El calendario se estrecha y ya se vislumbran las curvas. El Oviedo debe encarar en ocho días tres encuentros decisivos para saber cuál es el nivel real del equipo. Así lo ha entendido Granero, el técnico azul, aún dolido por la derrota en Guijuelo en un partido controlado que se fue al traste por detalles individuales. "Hasta ahora hemos demostrado que somos equipo para entrar en "play-off", pero no para ser primero", es el mensaje que se ha encargado de difundir en la caseta y ante los medios. La visita del Zamora, cuarto en la tabla, es la primera prueba que ofrece la competición.
Por cuestiones del calendario la acumulación de partidos llega en el primer momento caliente de la temporada. Dicen los expertos en la materia que en torno a la décima jornada (ésta es la novena) es cuando las intenciones se convierten en hechos, los favoritos dan un paso al frente y ya se pueden empezar a hacer análisis con una base sólida. Los primeros compases de la competición no nombran campeones, pero sí permiten eliminar a favoritos de las quinielas. La historia de la Segunda B está repleta de cadáveres en el tramo inicial.
Al partido frente al Zamora le seguirán sin respiro el de León y el de más nombre, el que enfrente a los azules con el Racing. Pero en la mente de la plantilla sólo hay espacio para el duelo de esta tarde. "Un club con la exigencia del Oviedo no permite pensar más allá del siguiente partido. No me reservaré armas para los siguientes encuentros", aseguró Granero.
El técnico podría introducir algún matiz en su once, pero la apuesta sigue siendo por la del bloque que le ha permitido disfrutar efímeramente del primer liderato de la historia en Segunda B. Alba podría regresar al lateral en lugar de Álvaro para acompañar a Pardo, David Fernández y Sergio Rodríguez en la línea defensiva. Javi Hernández, fichado el pasado verano teóricamente para liderar la zaga, ya está recuperado de sus molestias y se encuentra en condiciones de entrar en la convocatoria. La acumulación de partidos podría brindarle una oportunidad en los partidos sucesivos.
En el centro parece clara la apuesta por Salva Rivas como pivote de contención durante el período en el que Erice siga causando baja. Héctor Simón volverá a adelantar unos metros su posición para formar con Annunziata en la línea detrás del punto. Susaeta y un recuperado Eneko podrían ocupar las bandas, aunque Sergio García, que se enfrenta a su ex equipo, cuenta con opciones de repetir en el once azul. Arriba, el área es territorio exclusivo de Diego Cervero.
"A mi equipo le exijo que corrija los errores, ya que el día que seamos capaces de ganar partidos como el de Guijuelo, de saber manejar esos encuentros, sabremos que estamos capacitados para ser primeros. Para ser campeón hay que corregir algunas cosas. Ése es el mensaje que se le transmitió al equipo", asegura Granero.
El visitante es uno de esos incómodos conjuntos construidos a imagen y semejanza de su entrenador, el asturiano Roberto Aguirre. A pesar de contar con un presupuesto sensiblemente inferior al de los azules, el Zamora está completando un fenomenal inicio de campeonato y ha llegado incluso a liderar el grupo. Para el partido de Oviedo, Aguirre sólo cuenta con la baja del lesionado Rodri. Manu Arias es el otro futbolista que se cayó de la convocatoria.
Aguirre podría formar con Imanol, Dani Mateos, Ramiro, Garretas, Javi Ramos, Rubén Sánchez, Jacobo Trigo, Di Biase, Prada, Jorge Hernández y Montero. En el banquillo esperarían su oportunidad Miguel, Hugo Aguado, Dalmau, Cristian y Santos.
Una victoria de los azules tendría regalo añadido: el Oviedo se acostaría líder del grupo a la espera de lo que hagan Ourense y Racing, con la oportunidad mañana de seguir en lo más alto. El liderato, el escenario soñado por la afición oviedista, también es el lugar marcado como único objetivo posible del cuerpo técnico y de la plantilla.
Al partido frente al Zamora le seguirán sin respiro el de León y el de más nombre, el que enfrente a los azules con el Racing. Pero en la mente de la plantilla sólo hay espacio para el duelo de esta tarde. "Un club con la exigencia del Oviedo no permite pensar más allá del siguiente partido. No me reservaré armas para los siguientes encuentros", aseguró Granero.
El técnico podría introducir algún matiz en su once, pero la apuesta sigue siendo por la del bloque que le ha permitido disfrutar efímeramente del primer liderato de la historia en Segunda B. Alba podría regresar al lateral en lugar de Álvaro para acompañar a Pardo, David Fernández y Sergio Rodríguez en la línea defensiva. Javi Hernández, fichado el pasado verano teóricamente para liderar la zaga, ya está recuperado de sus molestias y se encuentra en condiciones de entrar en la convocatoria. La acumulación de partidos podría brindarle una oportunidad en los partidos sucesivos.
En el centro parece clara la apuesta por Salva Rivas como pivote de contención durante el período en el que Erice siga causando baja. Héctor Simón volverá a adelantar unos metros su posición para formar con Annunziata en la línea detrás del punto. Susaeta y un recuperado Eneko podrían ocupar las bandas, aunque Sergio García, que se enfrenta a su ex equipo, cuenta con opciones de repetir en el once azul. Arriba, el área es territorio exclusivo de Diego Cervero.
"A mi equipo le exijo que corrija los errores, ya que el día que seamos capaces de ganar partidos como el de Guijuelo, de saber manejar esos encuentros, sabremos que estamos capacitados para ser primeros. Para ser campeón hay que corregir algunas cosas. Ése es el mensaje que se le transmitió al equipo", asegura Granero.
El visitante es uno de esos incómodos conjuntos construidos a imagen y semejanza de su entrenador, el asturiano Roberto Aguirre. A pesar de contar con un presupuesto sensiblemente inferior al de los azules, el Zamora está completando un fenomenal inicio de campeonato y ha llegado incluso a liderar el grupo. Para el partido de Oviedo, Aguirre sólo cuenta con la baja del lesionado Rodri. Manu Arias es el otro futbolista que se cayó de la convocatoria.
Aguirre podría formar con Imanol, Dani Mateos, Ramiro, Garretas, Javi Ramos, Rubén Sánchez, Jacobo Trigo, Di Biase, Prada, Jorge Hernández y Montero. En el banquillo esperarían su oportunidad Miguel, Hugo Aguado, Dalmau, Cristian y Santos.
Una victoria de los azules tendría regalo añadido: el Oviedo se acostaría líder del grupo a la espera de lo que hagan Ourense y Racing, con la oportunidad mañana de seguir en lo más alto. El liderato, el escenario soñado por la afición oviedista, también es el lugar marcado como único objetivo posible del cuerpo técnico y de la plantilla.
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