El Oviedo cae goleado en tierras manchegas (3-0) después de terminar el partido con nueve jugadores y se aleja otro paso del «play-off»
La Roda CF: Bocanegra; Patuso, Chupi (Pablo Buendía, minuto 82), Mikel, Víctor Pereira (Santi Polo, minuto 78); Jesús, Espínola; Berni, Sergio Ortiz, Pablo García; y Megías (Iker Torre, minuto 62)
Real Oviedo: Lledó; Teo (Pascual, minuto 46), Owona, Negredo, Álvaro (Jandrín, minuto 46); Abasolo, Pelayo (Oscar Martínez, minuto 72), Aitor Sanz, Nano; Manu Busto y Rubiato
Árbitro: Santos Caballero (Extremadura). Amonestó al local Víctor Pereira, y a los visitantes Teo y Owona. Expulsó con roja directa a Pascual, en el minuto 50, y a Negredo, en el 75.
Goles: 1-0, minuto 12. Berni; 2-0, minuto 36. Megías; 3-0, minuto 77. Sergio Ortiz
Árbitro: Santos Caballero (Extremadura). Amonestó al local Víctor Pereira, y a los visitantes Teo y Owona. Expulsó con roja directa a Pascual, en el minuto 50, y a Negredo, en el 75.
Goles: 1-0, minuto 12. Berni; 2-0, minuto 36. Megías; 3-0, minuto 77. Sergio Ortiz
Incidencias: Municipal de deportes de La Roda, 1.000 espectadores.
El libro negro que reúna los peores pasajes del oviedismo en su travesía por el desierto reservará un capítulo especial para la derrota en La Roda, localidad famosa por sus dulces pero con escasa envergadura futbolística como para plantearse siquiera la posibilidad de torear al Oviedo. Como la realidad se empeña día a día en chafar las ideas preconcebidas, la escena más representativa llegó a diez minutos del final cuando la grada local acompañó con «¡Olés!» la sucesión de pases de La Roda. El Oviedo naufragaba con tres a cero en el marcador, con nueve jugadores sobre el césped y, como puntilla, era vacilado por la entregada afición de La Roda. Pacheta consumía su frustración en la banda desgañitándose.
La Roda figurará así como uno de esos días en los que el Oviedo se dio de bruces con la realidad. Y la realidad dice que navega por Segunda B con más argumentos emocionales que futbolísticos para suponer que la situación pueda cambiar inmediatamente. Salir del pozo de la División de bronce es un trance doloroso repleto de citas como la de ayer.
Que el Oviedo no tendría su día sobre el césped del municipal de La Roda es algo que se podía intuir desde el primer minuto. O incluso algunos instantes antes, escuchando la risotada local. Manu Busto se había resbalado al acceder al campo antes del pitido inicial. Peor presagio, imposible.
Aunque analizando con justicia, el Oviedo se le puede salvar en su inicio. Diez minutos, no más. Ahí se comportó como el equipo atrevido y algo simplón que encierra al rival de turno a base de balones frontales y aliento en el cogote. Pero en el minuto 11 cambió repentinamente el panorama. De blanco a negro, sin transición, sin escala de grises.
La primera llegada de La Roda se convirtió en un balón sin aparente peligro que vagaba por el área de Lledó. Teo quiso despejar de volea con la mala fortuna que un delantero de La Roda se convirtió en improvisado objeto de la patada. Penalti en contra bastante claro. Lledó intuyó el disparo desde los once metros y repelió el remate, pero Berni empujó el balón suelto sin nadie que le estorbara. Como ya se ha dicho, hay días en que todo sale al revés.
La Roda figurará así como uno de esos días en los que el Oviedo se dio de bruces con la realidad. Y la realidad dice que navega por Segunda B con más argumentos emocionales que futbolísticos para suponer que la situación pueda cambiar inmediatamente. Salir del pozo de la División de bronce es un trance doloroso repleto de citas como la de ayer.
Que el Oviedo no tendría su día sobre el césped del municipal de La Roda es algo que se podía intuir desde el primer minuto. O incluso algunos instantes antes, escuchando la risotada local. Manu Busto se había resbalado al acceder al campo antes del pitido inicial. Peor presagio, imposible.
