Foto: Mario Rojas |
Superadas a base de números las críticas de una exigente grada, el
Oviedo vislumbra nuevos retos en el horizonte. La visita al Coruxo reúne
muchos elementos para hablar de un desafío de dificultad máxima. Los
gallegos han sumado 17 de sus 26 puntos como locales. O Vao se ha
convertido en un fortín que amenaza la racha azul. Sarriugarte,
agarrándose al optimismo que ha proclamado en las últimas fechas,
prefiere encarar el partido con brío: «O Vao es un campo especial. Será
una prueba para nosotros».
Al técnico no le falta razón, la
estadística refuerza su teoría. Sólo el Marino de Luanco ha sido capaz
de salir de O Vao con los tres puntos. El 2-3 con el que se fueron los
de Quirós en la 15.ª jornada es la única derrota de un equipo que basa
su buena clasificación en la firmeza defensiva. «Empezaron marcando
pocos goles, pero ahora hacen más, cuatro en las dos últimas jornadas.
Es un equipo que ha ido de menos a más», sostiene Sarriugarte.
Como
local, el Coruxo suma 17 puntos, con cinco victorias (1-0 al Salamanca,
2-0 al Rayo Vallecano B, 2-1 al Caudal, 1-0 al Atlético de Madrid B y
2-0 al Avilés) y dos empates (1-1 con el Zamora y 1-1 con el Tenerife),
además de la derrota contra el Marino. «Son fuertes en casa. Ojo, que
han ganado a Avilés y Salamanca y empatado con el Tenerife en un partido
en que merecieron más», advierte el técnico. «Los resultados lo dicen
todo», remata.
Y junto al dato estadístico, Sarriugarte analiza
más claves. «Las dimensiones del campo y el tipo de equipo al que nos
enfrentamos, que ha ido creciendo cada año, piden que preparemos algo
especial», anuncia el técnico. «Desde el punto de vista defensivo, el
partido exige rigor y concentración. Y en ataque, determinación», añade.
«Me da la impresión de que va a haber posibilidades en ambas áreas»,
vaticina.
Las palabras del técnico advierten de que habrá cambios
en el once. El partido de O Vao parece responder al patrón de un fútbol
más directo y con llegadas a ambas áreas que el habitualmente practicado
en el Tartiere. Sarriugarte podría reforzar su once con músculo. David
Fernández puede desplazarse al lateral derecho para que entre Baquero.
Cerrajería podría acompañar a Aitor Sanz en busca de envergadura para el
centro del campo.
«Seguimos nuestro camino. Tenemos clara la
dirección en el aspecto deportivo, marcamos la ruta desde el principio y
el viento puede ir por un lado u otro, pero nosotros no cambiamos
nuestro rumbo. Seguimos intentando crecer», asegura Sarriugarte. La
racha del Oviedo también habla por él. Los azules acumulan siete
encuentros sin perder y sólo han caído en uno de los últimos once
partidos.
La libreta del vasco apunta directamente a los dos
partidos que restan antes de las vacaciones de Navidad como clave para
despedir el año en la mejor situación posible. «A veces se piensa que
algunas cosas que digo son opiniones, pero los datos no lo son, son
contrastables. Estos jugadores nos han llevado al tercer puesto
repitiendo varias jornadas en posición de "play-off". Viendo la
trayectoria histórica del Oviedo en Segunda B no es algo desdeñable»,
defiende Sarriugarte.
El entrenador sabe que quedan aspectos por
mejorar. El juego del equipo aún no ha sido todo lo brillante que espera
el público del Tartiere. El mercado de invierno ofrece una ocasión
interesante para paliar algunos defectos. «Es importante mirar el
mercado, pero no urgente. Hasta enero no se pueden hacer
incorporaciones. Antes de irnos de vacaciones de Navidad tendré una
reunión con el presidente para aclarar conceptos», señala. «Hasta ahora
no nos ha ido mal con este modelo», contesta cuando se le menciona la
posibilidad de contar un con director deportivo.
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