Foto: Ricardo Grobas |
«No hay excusas». A Carlos Granero, no le vale la supuesta presión que ejerce el público del Tartiere o cualquier otro factor que pueda influir a sus futbolistas para que bajen el rendimiento cuando juegan en su feudo. El técnico valenciano pidió ayer «un paso adelante» a sus jugadores: «este es un momento en el que el futbolista tiene que dar un paso adelante, mostrar personalidad, desparpajo, intensidad, determinación y jugar en casa como lo hace fuera».
El entrenador azul es consciente de que todos los caminos hacia el liderato de la clasificación pasan por mejorar los números como locales, y de que necesita enganchar a la afición con una buena actuación en el Tartiere. Por esa razón ha marcado en rojo el partido de mañana (18 horas) ante el Racing de Ferrol para cambiar esa tendencia. «Estamos en nuestra casa, con nuestra gente, con nuestra afición y queremos darles una alegría y una satisfacción. Es el lugar donde realmente tenemos que demostrar nuestro verdadero poderío», reconocía el técnico tras el entrenamiento de ayer en El Requexón. En lo que no se quiso extender es en las razones que han llevado a los suyos a sumar tan sólo nueve puntos en los siete partidos que han jugado en el Tartiere: «hay muchas razones, no hay una única razón», zanjó.
Lo más cercano a una explicación para el bajo rendimiento que están dando los azules en el municipal ovetense fue una comparación entre sus jugadores y unos imaginarios aspirantes a sacarse el carné de conducir en un examen práctico: «es como aquella persona que se encuentra perfectamente capacitada para sacarse el carné de conducir y resulta que, aunque es muy capaz y está muy preparado, va y le dice a su profesor que el que le examina le pone nervioso. Pues no. Tienes que aprobar porque estás capacitado, tienes condiciones y manejas muy bien el coche. Déjate de que el de atrás te pone nervioso».
La receta para mejorar las cosas es para el entrenador azul tan sencilla como trasladar al Tartiere el trabajo que se hace en los entrenamientos y en los partidos que disputan como foráneos: «confío y espero y creo a muerte en que estos chavales van a ser capaces de una vez por todas de ofrecer en casa la imagen que trasladan fuera y en el trabajo del día a día».
Para cambiar la tendencia de tres partidos sin ganar en su feudo, el Oviedo se las verá con un rival que llega en un gran momento y al que Granero ha dedicado grandes elogios: «es uno de los equipos más en forma de la categoría. Este es un conjunto que realmente es un proyecto, a este sí se le puede llamar proyecto. Llevan tres años juntos, han conseguido un ascenso, juegan de memoria, es un equipo que tiene muchos recursos, que se siente a gusto con balón, pero que también sabe jugar sin balón, es un equipo que para mí es de los que claramente tiene que estar arriba, y de hecho está arriba. A mí me gusta ese equipo». Tiene razones el entrenador del Oviedo para temer a un Racing de Ferrol que llega al Tartiere tras ganar los cuatro últimos encuentros, lo que le ha valido para colocarse segundos.
En lo que no quiere fijarse demasiado Granero es en las ausencias que tiene para este partido: «nunca nos hemos quejado de eso, nunca lo hemos utilizado como excusa, siempre hemos mantenido y defendido que somos un bloque», zanjó Granero. Y eso que será uno de los encuentros en los que se le acumulen un mayor número de bajas, un total de cinco: el portero Pol y el lateral izquierdo Sergio Díaz no estarán por lesión y el central Javi Hernández y el delantero Alain, por sanción. A estas cuatro ausencias se suma la de Jon Erice, en la recta final de su recuperación. «Erice presenta molestias en el golpeo y limitaciones en algunos gestos. Todavía le cuesta entrenar al ritmo que entrena el resto de compañeros. Seguramente la semana que viene sea una semana definitiva e importante. Pero nosotros le vemos muy justo todavía», analizaba el técnico sobre el proceso de recuperación del mediocentro navarro.
El entrenador azul es consciente de que todos los caminos hacia el liderato de la clasificación pasan por mejorar los números como locales, y de que necesita enganchar a la afición con una buena actuación en el Tartiere. Por esa razón ha marcado en rojo el partido de mañana (18 horas) ante el Racing de Ferrol para cambiar esa tendencia. «Estamos en nuestra casa, con nuestra gente, con nuestra afición y queremos darles una alegría y una satisfacción. Es el lugar donde realmente tenemos que demostrar nuestro verdadero poderío», reconocía el técnico tras el entrenamiento de ayer en El Requexón. En lo que no se quiso extender es en las razones que han llevado a los suyos a sumar tan sólo nueve puntos en los siete partidos que han jugado en el Tartiere: «hay muchas razones, no hay una única razón», zanjó.
Lo más cercano a una explicación para el bajo rendimiento que están dando los azules en el municipal ovetense fue una comparación entre sus jugadores y unos imaginarios aspirantes a sacarse el carné de conducir en un examen práctico: «es como aquella persona que se encuentra perfectamente capacitada para sacarse el carné de conducir y resulta que, aunque es muy capaz y está muy preparado, va y le dice a su profesor que el que le examina le pone nervioso. Pues no. Tienes que aprobar porque estás capacitado, tienes condiciones y manejas muy bien el coche. Déjate de que el de atrás te pone nervioso».
La receta para mejorar las cosas es para el entrenador azul tan sencilla como trasladar al Tartiere el trabajo que se hace en los entrenamientos y en los partidos que disputan como foráneos: «confío y espero y creo a muerte en que estos chavales van a ser capaces de una vez por todas de ofrecer en casa la imagen que trasladan fuera y en el trabajo del día a día».
Para cambiar la tendencia de tres partidos sin ganar en su feudo, el Oviedo se las verá con un rival que llega en un gran momento y al que Granero ha dedicado grandes elogios: «es uno de los equipos más en forma de la categoría. Este es un conjunto que realmente es un proyecto, a este sí se le puede llamar proyecto. Llevan tres años juntos, han conseguido un ascenso, juegan de memoria, es un equipo que tiene muchos recursos, que se siente a gusto con balón, pero que también sabe jugar sin balón, es un equipo que para mí es de los que claramente tiene que estar arriba, y de hecho está arriba. A mí me gusta ese equipo». Tiene razones el entrenador del Oviedo para temer a un Racing de Ferrol que llega al Tartiere tras ganar los cuatro últimos encuentros, lo que le ha valido para colocarse segundos.
En lo que no quiere fijarse demasiado Granero es en las ausencias que tiene para este partido: «nunca nos hemos quejado de eso, nunca lo hemos utilizado como excusa, siempre hemos mantenido y defendido que somos un bloque», zanjó Granero. Y eso que será uno de los encuentros en los que se le acumulen un mayor número de bajas, un total de cinco: el portero Pol y el lateral izquierdo Sergio Díaz no estarán por lesión y el central Javi Hernández y el delantero Alain, por sanción. A estas cuatro ausencias se suma la de Jon Erice, en la recta final de su recuperación. «Erice presenta molestias en el golpeo y limitaciones en algunos gestos. Todavía le cuesta entrenar al ritmo que entrena el resto de compañeros. Seguramente la semana que viene sea una semana definitiva e importante. Pero nosotros le vemos muy justo todavía», analizaba el técnico sobre el proceso de recuperación del mediocentro navarro.
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