Aunque analizando con justicia, el Oviedo se le puede salvar en su inicio. Diez minutos, no más. Ahí se comportó como el equipo atrevido y algo simplón que encierra al rival de turno a base de balones frontales y aliento en el cogote. Pero en el minuto 11 cambió repentinamente el panorama. De blanco a negro, sin transición, sin escala de grises.
La primera llegada de La Roda se convirtió en un balón sin aparente peligro que vagaba por el área de Lledó. Teo quiso despejar de volea con la mala fortuna que un delantero de La Roda se convirtió en improvisado objeto de la patada. Penalti en contra bastante claro. Lledó intuyó el disparo desde los once metros y repelió el remate, pero Berni empujó el balón suelto sin nadie que le estorbara. Como ya se ha dicho, hay días en que todo sale al revés.
La sensación de día torcido se confirmó al rebasar la media hora. La única jugada trenzada del Oviedo dejó a Nano con el balón en la banda, su centro se paseó por el área local hasta llegar a los pies de Abasolo, en un «remake» de lo acontecido en Lugo. Esta vez el vasco optó por recortar al defensa y el zaguero evitó milagrosamente en el empate.
Antes del descanso, el asunto pasó a ser más serio de lo que se creía. Parte el Oviedo con la vitola de equipo competitivo, capaz de imponerse en los duelos individuales y rentabilizar la estrategia al máximo. En La Roda ocurrió todo lo contrario. El segundo tanto se encarga de echar por tierra lo anteriormente descrito. Una falta desde el centro del campo puesta al corazón del área de Lledó fue peinado por Mejías a la red. Los azules fueron incapaces de imponerse en el duelo a su marca, una de las líneas maestras del plan diseñado por Pacheta. Definitivamente, por si no había quedado meridianamente claro, ayer no era el día.
Intentó el técnico azul la reacción tras el descanso. Sólo la plantilla sabe de lo que se habló en este vestuario. La respuesta fue un equipo con demasiados remiendos y la impresión de querer nadar a contracorriente a demasiados kilómetros de la costa. Pelayo y Jandrín pusieron el picante tras el intermedio con dos ocasiones claras, pero Bocanegra conservó intacto su arco. La ansiada reacción se cortó de pleno a los siete minutos. Pascual entró con dureza en el centro del campo, quizás en una demostración de que por entrega no quedaría. Se pasó de revoluciones y el árbitro le enseñó la puerta de los vestuarios.
Tampoco es que la expulsión alterara el plan azul. Los balones largos y esperar que el rechace sonría no cambia demasiado dependiendo del número de zagueros en liza. Otra cosa es el peligro del espacio dejado a las espaldas. A los 30 minutos del segundo acto se volvió a comprobar. Negredo agarró a Iker Torre en campo local y el árbitro le mostró una roja sorprendente. Tres minutos después, Sergio Ortiz hacía el tercero sin aparente oposición. Demasiados golpes para la maltrecha moral oviedista, que centró entonces sus esfuerzos en alcanzar el minuto 90.
Entre la copiosa lista de defectos, críticas y achaques del equipo azul, la cita de La Roda deja también algunas noticias positivas, poco trascendentes en comparación con la decepción de la derrota. Aitor Sanz es definitivamente una de ellas. Es complicado explicar lo que representa el madrileño en este equipo sin ver en directo uno de sus partidos. A poder ser uno que acabe en derrota, escenario elegido por muchos para evaporarse. Su segunda parte de ayer fue un manual avanzado de líder de un grupo. Sin estar especialmente fino en el apartado estrictamente futbolístico, Aitor Sanz se lució en cada pequeña acción: bregó, mandó, corrió, abroncó a sus compañeros cuando fue necesario y todavía tuvo tiempo para hacer de bombero para apagar más fuegos. Actuó como pivote y central con la misma eficiencia y rabia por el resultado. Cuando La Roda se planteaba hacer más sangre con el Oviedo, una alevosa patada suya a un centrocampista local sirvió para dejar las cosas claras: La Roda se llevaría el partido con claridad, pero el capitán no permitiría más humillaciones.
