Diego Cervero presentado

Foto: Jonás Sánchez

«¡Somos la mejor afición de España!». Diego Cervero se saltó el guión que había ensayado camino del Tartiere para dar rienda suelta a la improvisación. Los más de mil oviedistas que se dieron cita en el estadio azul para asistir a la presentación del delantero le hicieron emocionarse por momentos. El último ídolo del Oviedo vuelve a casa y la canción «Three Lions» de «Baddiel, Skinner & Lightning Seeds» con su pegadizo estribillo «football is coming home» (el fútbol vuelve a casa) se encargó de darle la bienvenida.

Antes había sido Pedro Zuazua, consejero azul, el primero en introducir al delantero. «Vuelve a casa alguien que representa el oviedismo con mayúsculas», expresó Zuazua. «El Oviedo es un equipo al que mueve un sentimiento que no se puede encontrar en ningún otro lugar. Sólo así se explica que el pasado domingo 50 locos se reunieran en El Requexón para arreglar las instalaciones de la ciudad deportiva», añadió el consejero. 

Tras la introducción llegó el momento de Cervero. El delantero salió al terreno de juego ante el júbilo de los más de mil espectadores presentes. Saludos a diestro y siniestro, balones firmados, regalos a los asistentes y unas palabras de agradecimiento. «Me gustaría que los oviedistas hicieran un pacto conmigo», anunció, «yo les prometo que pelearemos cada minuto del entrenamiento y en cada partido. Nos comeremos el prado, haremos una piña para lograr el objetivo. A cambio os pido que el Tartiere sea un fortín, que nos apoyéis y animéis hasta el final. Juntos llegaremos lejos». 

Cervero quiso hacer partícipe a la afición del reto que ha asumido esta temporada. «Cuando acabé contrato con el Logroñés y aún no sabía que sería de mi futuro, la gente me paraba por la calle y me animaba a que firmara en el Oviedo, aunque aún no había nada. Si ahora vuelvo a ponerme la camiseta azul es en gran parte por ellos», señaló. 

El acto finalizó con el momento esperado por los más pequeños. Más de 50 niños se acercaron al césped del Tartiere para hacerse una foto con su ídolo. «No sé cuántos goles marcaré, ni que resultados lograré con el equipo, me parece difícil corresponder todo este cariño que estoy recibiendo, pero también sé una cosa: por esfuerzo, trabajo y dedicación no va a quedar», sentenció el delantero.

Nacho Azparren / La nueva España