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| Foto: La nueva España |
SD Logroñés: Mandaluniz; Alcántara, Rojas (Candelas, minuto 76), Loza, Iñaki; Del Puente, Sota, Miguel, Toledo (Laencina, minuto 70); Mario León (Tamayo, minuto 85) y Javi Torres
Real Oviedo: Pol; Alba, Pardo, Javi Hernández, Sergio Díaz; Susaeta (Annunziata, minuto 66), Héctor Simón, Salva Rivas, Sergio García (Señé, minuto 70); Alain (Iván Rubio, minuto 80) y Diego Cervero
Árbitro: Fuente Martín (comité Cántabro). Amarilla a los locales Mandaluniz, Candelas y Mario León y al visitante Salva Rivas. Expulsó a los técnicos visitantes Velázquez y Carmelo del Pozo.
Goles: 0-1, minuto 70: Annunziata; 1-1, minuto 71: Laencina; 1-2, minuto 73: Salva Rivas.
Árbitro: Fuente Martín (comité Cántabro). Amarilla a los locales Mandaluniz, Candelas y Mario León y al visitante Salva Rivas. Expulsó a los técnicos visitantes Velázquez y Carmelo del Pozo.
Goles: 0-1, minuto 70: Annunziata; 1-1, minuto 71: Laencina; 1-2, minuto 73: Salva Rivas.
Incidencias: Las Gaunas, 3.000 espectadores.
Tras la dolorosa derrota ante el Racing de Santander la semana pasada, con ridículo mayúsculo en la primera mitad, el Real Oviedo tenía un partido por delante para reivindicarse. Y lo hizo. Granero, poco amigo de los cambios, sí los realizó en esta ocasión y el primero llegó en la portería, con la entrada como titular de Pol Freixanet, que solo había participado en partido oficial en el encuentro copero de Haro, también en La Rioja. En la defensa se produjo el guión esperado, con Sergio Díaz y Alba en los laterales y con Javi Hernández como compañero de Pardo.
Sergio García fue el encargado de ocupar el lugar del lesionado Eneko en la izquierda, mientras que Alain acompañó a Cervero en el ataque. Y hubo un cambio más, y fue de esquema táctico. Granero volvió al dibujo del arranque liguero, con dos pivotes claros, y ahí su equipo se encontró más cómodo.
Con el césped de Las Gaunas como una alfombra, ambos equipos saltaron al terreno de juego decididos a jugar al fútbol y el público pudo disfrutar de un choque vistoso y plagado de ocasiones. No hubo que tardar mucho y el primer aviso lo puso el local Torres -a los cinco minutos- con un disparo que se marchó fuera. Las respuesta la puso Alain un minuto después y solo la actuación de Mandaluniz evitó que los carbayones se adelantasen en el electrónico.
Pol decidió aprovechar su oportunidad como titular y efectuó una eficaz parada al disparo de Toledo mediado el primer periodo. Las dos últimas ocasiones de los 45 minutos iniciales fueron para el Oviedo, con un disparo desde la frontal de Héctor Simón que se fue alto y un cabezo de Cervero que siguió el mismo camino después de un medido centro de Sergio Díaz.
Con una salida calmada en la segunda mitad, Granero acertó con los cambios. Annunziata salió para sustituir a Susaeta al poco de la reanudación y se convirtió en el hombre del partido. De las botas del canario salió el primer gol del partido. Corría el minuto 70 y el mediapunta pidió lanzar una falta escorada muy poco a la izquierda y casi sobre la línea del área. La colocó con maestría por encima de la barrera y el portero local solo pudo contemplar como el balón besaba las mallas.
Y ahí llegaron los minutos de locura. Al Oviedo le duró un minuto la alegría, ya que Laencina, con un bonito tanto por la escuadra, lograba el tanto del empate. Pero la de la Las Gaunas era la tarde del Oviedo, que en el 73 volvía a ponerse por delante en el marcador gracias a Salva Rivas que resolvió una jugada dentro del área tras una falta botada por Héctor Simón.
