Foto: La nueva España |
Félix Sarriugarte compareció ayer en rueda de prensa con un tono de optimismo y confianza en su plantilla que contrasta bastante con el mal sabor de boca que le dejó al entrenador del Oviedo la derrota (2-1) del domingo ante el Alcalá. Al vasco se le fue el cabreo después de ver trabajar a sus jugadores a lo largo de esta semana.
«Estoy tranquilo porque los veo todos los días», explica el preparador de Durango. El entrenador ha querido hacer una defensa cerrada de sus jugadores, de los que dice que «han demostrado que tienen capacidad de responder en cualquier momento y ante cualquier situación». Eso no quita para que Sarriugarte reconozca que la semana ha sido dura y que la plantilla comenzó a entrenarse el lunes «fastidiada»: «se nos ha hecho larga la semana, nos hubiera gustado tener el partido un poquito antes para quitarnos el mal sabor de boca».
El vasco también advierte de que todavía queda mucha competición y de que habrá otros momentos malos: «se darán otros partidos en los que nos salgan las cosas mal. Habrá victorias, empates y derrotas, como cualquier otro equipo. Pero para mí lo más importante es cómo respondemos a ese tipo de circunstancias que cualquier equipo tiene».
Sarriugarte, si no hay algún percance hoy, sólo tendrá las bajas de Baquero, por sanción, y de Manu Busto y Orlando Quintana, por lesión. Quien sí estará es Diego Cervero. El delantero, que se perdió el partido ante el Alcalá por sus molestias en el cuádriceps derecho, está ya recuperado. «Aunque el jueves no pudo realizar todo el entrenamiento, si mañana (por hoy) no hay ninguna sorpresa estará disponible para el partido», zanjaba el técnico azul.
El entrenador vasco es consciente de que mañana tendrá un rival de entidad, el Salamanca, por su historia y por una plantilla muy potente que se ha reforzado mucho en el mercado de invierno: «es un buen equipo, ya lo conocemos. Tienen un nivel técnico alto y va a ser un partido exigente. El Salamanca es un equipo al que le gusta ser ofensivo y tener la pelota. Nos va a obligar a trabajar en dos direcciones: hacia nuestra portería y nosotros hacia la de ellos, porque vamos a intentar mantener un poco la posesión y la posición. Desde luego es un partido exigente, pero también ilusionante».
En cuanto a los refuerzos, Sarriugarte reconocía que «se han reforzado en diciembre, también antes del mercado de invierno ficharon a un portero (Raúl Moreno). Es evidente que han cambiado y que están utilizando a esos jugadores. Tenían ya un buen equipo y ahora se han reforzado bien». Un equipo que, explica el técnico, va a obligar al Oviedo «a estar a tope».
«Estoy tranquilo porque los veo todos los días», explica el preparador de Durango. El entrenador ha querido hacer una defensa cerrada de sus jugadores, de los que dice que «han demostrado que tienen capacidad de responder en cualquier momento y ante cualquier situación». Eso no quita para que Sarriugarte reconozca que la semana ha sido dura y que la plantilla comenzó a entrenarse el lunes «fastidiada»: «se nos ha hecho larga la semana, nos hubiera gustado tener el partido un poquito antes para quitarnos el mal sabor de boca».
El vasco también advierte de que todavía queda mucha competición y de que habrá otros momentos malos: «se darán otros partidos en los que nos salgan las cosas mal. Habrá victorias, empates y derrotas, como cualquier otro equipo. Pero para mí lo más importante es cómo respondemos a ese tipo de circunstancias que cualquier equipo tiene».
Sarriugarte, si no hay algún percance hoy, sólo tendrá las bajas de Baquero, por sanción, y de Manu Busto y Orlando Quintana, por lesión. Quien sí estará es Diego Cervero. El delantero, que se perdió el partido ante el Alcalá por sus molestias en el cuádriceps derecho, está ya recuperado. «Aunque el jueves no pudo realizar todo el entrenamiento, si mañana (por hoy) no hay ninguna sorpresa estará disponible para el partido», zanjaba el técnico azul.
El entrenador vasco es consciente de que mañana tendrá un rival de entidad, el Salamanca, por su historia y por una plantilla muy potente que se ha reforzado mucho en el mercado de invierno: «es un buen equipo, ya lo conocemos. Tienen un nivel técnico alto y va a ser un partido exigente. El Salamanca es un equipo al que le gusta ser ofensivo y tener la pelota. Nos va a obligar a trabajar en dos direcciones: hacia nuestra portería y nosotros hacia la de ellos, porque vamos a intentar mantener un poco la posesión y la posición. Desde luego es un partido exigente, pero también ilusionante».
En cuanto a los refuerzos, Sarriugarte reconocía que «se han reforzado en diciembre, también antes del mercado de invierno ficharon a un portero (Raúl Moreno). Es evidente que han cambiado y que están utilizando a esos jugadores. Tenían ya un buen equipo y ahora se han reforzado bien». Un equipo que, explica el técnico, va a obligar al Oviedo «a estar a tope».
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