Los últimos diez minutos se consumieron lentamente con un rondo gigante en el que los propios jugadores de La Roda parecían compadecerse de los azules. El Oviedo sufrió así una de las derrotas más dolorosas de la temporada. Quizás no alcance la intensidad de Alcalá en la escala de decepciones pero sus efectos sí parecen contundentes. Las victorias de Castilla, Tenerife, Lugo y Albacete dejan a los de Pacheta a cuatro puntos del cuarto puesto. La distancia es completamente salvable, pero lo que más preocupa ahora es recuperar las buenas sensaciones. De peores situaciones ha salido este Oviedo.
Antes del descanso, el asunto pasó a ser más serio de lo que se creía. Parte el Oviedo con la vitola de equipo competitivo, capaz de imponerse en los duelos individuales y rentabilizar la estrategia al máximo. En La Roda ocurrió todo lo contrario. El segundo tanto se encarga de echar por tierra lo anteriormente descrito. Una falta desde el centro del campo puesta al corazón del área de Lledó fue peinado por Mejías a la red. Los azules fueron incapaces de imponerse en el duelo a su marca, una de las líneas maestras del plan diseñado por Pacheta. Definitivamente, por si no había quedado meridianamente claro, ayer no era el día.
Intentó el técnico azul la reacción tras el descanso. Sólo la plantilla sabe de lo que se habló en este vestuario. La respuesta fue un equipo con demasiados remiendos y la impresión de querer nadar a contracorriente a demasiados kilómetros de la costa. Pelayo y Jandrín pusieron el picante tras el intermedio con dos ocasiones claras, pero Bocanegra conservó intacto su arco. La ansiada reacción se cortó de pleno a los siete minutos. Pascual entró con dureza en el centro del campo, quizás en una demostración de que por entrega no quedaría. Se pasó de revoluciones y el árbitro le enseñó la puerta de los vestuarios.
Tampoco es que la expulsión alterara el plan azul. Los balones largos y esperar que el rechace sonría no cambia demasiado dependiendo del número de zagueros en liza. Otra cosa es el peligro del espacio dejado a las espaldas. A los 30 minutos del segundo acto se volvió a comprobar. Negredo agarró a Iker Torre en campo local y el árbitro le mostró una roja sorprendente. Tres minutos después, Sergio Ortiz hacía el tercero sin aparente oposición. Demasiados golpes para la maltrecha moral oviedista, que centró entonces sus esfuerzos en alcanzar el minuto 90.
Entre la copiosa lista de defectos, críticas y achaques del equipo azul, la cita de La Roda deja también algunas noticias positivas, poco trascendentes en comparación con la decepción de la derrota. Aitor Sanz es definitivamente una de ellas. Es complicado explicar lo que representa el madrileño en este equipo sin ver en directo uno de sus partidos. A poder ser uno que acabe en derrota, escenario elegido por muchos para evaporarse. Su segunda parte de ayer fue un manual avanzado de líder de un grupo. Sin estar especialmente fino en el apartado estrictamente futbolístico, Aitor Sanz se lució en cada pequeña acción: bregó, mandó, corrió, abroncó a sus compañeros cuando fue necesario y todavía tuvo tiempo para hacer de bombero para apagar más fuegos. Actuó como pivote y central con la misma eficiencia y rabia por el resultado. Cuando La Roda se planteaba hacer más sangre con el Oviedo, una alevosa patada suya a un centrocampista local sirvió para dejar las cosas claras: La Roda se llevaría el partido con claridad, pero el capitán no permitiría más humillaciones.
Los últimos diez minutos se consumieron lentamente con un rondo gigante en el que los propios jugadores de La Roda parecían compadecerse de los azules. El Oviedo sufrió así una de las derrotas más dolorosas de la temporada. Quizás no alcance la intensidad de Alcalá en la escala de decepciones pero sus efectos sí parecen contundentes. Las victorias de Castilla, Tenerife, Lugo y Albacete dejan a los de Pacheta a cuatro puntos del cuarto puesto. La distancia es completamente salvable, pero lo que más preocupa ahora es recuperar las buenas sensaciones. De peores situaciones ha salido este Oviedo.
Al termino del partido Pacheta realizo las siguientes declaraciones:
¿Qué valoración puede hacer del partido?
