverse la portería tras impactar en el larguero. Poco antes del descanso, un envío de Cervero pareció tocar en el brazo de un defensa local sin que el colegiado interpretase pena máxima.
Lo cierto es que el resultado de 0-0 al descanso no hacía justicia al cuadro de Granero, remozado ante las ausencias. Cerrajería y Aitor formaron la pareja en el centro del campo y a Señé le tocó acostumbrarse al costado izquierdo. No brilló pero cumplió, no había porque pedirle más.
El paso por el vestuario no le sentó bien a los carbayones, que pasaron por minutos de agobios que cortó de raíz Diego Cervero. No dudó el ariete en empujar el balón a la red a los 13 minutos tras un centro desde la derecha de Íker Alegre.
Los mismos protagonistas pusieron el 0-2. El extremo fue derribado por el guardameta Tomeu, al que Collado López perdonó la expulsión, y el delantero no falló desde los once metros. De 43 penaltis lanzados por Cervero, lleva anotados 42. Sólo erró uno en su etapa en Logroño. Con el partido sentenciado y antes de que Cervero firmase el triplete goleador, Xavi Moré pudo disfrutar de 20 minutos y Fran Sol volvió a jugar tras varias semanas fuera de la citación en una tarde redonda para la parroquia asturiana.
A falta de la clasificación matemática para las eliminatorias de ascenso a Segunda División, que podría darse al cierre de la jornada si le acompañan los resultados a los azules, el Oviedo afrontará las últimas tres jornadas con el objetivo de «ganar todos los partidos que restan», en palabras del entrenador al finalizar el partido. Los duelos ante el Coruxo y Sporting B en casa, y el Marino de Luanco en Miramar, entre medias, serán el cierre de campeonato antes del sorteo lunes 20 de mayo en la Ciudad Deportiva de Las Rozas y que iniciará el comienzo del asalto final.
En Getafe, Cervero fue el líder de un equipo que supo sobreponerse al puñetazo en la boca del estómago que supuso la derrota ante el Tenerife. Por lo doloroso de la misma y porque con ellas los asturianos perdían toda opción a pelear por el campeonato, tan decisorio a la hora de encarar la pelea por el cambio de categoría a finales del mes de mayo.
Aunque fuese por despejar dudas, la victoria en Getafe supone mucho más. El Oviedo cortó de raíz la mala racha a domicilio donde sumaba tres meses sin ganar. La última victoria había sido en Fuenlabrada, en enero y también con la camiseta verde que sirvió igualmente para puntuar en Tenerife. Pero no fue cuestión de colores, sino de actitud, aptitud, buen juego y dominio durante casi todo el partido.
Era el partido que hacía falta, por decirlo pronto y rápido, y el conjunto de Granero interpretó el encuentro a las mil maravillas desde el pitido inicial. El Getafe B fue incapaz de 'toser' a los visitantes, que gozaron de la posesión aunque la misma no se tradujo en muchas ocasiones durante el primer tiempo. Eso sí, las que hubo levantaron a los asistentes de los asientos. Por ejemplo, un derechazo de Manu Busto desde dentro del área y que hizo moverse la portería tras impactar en el larguero. Poco antes del descanso, un envío de Cervero pareció tocar en el brazo de un defensa local sin que el colegiado interpretase pena máxima.
Lo cierto es que el resultado de 0-0 al descanso no hacía justicia al cuadro de Granero, remozado ante las ausencias. Cerrajería y Aitor formaron la pareja en el centro del campo y a Señé le tocó acostumbrarse al costado izquierdo. No brilló pero cumplió, no había porque pedirle más.
El paso por el vestuario no le sentó bien a los carbayones, que pasaron por minutos de agobios que cortó de raíz Diego Cervero. No dudó el ariete en empujar el balón a la red a los 13 minutos tras un centro desde la derecha de Íker Alegre.
Los mismos protagonistas pusieron el 0-2. El extremo fue derribado por el guardameta Tomeu, al que Collado López perdonó la expulsión, y el delantero no falló desde los once metros. De 43 penaltis lanzados por Cervero, lleva anotados 42. Sólo erró uno en su etapa en Logroño. Con el partido sentenciado y antes de que Cervero firmase el triplete goleador, Xavi Moré pudo disfrutar de 20 minutos y Fran Sol volvió a jugar tras varias semanas fuera de la citación en una tarde redonda para la parroquia asturiana.
A falta de la clasificación matemática para las eliminatorias de ascenso a Segunda División, que podría darse al cierre de la jornada si le acompañan los resultados a los azules, el Oviedo afrontará las últimas tres jornadas con el objetivo de «ganar todos los partidos que restan», en palabras del entrenador al finalizar el partido. Los duelos ante el Coruxo y Sporting B en casa, y el Marino de Luanco en Miramar, entre medias, serán el cierre de campeonato antes del sorteo lunes 20 de mayo en la Ciudad Deportiva de Las Rozas y que iniciará el comienzo del asalto final.
No hay comentarios:
Publicar un comentario