El club, que había previsto un superávit de 32.000 euros, cerró la pasada temporada con un déficit de 1,8 millones, el más alto en los años de gestión de Alberto González
El Oviedo es un pozo sin fondo en el que se siguen acumulando las pérdidas. Prueba de ello es que el consejo de administración del club presentará en la próxima junta de accionistas, que todavía no tiene fecha fijada, un déficit del pasado ejercicio de 1.798.263 euros, mientras que los dirigentes había presupuestado un superávit de 32.000 euros.
Llama la atención que el consejo sólo ha conseguido ingresar poco más de un millón de euros, 1.067.757 -apenas el dinero de los recibos de socios-, cuando había previsto 2.756.000.
El millón de euros de ingresos no da ni para pagar los gastos de personal, primer equipo y empleados, que fueron de 1.896.994 euros, la partida más importante de los gastos.
Así, el déficit se dispara hasta 1,8 millones, el mayor en los cinco años de gestión de Alberto González. Desde la llegada de Control Sport Siglo XXII al Oviedo en febrero de 2007, el club lleva acumuladas unas pérdidas, sólo en lo que se refiere a los ejercicios ordinarios, de 6,3 millones de euros.
El consejo de administración encubrió esos déficits con el maquillaje de las cuentas para evitar consecuencias legales sobre la sociedad. Así, en su primera temporada de gestión recurrió a la cuarta revalorización de los terrenos de El Requexón -que pasaron de 7 a 14,5 millones- para arrojar un beneficio contable de 332.197 euros, aunque las pérdidas derivadas de las actividades ordinarias ascendieron a 906.889,65 euros.
En la 2008-2009, la valoración de la venta de las marcas al Ayuntamiento de Oviedo en 3 millones de euros permitió a la entidad presentar un beneficio de 1.912.158 euros, encubriendo así unas pérdidas del ejercicio de 1,3 millones.
La pasada temporada, el consejo azul decidió incluir como activos los bajos del Carlos Tartiere valorándolos en 1.755.392 euros; bajos que el Ayuntamiento cedió al club y que habían sido objeto de un contrato de alquiler con una tercera empresa que luego se echó atrás en la operación.
La fecha de la celebración de la junta de accionistas sigue en el aire, a pesar de que la ley de Sociedades Anónimas establece que se tiene que celebrar en los seis primeros meses posteriores a cada ejercicio, un plazo que finalizó el pasado 31 de diciembre.
El consejo azul argumentó en un principio el retraso del informe de los auditores para no celebrarla en el plazo previsto por la ley y después se acogió a la ausencia del máximo accionista, Alberto González, en Panamá desde el pasado 20 de diciembre. Ahora, se dice que el requisito que falta, la firma del presidente para convocarla, se tendrá en cuestión de diez días, aunque el vicepresidente del club, Ángel Martín Vaca, aseguró ayer que «en ese momento el consejo estará en disposición de convocarla, lo que no quiere decir que vaya a ser en ese tiempo».
El déficit de 1,8 millones que el consejo presentará en la junta aboca a la entidad a una reducción del capital social para evitar que la sociedad entre en causa de disolución. El patrimonio neto de la sociedad es inferior a las dos terceras partes del capital social y a la entidad no le queda otra salida que acometer una reducción del capital social, que actualmente es de 4.716.8555 euros.
Llama la atención que el consejo sólo ha conseguido ingresar poco más de un millón de euros, 1.067.757 -apenas el dinero de los recibos de socios-, cuando había previsto 2.756.000.
El millón de euros de ingresos no da ni para pagar los gastos de personal, primer equipo y empleados, que fueron de 1.896.994 euros, la partida más importante de los gastos.
Así, el déficit se dispara hasta 1,8 millones, el mayor en los cinco años de gestión de Alberto González. Desde la llegada de Control Sport Siglo XXII al Oviedo en febrero de 2007, el club lleva acumuladas unas pérdidas, sólo en lo que se refiere a los ejercicios ordinarios, de 6,3 millones de euros.
El consejo de administración encubrió esos déficits con el maquillaje de las cuentas para evitar consecuencias legales sobre la sociedad. Así, en su primera temporada de gestión recurrió a la cuarta revalorización de los terrenos de El Requexón -que pasaron de 7 a 14,5 millones- para arrojar un beneficio contable de 332.197 euros, aunque las pérdidas derivadas de las actividades ordinarias ascendieron a 906.889,65 euros.
En la 2008-2009, la valoración de la venta de las marcas al Ayuntamiento de Oviedo en 3 millones de euros permitió a la entidad presentar un beneficio de 1.912.158 euros, encubriendo así unas pérdidas del ejercicio de 1,3 millones.