Creo que hoy ha sido el mejor inicio de partido fuera de nuestra casa y que durante los primeros once minutos hemos tenido a La Roda dentro de su área, aunque en su primera salida ofensiva han marcado gol. No nos hacen ocasión de gol, nos hacen gol… Recibimos castigo ante un buen inicio de partido, seguimos empujando y recibimos el segundo castigo en errores que tenemos que mejorar. He visto un buen Real Oviedo, pero el resultado es el que es. Es difícil de defender que has estado bien y te marchas con 3-0 en contra en el marcador. Puede parecer que siempre estoy con el mismo discurso porque dije que llegarían momentos duros. Ahora es uno de ellos, encadenamos nuestra segunda derrota consecutiva por segunda vez en la temporada, y tenemos que levantarnos cuanto antes y mirar para adelante. Sigo creyendo que este equipo compite bien, pero con las limitaciones que tenemos. Hoy es la primera vez en mi vida que veo que expulsan a un futbolista en campo rival. Era algo que no había visto nunca porque quedaban sesenta metros para la otra portería y, ¿es ocasión manifiesta de gol? ¿No estaba un poco lejos? Son cosas que me duelen, aunque no quiero limitar la victoria de La Roda. Hemos cometido errores y los hemos pagado, aunque sigo diciendo que no hemos estado mal y lo defiendo con las imágenes del partido.
¿Le pareció que su equipo estuvo a buen nivel?
A mi me ha parecido que no hemos estado mal e invito a que se vean las ocasiones de gol. ¿Qué el equipo rival ha tenido más acierto? A callar… Pero también es difícil de manejar cuando te expulsan a un futbolista después de un buen inicio de la segunda mitad. Provoca que no te metas en el partido y eso te acaba machacando.
Su rival de esta mañana tiro cinco veces a portería y sacó cinco saques de esquina en la primera mitad
Creo que hoy ha sido el mejor inicio de partido fuera de nuestra casa y que durante los primeros once minutos hemos tenido a La Roda dentro de su área, aunque en su primera salida ofensiva han marcado gol. No nos hacen ocasión de gol, nos hacen gol… Recibimos castigo ante un buen inicio de partido, seguimos empujando y recibimos el segundo castigo en errores que tenemos que mejorar. He visto un buen Real Oviedo, pero el resultado es el que es. Es difícil de defender que has estado bien y te marchas con 3-0 en contra en el marcador. Puede parecer que siempre estoy con el mismo discurso porque dije que llegarían momentos duros. Ahora es uno de ellos, encadenamos nuestra segunda derrota consecutiva por segunda vez en la temporada, y tenemos que levantarnos cuanto antes y mirar para adelante. Sigo creyendo que este equipo compite bien, pero con las limitaciones que tenemos. Hoy es la primera vez en mi vida que veo que expulsan a un futbolista en campo rival. Era algo que no había visto nunca porque quedaban sesenta metros para la otra portería y, ¿es ocasión manifiesta de gol? ¿No estaba un poco lejos? Son cosas que me duelen, aunque no quiero limitar la victoria de La Roda. Hemos cometido errores y los hemos pagado, aunque sigo diciendo que no hemos estado mal y lo defiendo con las imágenes del partido.
¿Le pareció que su equipo estuvo a buen nivel?
A mi me ha parecido que no hemos estado mal e invito a que se vean las ocasiones de gol. ¿Qué el equipo rival ha tenido más acierto? A callar… Pero también es difícil de manejar cuando te expulsan a un futbolista después de un buen inicio de la segunda mitad. Provoca que no te metas en el partido y eso te acaba machacando.
Su rival de esta mañana tiro cinco veces a portería y sacó cinco saques de esquina en la primera mitad
Valoraremos todos esos datos durante esta semana porque igual parece que estoy mintiendo; tenemos las imágenes y se pueden valorar. ¿Qué han tirado más corners? Sí. ¿Qué han rematado más? Valoraremos
Este momento, ¿le recuerdo al vivido después del partido de la primera vuelta ante el Alcalá?