El tramo final del encuentro no fue precisamente tranquilo, con amago de tangana incluido, pero la sensación de los últimos compases fue que el Oviedo estuvo más cerca del tercer gol que la Sociedad Deportiva Logroñés del empate.
La única nota triste de la jornada la firmó el apedreamiento de las lunas del autobús de la Peña Azul de Olloniego en la madrugada del sábado al domingo. Tras las gestiones hechas por el consejero Chema Suárez y por miembros de la Aparo, los peñistas pudieron ser recolocados en los viajes de otros colectivos de oviedistas.
En lo deportivo, el Real Oviedo volverá a jugar el próximo domingo. Será a las 18.30 horas en el Carlos Tartiere ante la Sociedad Deportiva Compostela, que ayer empató en el multiusos de San Lázaro ante el Sporting B.
Tras la dolorosa derrota ante el Racing de Santander la semana pasada, con ridículo mayúsculo en la primera mitad, el Real Oviedo tenía un partido por delante para reivindicarse. Y lo hizo. Granero, poco amigo de los cambios, sí los realizó en esta ocasión y el primero llegó en la portería, con la entrada como titular de Pol Freixanet, que solo había participado en partido oficial en el encuentro copero de Haro, también en La Rioja. En la defensa se produjo el guión esperado, con Sergio Díaz y Alba en los laterales y con Javi Hernández como compañero de Pardo.
Sergio García fue el encargado de ocupar el lugar del lesionado Eneko en la izquierda, mientras que Alain acompañó a Cervero en el ataque. Y hubo un cambio más, y fue de esquema táctico. Granero volvió al dibujo del arranque liguero, con dos pivotes claros, y ahí su equipo se encontró más cómodo.
Con el césped de Las Gaunas como una alfombra, ambos equipos saltaron al terreno de juego decididos a jugar al fútbol y el público pudo disfrutar de un choque vistoso y plagado de ocasiones. No hubo que tardar mucho y el primer aviso lo puso el local Torres -a los cinco minutos- con un disparo que se marchó fuera. Las respuesta la puso Alain un minuto después y solo la actuación de Mandaluniz evitó que los carbayones se adelantasen en el electrónico.
Pol decidió aprovechar su oportunidad como titular y efectuó una eficaz parada al disparo de Toledo mediado el primer periodo. Las dos últimas ocasiones de los 45 minutos iniciales fueron para el Oviedo, con un disparo desde la frontal de Héctor Simón que se fue alto y un cabezo de Cervero que siguió el mismo camino después de un medido centro de Sergio Díaz.
Con una salida calmada en la segunda mitad, Granero acertó con los cambios. Annunziata salió para sustituir a Susaeta al poco de la reanudación y se convirtió en el hombre del partido. De las botas del canario salió el primer gol del partido. Corría el minuto 70 y el mediapunta pidió lanzar una falta escorada muy poco a la izquierda y casi sobre la línea del área. La colocó con maestría por encima de la barrera y el portero local solo pudo contemplar como el balón besaba las mallas.
Y ahí llegaron los minutos de locura. Al Oviedo le duró un minuto la alegría, ya que Laencina, con un bonito tanto por la escuadra, lograba el tanto del empate. Pero la de la Las Gaunas era la tarde del Oviedo, que en el 73 volvía a ponerse por delante en el marcador gracias a Salva Rivas que resolvió una jugada dentro del área tras una falta botada por Héctor Simón.
El tramo final del encuentro no fue precisamente tranquilo, con amago de tangana incluido, pero la sensación de los últimos compases fue que el Oviedo estuvo más cerca del tercer gol que la Sociedad Deportiva Logroñés del empate.
La única nota triste de la jornada la firmó el apedreamiento de las lunas del autobús de la Peña Azul de Olloniego en la madrugada del sábado al domingo. Tras las gestiones hechas por el consejero Chema Suárez y por miembros de la Aparo, los peñistas pudieron ser recolocados en los viajes de otros colectivos de oviedistas.
En lo deportivo, el Real Oviedo volverá a jugar el próximo domingo. Será a las 18.30 horas en el Carlos Tartiere ante la Sociedad Deportiva Compostela, que ayer empató en el multiusos de San Lázaro ante el Sporting B.
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