El Carlos Tartiere acoge esta tarde una
función de altura. En el municipal ovetense se darán cita dos equipos
históricos del fútbol nacional que comparten un mismo objetivo: el
ascenso. El Oviedo llega al encuentro deseoso de demostrar a su afición
que la derrota ante el Alcalá fue tan solo un tropiezo y que la buena
marcha previa a ese partido, con tres victorias consecutivas que le han
situado en segunda posición, va a continuar. Más necesitado llega el
conjunto salmantino, a cinco puntos de los puestos de promoción y
sabedor de que las oportunidades de engancharse al tren del ascenso se
van agotando.
El Oviedo presenta un currículum impecable en casa:
ninguna derrota, dos goles recibidos y una racha de cuatro victorias
consecutivas, en las que no le han hecho ni un solo tanto. El Salamanca,
que ayer cumplió 90 años desde su fundación, llega a este partido con
la moral por las nubes después de haber endosado un contundente 4-0 al
Sporting B en un encuentro en el que dieron una gran imagen. Una
victoria con la que cortaron una serie de cuatro partidos sin ganar.
Tanto
Oviedo como Salamanca se han reforzado bastante en el mercado de
invierno con jugadores que tendrán protagonismo en el partido de esta
tarde. En el conjunto azul todo hace indicar que Pepe Díaz saldrá de
inicio ocupando la posición de media punta, en sustitución del lesionado
Manu Busto. Tampoco se puede descartar que Sarriugarte vuelva a confiar
para esa posición en Javi Casares, que ha dado un gran rendimiento
siempre que el técnico azul le ha dado una oportunidad, llegando incluso
a arrebatarle la titularidad a Manu Busto.
Lo normal es que el
doble pivote vuelva a ser para Cerrajería y Aitor Sanz. A Héctor Simón
le tocará esperar su oportunidad saliendo desde el banquillo. En la
punta de ataque estará un recuperado Cervero, que se perdió el partido
ante el Alcalá por lesión. Sarriugarte se guardará dinamita ofensiva en
el banquillo con la presencia de Fran Sol. En el extremo izquierdo
volverá, tras perderse un encuentro por sanción, Iker Alegre y en el
derecho estará Xavi Moré. Las dudas en defensa están en la posición de
central, aunque, salvo sorpresa, el puesto de Baquero lo cubrirá David
Fernández.
Una de las grandes amenazas del Salamanca la representa
el recién fichado Moreira. El jugador, guineano con pasaporte
portugués, se perdió los dos últimos partidos tras ser expulsado con
roja directa ante el Coruxo (2-2), el día de su debut, por protestar al
árbitro. En ese encuentro hizo los dos goles de su equipo y encandiló al
Helmántico con su actuación. Se trata de un veterano futbolista de 35
años que suele jugar de media punta, con experiencia en Liga de
Campeones y Liga Europa y que tiene en su haber una Liga portuguesa,
ganada con el Boavista.
Otro de los nuevos que podría salir de
inicio esta tarde es el central portugués Faria, que debutaría así con
los salmantinos. La baja de Pol Bueso abre las puertas de la titularidad
al portugués. En el caso de que el técnico del Salamanca considere que
Faria aún no está para jugar de inicio, retrasaría a la posición de
central a José Ángel y saldría de titular en el doble pivote Lázaro.
Pero
si hay un jugador que va a atraer la atención del público oviedista ese
va a ser Pablo de Lucas. El encontronazo del ilicitano con la afición
azul en la ida le va a costar algún que otro abucheo, si bien el jugador
trató de rebajar la tensión pidiendo disculpas a cualquiera que se
hubiera sentido ofendido. En lo futbolístico, De Lucas, con la presencia
de Moreira, saldrá por la izquierda. Mejor acogida tendrá un ex
oviedista que estará en el banquillo charro, el gallego Rubén García.
Otro
aspecto importante será el estado del césped del Tartiere. Al Salamanca
le gusta salir jugando el balón desde atrás y eso le va a ser más
difícil en un césped irregular y muy castigado por la abundante lluvia
que ha caído en Oviedo en los últimos días. Quien mejor se sepa adaptar a
las condiciones del Tartiere tendrá mucho ganado en este atractivo
choque.
No hay comentarios:
Publicar un comentario