La pasada temporada, el consejo azul decidió incluir como activos los bajos del Carlos Tartiere valorándolos en 1.755.392 euros; bajos que el Ayuntamiento cedió al club y que habían sido objeto de un contrato de alquiler con una tercera empresa que luego se echó atrás en la operación.
La fecha de la celebración de la junta de accionistas sigue en el aire, a pesar de que la ley de Sociedades Anónimas establece que se tiene que celebrar en los seis primeros meses posteriores a cada ejercicio, un plazo que finalizó el pasado 31 de diciembre.
El consejo azul argumentó en un principio el retraso del informe de los auditores para no celebrarla en el plazo previsto por la ley y después se acogió a la ausencia del máximo accionista, Alberto González, en Panamá desde el pasado 20 de diciembre. Ahora, se dice que el requisito que falta, la firma del presidente para convocarla, se tendrá en cuestión de diez días, aunque el vicepresidente del club, Ángel Martín Vaca, aseguró ayer que «en ese momento el consejo estará en disposición de convocarla, lo que no quiere decir que vaya a ser en ese tiempo».
El déficit de 1,8 millones que el consejo presentará en la junta aboca a la entidad a una reducción del capital social para evitar que la sociedad entre en causa de disolución. El patrimonio neto de la sociedad es inferior a las dos terceras partes del capital social y a la entidad no le queda otra salida que acometer una reducción del capital social, que actualmente es de 4.716.8555 euros.
En el artículo 327 de la ley de Sociedades de Capital se establece el carácter obligatorio de la reducción cuando las pérdidas hayan disminuido su patrimonio neto por debajo de las dos terceras partes de la cifra del capital y hubiere transcurrido un ejercicio social sin haberse recuperado el patrimonio neto. El patrimonio neto del Oviedo a 30 de junio de 2010 era de 3.269.447,66 euros y ahora pasa a ser de 1.373.006, con lo que la única solución es la reducción de capital para evitar la disolución. La reducción será del 60 por ciento.
El precio de una acción del Oviedo es actualmente de 27,50 euros después de la reducción de capital que se acordó el 18 de enero de 2006, un 54,24% menos que cuando se formó la sociedad anónima en 1992, que era de 60 euros.
A 30 de junio de 2011, el Oviedo tiene unas deudas con acreedores, Agencia Tributaria y Seguridad Social de 2.541.112 euros, teniendo pendiente de cobrar con varios acreedores del club 547.052 euros, con lo que existe una diferencia negativa de 2 millones.
Además, la deuda a largo plazo, que debería ir bajando como mínimo en los importes de 320.000 euros acordados en el convenio con Hacienda y Seguridad Social para pasarla a corto plazo, se incrementa en la cantidad de 47.262 euros.
El precio de una acción del Oviedo es actualmente de 27,50 euros después de la reducción de capital que se acordó el 18 de enero de 2006, un 54,24% menos que cuando se formó la sociedad anónima en 1992, que era de 60 euros.
A 30 de junio de 2011, el Oviedo tiene unas deudas con acreedores, Agencia Tributaria y Seguridad Social de 2.541.112 euros, teniendo pendiente de cobrar con varios acreedores del club 547.052 euros, con lo que existe una diferencia negativa de 2 millones.
Además, la deuda a largo plazo, que debería ir bajando como mínimo en los importes de 320.000 euros acordados en el convenio con Hacienda y Seguridad Social para pasarla a corto plazo, se incrementa en la cantidad de 47.262 euros.
Las reacciones no se han echo esperar por parte de los diferentes grupos politicos, asi desde Foro Asturias, Andrés Llavona mostró la total disposición de su grupo en el ayuntamiento a colaborar con cualquier iniciativa que haga que el Oviedo salga de la situación en la que se encuentra. “El alcalde debe ser el primero en dar un paso para buscar soluciones y nosotros estaremos encantados de colaborar”, explicó. Una vez vistas las cuentas del Oviedo, Llavona reconoce que “la situación es complicada” pero matiza que “no debe ser irreversible”. A la espera de lo que haga el nuevo alcalde, Foro no se quedará quieto, “seguiremos trabajando en busca de posibles inversores, aunque el escenario económico actual no parece el más propicio para conseguir recursos para un equipo de fútbol”. “Todo el mundo deberá ayudar”, recuerda Llavona, que apunta directamente a los actuales dirigentes: “no pueden enrocarse en sus posturas porque está en juego la supervivencia del Oviedo”. El futuro deportivo del equipo puede marcar el camino para hallar una solución: “con el club en Segunda A todo sería más sencillo pero eso no depende de nosotros y habrá que esperar a que el equipo lo pueda conseguir”.
