Un millar de aficionados oviedistas se manifiesta por las calles de Luanco contra el consejo de administración del club
Quince minutos después de la hora fijada, los aficionados se pusieron en marcha. A las cinco y cuarto resonó el primer cántico en la plaza del cristal de Luanco, punto de partida de la manifestación azul. Como no podía ser de otro manera, el famoso «¡Alberto vete ya!» fue el himno escogido por los seguidores del Oviedo para iniciar su enésimo acto de protesta contra los actuales gestores del club.
Al igual que ocurriera en León, una gran pancarta encabezaba la marcha. El lema elegido en esta ocasión era contundente: «sin cambio no hay futuro». Los datos de las cuentas del Oviedo hechos públicos la semana pasada y que revelaban que el club ha generado un déficit de 1,8 millones de euros en la última temporada sirvieron esta vez de incentivo para movilizar a la gente. El grupo Symmachiarii fue el primero en convocar la manifestación y la Asociación de Peñas Azules del Real Oviedo (APARO) no dudó en secundar la propuesta.
Las calles de Luanco se tiñeron del azul oviedista. Los mil manifestantes centraron el acto en protestar contra el consejo de administración personificado en Alberto González, todavía lejos de España. Tal y como estaba previsto en la convocatoria de la marcha, el acto de repulsa contra los mandatarios se acabó en Miramar. La idea era clara: una vez que se iniciara el partido, la única función de los seguidores azules era el de apoyar a los de Pacheta.
Al igual que ocurriera en León, una gran pancarta encabezaba la marcha. El lema elegido en esta ocasión era contundente: «sin cambio no hay futuro». Los datos de las cuentas del Oviedo hechos públicos la semana pasada y que revelaban que el club ha generado un déficit de 1,8 millones de euros en la última temporada sirvieron esta vez de incentivo para movilizar a la gente. El grupo Symmachiarii fue el primero en convocar la manifestación y la Asociación de Peñas Azules del Real Oviedo (APARO) no dudó en secundar la propuesta.
Las calles de Luanco se tiñeron del azul oviedista. Los mil manifestantes centraron el acto en protestar contra el consejo de administración personificado en Alberto González, todavía lejos de España. Tal y como estaba previsto en la convocatoria de la marcha, el acto de repulsa contra los mandatarios se acabó en Miramar. La idea era clara: una vez que se iniciara el partido, la única función de los seguidores azules era el de apoyar a los de Pacheta.
Deportivamente hablando el Oviedo aprovechó dos regalos del Marino para llevarse los tres puntos de Miramar. El partido, a pesar de la mayor insistencia en ataque de los azules, parecía encaminado al empate inicial, pero dos errores de los locales le pusieron en bandeja la victoria a los azules. El primero fue de Queipo. El defensa intentó ceder de cabeza el balón a su portero, pero Nano muy atentó se adelantó y envió el balón a las mallas. El segundo, en otra acción similar. Un centro desde la izquierda de Nano que entra directo en la portería, tras resbalar Rafa Ponzo en su salida.
El Oviedo ganó más por intensidad que por el juego que expuso en Miramar. Los azules fueron muy planos, excepto en el tramo final del partido, ante un Marino, que lo fio todo a su orden defensivo y a sus posibles opciones a la contra. La victoria sirve para que el equipo de Pacheta recorte un punto con la zona de promoción de ascenso, que ahora está a tres.
Pacheta introdujo tres cambios en la alineación, los dos centrales, Jorge Rodríguez y Juanpa, y el delantero Martins, mientras que la presencia de Castaño en lugar de Miki fue la única novedad en el once de los locales.
La primera mitad fue toda del Oviedo. Los azules se hicieron desde el inicio con el control del juego ante un Marino que no se inmutó. Los locales cedieron metros y el balón, pero el Oviedo no supo sacar provecho de su superioridad. Prueba de ello es que los dos únicos disparos entre los tres palos de los azules vinieron a balón parado.
Al equipo de Pacheta le costó dar sentido a su juego. Apenas tuvieron profundidad y las ocasiones ante la portería de Rafa Ponzo fueron contadas. Una de las más claras llegó a los seis minutos, tras un saque de falta de Aitor Sanz que remató Jorge Rodríguez a la red, pero el árbitro invalidó la acción por fuera de juego del central azul.
El Oviedo tenía el control del balón, pero le costaba hacer daño a un Marino que se encontraba cómodo. Los locales se armaron bien atrás y esperaron con paciencia una oportunidad para sorprender al contraataque. Mientras tanto, el Oviedo seguía con su dominio estéril. Un remate de cabeza de Pelayo, a la salida de una falta botada por Aitor Sanz, en el minuto 18, fue el primero de los azules entre los tres palos.
El Oviedo ganó más por intensidad que por el juego que expuso en Miramar. Los azules fueron muy planos, excepto en el tramo final del partido, ante un Marino, que lo fio todo a su orden defensivo y a sus posibles opciones a la contra. La victoria sirve para que el equipo de Pacheta recorte un punto con la zona de promoción de ascenso, que ahora está a tres.
