Foto: Fernando Rodríguez |
El Oviedo espera de su último fichaje que haga honor a su apellido y
aporte alegría y velocidad al costado izquierda del club azul. Y es que
una de las grandes virtudes de Iker Alegre es su rapidez y su capacidad
para desbordar cuando sube en velocidad por la banda. Aunque la
izquierda es su lugar natural, también puede jugar por la derecha y
hasta de delantero. Se trata de un futbolista polivalente, con buen
disparo y con capacidad para hacer goles.
Tras cerrar el viernes su contrato por una temporada con el Oviedo, Alegre vivió ayer su primer día como oviedista entrenándose por primera vez en El Requexón, donde se ejercitó junto al resto de sus compañeros de equipo. Una vez concluida la sesión matinal el jugador asturiano aseguró haber estado «muy a gusto y muy cómodo. Mis compañeros me han acogido francamente bien y eso es algo que siempre te ayuda a la hora de adaptarte mejor cuando llegas a un equipo nuevo», añadió.
La jornada en El Requexón comenzó para Alegre con una charla con el técnico azul Félix Sarriugarte. Esa conversación y la primera sesión de entrenamiento fueron suficientes para que el nuevo jugador del Oviedo se hiciera una idea de lo que quiere de él el técnico vasco: «puedo aportar velocidad por banda al equipo, que es como quiere Sarriugarte que juguemos. En el entrenamiento ya me puso ahí; así que intentaré hacerlo lo mejor posible».
Iker Alegre es consciente del reto y la exigencia que supone llegar a un club como el Oviedo y lejos de esconderse asegura que esa exigencia es una de las cosas que más le motivan: «el Oviedo es uno de los mejores clubes, por no decir el mejor, de Segunda B y tiene el objetivo de estar en la zona alta de la clasificación y de ascender. Además, su masa social es impresionante y atrae a cualquier futbolista. La gente está muy ilusionada y sabe que el Oviedo tiene que estar en una categoría superior y este año vamos a tratar de conseguirlo».
Para el nuevo jugador azul de 26 años lograr el ascenso a Segunda es uno de los retos pendientes en su carrera. Tres veces ha disputado una fase de ascenso -dos con el Zamora y una con el Real Unión de Irún- y en ninguna de ellas logró el objetivo. En la temporada 2007-2008 se quedó a un paso de lograrlo con el Zamora, pero el Rayo Vallecano lo evitó en la última eliminatoria. «He tenido poca suerte y no he podido conseguir el ascenso en ninguna de las oportunidades que he tenido. Espero que este sea el año en que eso cambie y que con el Oviedo por fin pueda conseguirlo», añadió Alegre.
Menos importancia le da el nuevo jugador azul a su regreso a Asturias: «estar cerca de casa es un tema secundario porque ahora mismo lo importante es aportar lo máximo al equipo para que podamos estar en la zona alta», concluyó.
Aitor Sanz elogia a Iker Alegre
Tras cerrar el viernes su contrato por una temporada con el Oviedo, Alegre vivió ayer su primer día como oviedista entrenándose por primera vez en El Requexón, donde se ejercitó junto al resto de sus compañeros de equipo. Una vez concluida la sesión matinal el jugador asturiano aseguró haber estado «muy a gusto y muy cómodo. Mis compañeros me han acogido francamente bien y eso es algo que siempre te ayuda a la hora de adaptarte mejor cuando llegas a un equipo nuevo», añadió.
La jornada en El Requexón comenzó para Alegre con una charla con el técnico azul Félix Sarriugarte. Esa conversación y la primera sesión de entrenamiento fueron suficientes para que el nuevo jugador del Oviedo se hiciera una idea de lo que quiere de él el técnico vasco: «puedo aportar velocidad por banda al equipo, que es como quiere Sarriugarte que juguemos. En el entrenamiento ya me puso ahí; así que intentaré hacerlo lo mejor posible».
Iker Alegre es consciente del reto y la exigencia que supone llegar a un club como el Oviedo y lejos de esconderse asegura que esa exigencia es una de las cosas que más le motivan: «el Oviedo es uno de los mejores clubes, por no decir el mejor, de Segunda B y tiene el objetivo de estar en la zona alta de la clasificación y de ascender. Además, su masa social es impresionante y atrae a cualquier futbolista. La gente está muy ilusionada y sabe que el Oviedo tiene que estar en una categoría superior y este año vamos a tratar de conseguirlo».
