Foto: La nueva España |
Arturo Elías daba ayer el pistoletazo de salida a la nueva etapa del
Oviedo, con el magnate Carlos Slim, el hombre más rico del mundo, como
accionista de referencia. Este nuevo Oviedo ya ha conseguido una cosa de
antemano: devolver la sonrisa a una afición que ha recuperado la
alegría y la esperanza en el futuro tras mucho tiempo de pesimismo y
desilusión.
Elías, yerno de Slim y quien será su persona de
confianza para el Oviedo, es consciente, después de lo que sucedió en la
ampliación de capital, en la que los pequeños accionistas pusieron dos
millones de euros, de que la entidad azul tiene en la masa social a su
gran tesoro. Lo demostró nada más bajarse del avión que le traía de
Londres. «No soy el salvador del Oviedo; al Oviedo lo ha salvado su
afición», manifestó poco después de pisar por primera vez en su vida
suelo asturiano.
Acompañado en todo momento por el presidente del
Oviedo, Toni Fidalgo, Arturo Elías se trasladó desde el aeropuerto al
hotel de La Reconquista, en el que se hospeda el empresario. Antes de
entrar a su habitación, y siempre con una gran sonrisa por delante,
insistió en que es el grupo empresarial que él representa, el grupo
Carso, «está muy contento y agradecido por haber podido entrar en el
Oviedo».
Arturo Elías explicó que su intención este fin de semana
es «conocer muy profundamente todo lo que está pasando. Hablar con Toni
(Fidalgo) para que me diga qué es lo siguiente que hay que hacer, y a
partir de ahí tratar de hacer las cosas lo mejor posible». El yerno de
Slim reconoció que tiene por delante unos días muy intensos: «me
pusieron a trabajar fuerte», bromeaba.
Y una vez más hizo
referencia a la afición, a la que «responsabilizó» de que el grupo Carso
se decidiera a entrar en el club azul: «fue un movimiento
importantísimo a nivel mundial el que lograron los aficionados del Real
Oviedo. Pensar en un equipo con una afición así, con ese corazón, con
esa garra, con esas ganas de que sobreviva su equipo, mueve a
cualquiera. Y eso fue lo que nos movió también a nosotros».
El
representante de Carlos Slim para el Oviedo también reconoció que está
deseando sentarse en el palco azul para ver un partido en directo en el
Carlos Tartiere -lo que hará mañana-, y dijo que espera «ver al equipo
ganar», aunque advirtió de que no suele pasar desapercibido cuando
presencia un partido de fútbol: «me vuelvo loco. Me tenso muchísimo en
los partidos. La verdad es que sufro mucho, muchísimo, pero gozo también
al mismo tiempo».
Arturo Elías llevaba poco más de una hora en
Asturias y ya había comprobado de primera mano el ambiente de ilusión
que se vive en torno al Oviedo. Apenas se tomó unos minutos de descanso
en la habitación de su hotel porque la agenda apretaba. La siguiente
parada era el Palacio de Presidencia, donde le esperaba Javier
Fernández, con quien departió durante una media hora. Tras la reunión,
Elías agradeció el trato que le había dado el presidente del Principado:
«ha sido muy amable. Estuvimos hablando de todo un poco; de fútbol, de
economía mundial... hasta de carreras de coches. De todo un poco. Ha
sido muy amable y estamos muy agradecidos porque nos haya recibido».
El empresario mexicano reveló que antes de entrar en el accionariado del
Oviedo consultaron con Javier Fernández: «Para nosotros era muy
importante contar con el apoyo del Presidente. El día que hicimos la
inversión hablamos por teléfono con él para ver si estaba de acuerdo con
nuestra inversión. Ya entonces nos dio una calurosa bienvenida, y hoy
(por ayer) la reafirmó».
