Foto: La nueva España |
Quique Pina no cesa en su empeño. El Oviedo es la apuesta del
murciano para esta temporada y busca explotar todas las opciones de
acceso al club. Aunque para ello tenga que ponerse de acuerdo con Ángel
Martín Vaca, único superviviente de la etapa de Control Sport en el club
y señalado por la afición como el causante de los males últimos del
Oviedo. El empresario murciano se reunió ayer con Martín Vaca y alcanzó
un acuerdo para hacerse con la participación de Control Sport en el
club.
El entendimiento llegó ayer en Madrid. A la reunión
asistieron Pina, sus asesores legales, Ángel Martín Vaca y Pablo Álvarez
de Linera, abogado ovetense que iba a ser nombrado secretario del
consejo de administración y que finalmente no lo será. La idea de Pina
es lograr su desembarco en el club de la mano de inversores que aporten
capital. Para ello ha llegado a un acuerdo con Martín Vaca (quien actúa
en nombre de Control Sport, empresa propiedad de Alberto González) para
hacerse con su participación accionarial.
El acuerdo entre las
partes se divide en tres puntos. El primero establece que Quique Pina
adquiere una opción de compra de las acciones de Control Sport en la
entidad. La ejecución del acuerdo permitiría al murciano controlar el
38,17 por ciento de la entidad en la actualidad en las manos del máximo
accionista. La reducción y posterior ampliación le ayudarían además a
hacerse con la mayoría accionarial con un desembolso económico menor que
si acudiera sin participación alguna.
Para intentar acelerar su
llegada, Pina se hace además con los derechos preferentes de suscripción
de acciones. La ampliación de capital concede un primer tramo de
suscripción de acciones a los accionistas preferentes, con participación
previa en el club. Ahora, el murciano puede participar en la ampliación
dentro del primer tramo. A pesar de que las acciones estén pignoradas
por el Banco Pastor, Martín Vaca sí está legitimado para transmitir sus
derechos políticos.
El tercer punto del acuerdo declara que Pina
extiende su opción de compra a todas aquellas de participaciones que no
superen el 5 por ciento del accionariado. Es decir, adquiere el
compromiso de adquirir las acciones de todos los poseedores de
participaciones con excepción del Ayuntamiento (con el 21,27 por ciento
de las acciones) y Celso González (con el 14,04). La decisión depende
del propietario de los títulos que puede transmitirlos a Pina por su
valor nominal. La oferta se realiza, así sobre cerca del 25 por ciento
de los accionistas minoritarios, por lo que la propuesta total del
murciano afecta al 65 por ciento de la masa accionarial del Oviedo.
La
operación tiene unas características similares a la que Martín Vaca
intentó llevar a cabo con González Sobrino sin que llegara finalmente a
buen puerto. Después de facilitar su salida del club y la llegada de un
nuevo consejo de administración, la mano derecha de Alberto González en
la entidad prueba ahora con otro protagonista en una operación que deja
bastantes dudas en el aire y plantea obstáculos evidentes para el clima
de tranquilidad que se había instaurado en el club.
El camino
elegido por Pina para entrar el club apunta directamente a la ampliación
de capital. El consejo de administración presidido por Toni Fidalgo no
tiene previsto, sin embargo, convocar la ampliación hasta septiembre lo
que el posible desembarco de Pina se produciría con la competición ya
iniciada. La otra posibilidad que tiene el murciano es convocar una
junta extraordinaria que acelerara los trámites pertinentes para
convocar una ampliación de capital. El consejo de administración del
Oviedo ha decidido que Pablo Álvarez de Linera no sea nombrado
secretario por su participación en la operación paralela y ve los
movimientos de Pina y Martín Vaca como un intento de desestabilizar al
club azul.
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