Para el nuevo jugador azul de 26 años lograr el ascenso a Segunda es uno de los retos pendientes en su carrera. Tres veces ha disputado una fase de ascenso -dos con el Zamora y una con el Real Unión de Irún- y en ninguna de ellas logró el objetivo. En la temporada 2007-2008 se quedó a un paso de lograrlo con el Zamora, pero el Rayo Vallecano lo evitó en la última eliminatoria. «He tenido poca suerte y no he podido conseguir el ascenso en ninguna de las oportunidades que he tenido. Espero que este sea el año en que eso cambie y que con el Oviedo por fin pueda conseguirlo», añadió Alegre.
Menos importancia le da el nuevo jugador azul a su regreso a Asturias: «estar cerca de casa es un tema secundario porque ahora mismo lo importante es aportar lo máximo al equipo para que podamos estar en la zona alta», concluyó.
Aitor Sanz elogia a Iker Alegre
En su primer día como jugador azul Alegre estuvo
escoltado por su amigo Aitor Sanz, que coincidió con él dos temporadas
(2006-2008) en el Zamora, donde también estuvo en la temporada 2006-2007
Iván Candela. Sanz es ahora el encargado de hacerle a Alegre más fácil
la adaptación a un Oviedo que le ha recibido con los brazos abiertos.
Aitor
Sanz sólo tiene buenas palabras para Iker Alegre, con el que compartió
vestuario durante dos temporadas en el Zamora (2006-2008). Los dos
jugadores hicieron buenas migas en aquella etapa juntos y ahora Sanz es
el encargado de hacerle más agradable a Alegre su desembarco en el club
azul.
Para el jugador madrileño la incorporación de Alegre es un acierto. «Es un jugador polivalente, que puede jugar en varias posiciones, que le pega bien, que tiene desborde y que llega bien a la línea de fondo. Pero sobre todo es muy rápido», explica.
Más allá de sus virtudes sobre el terreno de juego, Sanz destaca del nuevo jugador azul sus cualidades como persona: «es un buen compañero, un jugador muy comprometido y que se hace querer. Es muy bromista. No creo que le cueste mucho adaptarse porque es una persona muy extrovertida y que enseguida hace amigos. En 4 ó 5 entrenamientos ya se habrá olvidado todo el mundo de que es nuevo».
El madrileño también analizó el comienzo de su tercera temporada en el club azul. Para Sanz «el ambiente extradeportivo alrededor del club es mucho mejor. Antes todo estaba en contra y ahora todo a favor. Con el anterior Consejo todo eran dudas y ahora se deja trabajar a la gente y eso es muy beneficioso».
En cuanto a los primeros días de Félix Sarriugarte como entrenador del Oviedo, Aitor Sanz reconocía que todavía está «adaptándose. Hay un grupo importante de jugadores que estaban la temporada pasada y que a los que nos tiene que inculcar una nueva manera de entrenar».
A pesar de todo, Sanz asegura que Sarriugarte es un entrenador que «aprovecha cada minuto del entrenamiento. Poco a poco se va soltando y cogiendo confianza con nosotros», concluye.
Para el jugador madrileño la incorporación de Alegre es un acierto. «Es un jugador polivalente, que puede jugar en varias posiciones, que le pega bien, que tiene desborde y que llega bien a la línea de fondo. Pero sobre todo es muy rápido», explica.
Más allá de sus virtudes sobre el terreno de juego, Sanz destaca del nuevo jugador azul sus cualidades como persona: «es un buen compañero, un jugador muy comprometido y que se hace querer. Es muy bromista. No creo que le cueste mucho adaptarse porque es una persona muy extrovertida y que enseguida hace amigos. En 4 ó 5 entrenamientos ya se habrá olvidado todo el mundo de que es nuevo».
El madrileño también analizó el comienzo de su tercera temporada en el club azul. Para Sanz «el ambiente extradeportivo alrededor del club es mucho mejor. Antes todo estaba en contra y ahora todo a favor. Con el anterior Consejo todo eran dudas y ahora se deja trabajar a la gente y eso es muy beneficioso».
En cuanto a los primeros días de Félix Sarriugarte como entrenador del Oviedo, Aitor Sanz reconocía que todavía está «adaptándose. Hay un grupo importante de jugadores que estaban la temporada pasada y que a los que nos tiene que inculcar una nueva manera de entrenar».
A pesar de todo, Sanz asegura que Sarriugarte es un entrenador que «aprovecha cada minuto del entrenamiento. Poco a poco se va soltando y cogiendo confianza con nosotros», concluye.
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