No había tiempo que perder. Eran las 20 horas y le quedaba poco más de media hora antes de tener su primer contacto con la afición del Oviedo. Fue en el restaurante De Labra, donde la Asociación de Peñas Azules del Real Oviedo (APARO) entregaba ayer el trofeo «Herrerita». Y por primera vez desde que llegó a Asturias a Arturo Elías se le vio realmente sorprendido. Y es que fue recibido por los aficionados congregados allí como un auténtico héroe. La gente le abrazaba y le daba las gracias por su aportación.
Tras unos primeros momentos de locura y tras sentir en carne propia el calor de la afición azul, Elías tuvo tiempo para departir con los peñistas, a los que reconoció que estaba «emocionado». «Cuando entro en un negocio lo que miro es el capital económico, pero en este caso lo que más nos ha llamado la atención ha sido el capital humano», insistió el empresario mexicano. Tan grata fue la acogida que Elías no quiso irse sin saludar uno a uno a todos los aficionados que se habían dado cita en el local carbayón.
A Elías aún le quedaba una parada más antes de cerrar la jornada: la cita con todos los miembros del consejo de administración azul en el restaurante Casa Lobato, también en Oviedo. Allí, más reposadamente y con calma, los dirigentes que han llevado a buen puerto la ampliación de capital del Oviedo -el presidente Toni Fidalgo, los consejeros Juan Ramón González, Sabino López y Pedro Zuazua, los asesores Jorge Sánchez y Hugo López, y el secretario del consejo Antonio Mijares- pusieron al día al yerno de Slim de todos los asuntos que tiene que afrontar el club azul; le expusieron el plan de trabajo de los próximos meses, tanto en el apartado deportivo como en el económico. Tras esa reunión Arturo Elías tendrá más claras las ideas sobre el club del que ahora el grupo Carso, al que representa, es el principal accionista. Un club y una afición que le daban ayer una calurosa acogida, que hoy y mañana tendrán oportunidad de repetir.
No había tiempo que perder. Eran las 20 horas y le quedaba poco más de media hora antes de tener su primer contacto con la afición del Oviedo. Fue en el restaurante De Labra, donde la Asociación de Peñas Azules del Real Oviedo (APARO) entregaba ayer el trofeo «Herrerita». Y por primera vez desde que llegó a Asturias a Arturo Elías se le vio realmente sorprendido. Y es que fue recibido por los aficionados congregados allí como un auténtico héroe. La gente le abrazaba y le daba las gracias por su aportación.
Tras unos primeros momentos de locura y tras sentir en carne propia el calor de la afición azul, Elías tuvo tiempo para departir con los peñistas, a los que reconoció que estaba «emocionado». «Cuando entro en un negocio lo que miro es el capital económico, pero en este caso lo que más nos ha llamado la atención ha sido el capital humano», insistió el empresario mexicano. Tan grata fue la acogida que Elías no quiso irse sin saludar uno a uno a todos los aficionados que se habían dado cita en el local carbayón.
A Elías aún le quedaba una parada más antes de cerrar la jornada: la cita con todos los miembros del consejo de administración azul en el restaurante Casa Lobato, también en Oviedo. Allí, más reposadamente y con calma, los dirigentes que han llevado a buen puerto la ampliación de capital del Oviedo -el presidente Toni Fidalgo, los consejeros Juan Ramón González, Sabino López y Pedro Zuazua, los asesores Jorge Sánchez y Hugo López, y el secretario del consejo Antonio Mijares- pusieron al día al yerno de Slim de todos los asuntos que tiene que afrontar el club azul; le expusieron el plan de trabajo de los próximos meses, tanto en el apartado deportivo como en el económico. Tras esa reunión Arturo Elías tendrá más claras las ideas sobre el club del que ahora el grupo Carso, al que representa, es el principal accionista. Un club y una afición que le daban ayer una calurosa acogida, que hoy y mañana tendrán oportunidad de repetir.
Nacho Azparren / La nueva España
No hay comentarios:
Publicar un comentario