Entrevista a Ricardo Gil

El segundo entrenador del Oviedo que es pieza fundamental en el trabajo de Pacheta ejercerá de primer entrenador el proximo domingo ante el Vecindario

Una de las peticiones de Pacheta para su renovación en el Oviedo fue contar con un ayudante de su total confianza. El club accedió a ello y Ricardo Gil (Zaragoza, 4-08-1972) llegó para formar parte del cuerpo técnico oviedista. El próximo domingo dirigirá al equipo desde el banquillo por la sanción del primer entrenador. Lo asume con la misma naturalidad y tranquilidad con la que defiende el estilo de juego que emplean para buscar el objetivo del ascenso.

¿Cómo llegó Ricardo Gil al Oviedo? 

Me propuso Pacheta formar parte de su cuerpo técnico. Le conocía porque trabajé con él cuando era director deportivo del Numancia y yo entrenaba al filial y preparaba los porteros del primer equipo. Luego nos separamos porque él decidió seguir en Soria y yo regresar a Zaragoza, y ahora nos volvemos a encontrar. Ésta era una oportunidad que no debía dejar pasar y aprovechar para disfrutarla y vivirla, para tomar decisiones en el futuro.

¿Le costó decidirse? 

Aunque sea un tópico, es un equipo de Segunda B pero lo que le rodea no. Por afición, estructura y por lo que representa es más que un equipo de esta categoría. Es un máster para manejarse en el fútbol profesional y estoy encantado de haber venido aquí.

No es una persona que se deje ver en exceso 

Mi papel de ayudante pasa por meter mucho tiempo al servicio del primer entrenador y aprovechar el día al máximo para que sea rentable para el equipo y eso exige pasar muchas horas en El Requexón trabajando y poco tiempo para la vida social.

¿Es más segundo entrenador o preparador físico? 

El fútbol está cambiando mucho. Los que somos licenciados en educación física y entrenadores nacionales notamos que ha cambiado la metodología de entrenamiento, ya no se separan las parcelas. Todo se hace desde una idea más global, así que soy ayudante de Pacheta y me centro en el trabajo de campo, pero no desde una parcela determinada. No me gusta que se me encasille como preparador físico, simplemente soy un ayudante que está ahí para apoyar en todo.

¿Va todo como usted pensaba? 

Estoy disfrutando muchísimo de este año, de ser profesional del fútbol que es algo que siempre buscas y más en una ciudad en la que estoy muy a gusto y con un grupo de personas con las que trabajo que son estupendas, hacen que el día a día sea muy gratificante.

El domingo será su primer día al frente del banquillo ¿nota algún cambio? 

Está siendo todo igual y debe ser así. El domingo por la mañana debería salir todo el trabajo de la semana, el hecho de que no pueda estar el míster no cambia nada porque estará cerca y no cambiará nada.

¿Le molestan las críticas que recibe el estilo de juego del equipo? 

La gente es libre de criticar, opinar y manifestarse. Habrá gente que le gustará más y gente a la que le gustará menos. La realidad es que se eligió un modelo de juego que Pacheta cree que es el que mejor se ajusta a la plantilla que tenemos y al contexto del equipo y hasta el día de hoy estamos compitiendo por el objetivo y se trabaja la semana con la el objetivo de que la idea de juego salga en el partido. Respeto a los que no les gusta, pero el fútbol son resultados y este equipo los está consiguiendo, aunque quede mucho camino por delante.

¿Cómo se trabaja ese modelo? 

Acercas mucha gente a la segunda jugada y haciendo eso tienes muchas posibilidades de que te caiga y empezar a gestionar tú. Al tener mucha gente cerca, también la puedes recuperar rápidamente y al final en eso se reduce nuestro inicio de juego. Todo el mundo sabe que Javi inicia con un saque en largo y a través de acercar mucha gente sabes que muchos días la mitad no las ganas tú, pero si el balón va bien tocado se va a quedar ahí y puedes pelear por robarla. Estás gestionando eso a 35 metros de la portería contraria y no inicias un camino en el portero con 70 metros por delante. Es un estilo, una idea, lo bueno es insistir en perfeccionarla porque no serviría de nada jugar así si no lo entrenas, tratamos de ser consecuentes con la idea de juego del míster.

El partido del domingo tiene muchos condicionantes en contra del Oviedo 

Me toca mala plaza (risas). No hay que darle muchas vueltas, el equipo sabe que a falta de 11 jornadas cada partido es una final y tenemos que ir a traernos los tres puntos independientemente de la tradición, del sintético o de la hora.

¿Quiénes son sus favoritos para entrar en la fase de ascenso? 

El Castilla entrará salvo desastre mundial, pero no sé en que posición. Tenerife y Albacete han cogido una línea de regularidad fuerte. Confío plenamente en nosotros y el Rayo, por su condición de filial y las condiciones del club, creo que al final no entrará. El Lugo es el que ofrece menos síntomas de seguridad para sacar los partidos adelante en este momento, aunque llevan todo el año metidos entre los cuatro primeros y tampoco será fácil sacarlos de ahí.

Fuente: La voz de Asturias 

Foto: Gonzalez Fierros (La voz de Asturias)