Manuel Ángel Rodríguez, del PSOE, califica la situación como “un caos” y destaca que es “preocupante por el déficit tan elevado, no es normal gastar en Segunda B cuatro millones de euros”. A su entender, los datos revelan “una gestión difícil de sostener” que no puede depender de un ascenso: “eso es el cuento de la lechera”. En el seno del grupo socialista creen que “el club está en quiebra técnica” y únicamente se puede resolver con “una reducción de capital, pero las acciones del ayuntamiento son un bien público y no sabemos si podemos aprobar eso”.
“Es un avance que Caunedo vaya al palco”, asegura Rodríguez, pero “ahora son necesarios más que gestos” porque “está en peligro la supervivencia a corto plazo”. Además, “en este momento no existe el consejo de administración, hay solo un miembro aquí”.
Más contundente fue Roberto Sánchez Ramos, ‘Rivi’, del grupo de IU, que ve “no sólo un caos económico, sino institucional. Hay un presidente y socio mayoritario evadido en un país con el que España no tiene extradición”. La situación deportiva es importante y “hay que subir a Segunda”, pero está claro que “esa no es la solución”. La situación del Oviedo la debe analizar el ayuntamiento “como institución y como segundo socio mayoritario”, explicó Rivi, al tiempo que pide “que se celebre la junta de accionistas sin dilación” para analizar, entre otras cosas, “si podemos seguir viviendo en una ficción contable”.
Para Hugo Lopez esta la situacion no le sorprende. El presidente de la Asociación de Peñas del Real Oviedo (APARO), Hugo López, señaló ayer que «es algo que no me sorprende. En las últimas juntas de accionistas venimos advirtiendo de la situación de la entidad».
En declaraciones a EL COMERCIO, el presidente de las peñas azules aseguró que «llevamos cinco años con este discurso y no se trata de nada personal, pero el modelo de gestión de Control Sport -con Alberto González, el máximo accionista del club, al frente- estaba claro que nos lleva a una situación próxima a la desaparición».
López denuncia que «los gastos desmesurados que se venían manteniendo no pueden ser soportados por ninguna entidad y ahora queda patente con las cuentas que se han conocido».
Desde hace tiempo, desde la APARO se denunció la situación de la entidad y Hugo López cree que la marcha deportiva en esta temporada hizo que en algunos momentos «los árboles no dejaban ver el bosque. Avisamos que el carbón se iba a acabar y que los problemas llegarían. Y ahí están».
El presidente de las peñas asegura que «con esta gente al frente de la entidad, la desaparición del club no es descartable», y añade que «cada vez estamos más cerca del abismo, no hace falta ser ninguna lumbrera para verlo».
A juicio de Hugo López, la única solución es «poner dinero todos. Primero los aficionados y luego empresarios e instituciones». En este sentido, tiene claro que los pequeños accionistas deben participar en una hipotética ampliación de capital «en la medida de nuestras posibilidades, pero es importante evitar que se vuelvan a producir situaciones como la actual». Para López, es vital que los pequeños accionistas ganen peso en el accionariado para poder intervenir en la gestión de la entidad y controlar la entidad.
«En el fútbol hay el tipo de gente que hay y estamos viendo lo que pasa en el Oviedo y en otros equipos», asegura el presidente de la APARO, que recuerda que «desde que los equipos son sociedades anónimas funcionan así». Finalmente, considera que el futuro pasa por una ampliación de capital: «hay que ir en la medida que podamos, pero hay que acudir a ella».
Respecto a lo que espera del Ayuntamiento, como institución y como segundo máximo accionista, Hugo López, asegura que está a la espera de ver qué decisiones adopta y no descarta solicitar una reunión con el alcalde, Agustín Iglesias Caunedo, para abordar la situación. No obstante, insiste en esperar a que el nuevo regidor dé algún paso.
Fuente: Jose Palacio (La nueva España), Chisco Garcia (La voz de Asturias), Ramon Julio Garcia (El comercio)
Fotos: las dos primeras (La nueva España), la tercera (magazine oviedista)
Uuufff.....sinceramente yo no lo entiendo,como hay gente que esta al cargo de un club y no haga NADA para evitar mas perdidas. En que coño se lo gastará?
ResponderEliminarEsperemos que no desaparezca y q salgais adelate,aunque con Albrto,dificilmente esto va a ser posible. Si en l hipotetico caso de que desparezcais ( OJALA QUE NO )te harías del Gijón? Jajajajja es broma
Animo