No, que va, para nada. El momento actual es duro, tenemos 41 puntos, pero ya había dicho que después de este partido seguiría habiendo vida, mucho vida. No hay que tirarlo ya y que asciendan cuatro. No vamos a bajar los brazos, sino que vamos a seguir empujando. Pido la ayuda de todo el mundo porque cuando se va ganando todo es muy bonito, pero ahora es cuando se ven los hombres
Da la sensación de que a su equipo le salió todo al revés
Por eso digo que es un partido duro. Si Lledó para el penalti, tenemos que cerrar el remate… No le puedo quitar ningún mérito a la victoria de La Roda, pero tengo que defender que mi equipo no ha sido tan inferior como para perder por tres a cero y que hemos recibido demasiado castigo tanto en el marcador como en las expulsiones. Ahora tenemos que pensar ya en el Marino, no queda otra. Tenemos que creer todos en esto porque nos ha llevado hasta la posición en la que estamos.
El domingo vuelve a tener bajas en la línea defensiva, que está sufriendo muchos contratiempos en lo que se lleva de Liga
Sí, vamos a ver si recuperamos del todo a Jorge Rodríguez, y a ver las evoluciones de Juanma y de Juanpa. Hoy hemos venido con seis bajas de jugadores importantes, aunque no me quiero acordar de ellos. Lo que pasa es que hemos venido con los dieciséis futbolistas que estaban capacitados para ganar, pero luego el partido es otra historia. Tenemos una plantilla sumamente compensada, pero no tienes las mismas posibilidades de elección. El domingo perdemos a Negredo, uno de los defensas más utilizados, pero tenemos las opciones de Jorge Rodríguez y de Juanpa. También tenemos a Teo, que lo ha hecho muy bien de lateral derecho pero llegó un momento en el que hubo que tomar decisiones porque tenía cartulina amarilla y decidimos mover el equipo para tratar de ganar más profundidad por las bandas. No ha salido como esperábamos, pero estamos para tomar decisiones.
Para acabar, ¿ha hablado con Pascual acerca de su expulsión?
No, no he hablado con él. Quiero ver las imágenes de la jugada, pero sí que a nosotros se nos castiga muy duro. Tendremos que ir con cuidado e ir limando errores.
No, que va, para nada. El momento actual es duro, tenemos 41 puntos, pero ya había dicho que después de este partido seguiría habiendo vida, mucho vida. No hay que tirarlo ya y que asciendan cuatro. No vamos a bajar los brazos, sino que vamos a seguir empujando. Pido la ayuda de todo el mundo porque cuando se va ganando todo es muy bonito, pero ahora es cuando se ven los hombres
Da la sensación de que a su equipo le salió todo al revés
Por eso digo que es un partido duro. Si Lledó para el penalti, tenemos que cerrar el remate… No le puedo quitar ningún mérito a la victoria de La Roda, pero tengo que defender que mi equipo no ha sido tan inferior como para perder por tres a cero y que hemos recibido demasiado castigo tanto en el marcador como en las expulsiones. Ahora tenemos que pensar ya en el Marino, no queda otra. Tenemos que creer todos en esto porque nos ha llevado hasta la posición en la que estamos.
El domingo vuelve a tener bajas en la línea defensiva, que está sufriendo muchos contratiempos en lo que se lleva de Liga
Sí, vamos a ver si recuperamos del todo a Jorge Rodríguez, y a ver las evoluciones de Juanma y de Juanpa. Hoy hemos venido con seis bajas de jugadores importantes, aunque no me quiero acordar de ellos. Lo que pasa es que hemos venido con los dieciséis futbolistas que estaban capacitados para ganar, pero luego el partido es otra historia. Tenemos una plantilla sumamente compensada, pero no tienes las mismas posibilidades de elección. El domingo perdemos a Negredo, uno de los defensas más utilizados, pero tenemos las opciones de Jorge Rodríguez y de Juanpa. También tenemos a Teo, que lo ha hecho muy bien de lateral derecho pero llegó un momento en el que hubo que tomar decisiones porque tenía cartulina amarilla y decidimos mover el equipo para tratar de ganar más profundidad por las bandas. No ha salido como esperábamos, pero estamos para tomar decisiones.
Para acabar, ¿ha hablado con Pascual acerca de su expulsión?
No, no he hablado con él. Quiero ver las imágenes de la jugada, pero sí que a nosotros se nos castiga muy duro. Tendremos que ir con cuidado e ir limando errores.
Fuente: Nacho Azparren (La nueva España) y David Alonso (web oficial del Real Oviedo)
Fotos: La nueva España
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