Pacheta introdujo tres cambios en la alineación, los dos centrales, Jorge Rodríguez y Juanpa, y el delantero Martins, mientras que la presencia de Castaño en lugar de Miki fue la única novedad en el once de los locales.
La primera mitad fue toda del Oviedo. Los azules se hicieron desde el inicio con el control del juego ante un Marino que no se inmutó. Los locales cedieron metros y el balón, pero el Oviedo no supo sacar provecho de su superioridad. Prueba de ello es que los dos únicos disparos entre los tres palos de los azules vinieron a balón parado.
Al equipo de Pacheta le costó dar sentido a su juego. Apenas tuvieron profundidad y las ocasiones ante la portería de Rafa Ponzo fueron contadas. Una de las más claras llegó a los seis minutos, tras un saque de falta de Aitor Sanz que remató Jorge Rodríguez a la red, pero el árbitro invalidó la acción por fuera de juego del central azul.
El Oviedo tenía el control del balón, pero le costaba hacer daño a un Marino que se encontraba cómodo. Los locales se armaron bien atrás y esperaron con paciencia una oportunidad para sorprender al contraataque. Mientras tanto, el Oviedo seguía con su dominio estéril. Un remate de cabeza de Pelayo, a la salida de una falta botada por Aitor Sanz, en el minuto 18, fue el primero de los azules entre los tres palos.
Luego lo hizo Martins, flojo a las manos de Rafa Ponzo y el propio Pelayo volvió a cabecear una falta sacada por Aitor Sanz obligando a Ponzo a intervenir.
Del Marino hubo pocas noticias en la primera parte. Prueba de ello es que su único disparo entre los tres palos de la portería de Lledó fue a falta de dos minutos para el descanso, en una acción de Sergio Prendes.
La segunda mitad se inició con la misma dinámica. El Oviedo tenía de nuevo el control del partido ante un Marino más preocupado por proteger su portería que ir de cara a por la victoria.
Los azules insistieron en su fútbol directo y metieron al Marino más atrás, pero a excepción de dos jugadas enlazadas que acabaron con buenos centros desde la banda derecha, las ocasiones brillaron por su ausencia.
Con ese panorama, el partido entró en el tramo decisivo. Pacheta dio entrada a Óscar Martínez y Abasolo, y apenas dos minutos después llegó el primer gol de los azules, en una jugada sin aparente peligro. Aitor Sanz hizo un cambio de juego a la banda izquierda, Queipo intentó ceder de cabeza a su portero, pero Nano se adelantó y batió a Rafa Ponzo.
Quedaban 19 minutos y el Oviedo tenía el partido donde quería y más al quedarse el Marino en inferioridad por una acción infantil de Alberto Saavedra, que se encaró con un grupo de aficionados. El defensa vio la segunda tarjeta amarilla y fue expulsado. Además, Jony, con problemas físicos, acentuó la inferioridad de los locales en los últimos minutos.
A pesar de su clara desventaja, el Marino lo intentó hasta el final ante un Oviedo que pasó a disponer de claras ocasiones para dejar sentenciado el choque. Un remate de cabeza de Juanpa fue sacado debajo de los palos por Guaya y, posteriormente, una buena jugada por la banda derecha de Abasolo fue rematada por Manu Busto, desbaratando esta ocasión Pablo Ríos.
A tres minutos del final llegó la sentencia del Oviedo, también en otra jugada de fortuna. Nano intentó centrar desde la banda izquierda, Rafa Ponzo resbaló en su salida y el balón se coló en la red.
Con muy poco, el Oviedo se llevaba los tres puntos ante un Marino que, salvo en el aspecto defensivo, no hizo méritos para más.
Del Marino hubo pocas noticias en la primera parte. Prueba de ello es que su único disparo entre los tres palos de la portería de Lledó fue a falta de dos minutos para el descanso, en una acción de Sergio Prendes.
La segunda mitad se inició con la misma dinámica. El Oviedo tenía de nuevo el control del partido ante un Marino más preocupado por proteger su portería que ir de cara a por la victoria.
Los azules insistieron en su fútbol directo y metieron al Marino más atrás, pero a excepción de dos jugadas enlazadas que acabaron con buenos centros desde la banda derecha, las ocasiones brillaron por su ausencia.
Con ese panorama, el partido entró en el tramo decisivo. Pacheta dio entrada a Óscar Martínez y Abasolo, y apenas dos minutos después llegó el primer gol de los azules, en una jugada sin aparente peligro. Aitor Sanz hizo un cambio de juego a la banda izquierda, Queipo intentó ceder de cabeza a su portero, pero Nano se adelantó y batió a Rafa Ponzo.
Quedaban 19 minutos y el Oviedo tenía el partido donde quería y más al quedarse el Marino en inferioridad por una acción infantil de Alberto Saavedra, que se encaró con un grupo de aficionados. El defensa vio la segunda tarjeta amarilla y fue expulsado. Además, Jony, con problemas físicos, acentuó la inferioridad de los locales en los últimos minutos.
A pesar de su clara desventaja, el Marino lo intentó hasta el final ante un Oviedo que pasó a disponer de claras ocasiones para dejar sentenciado el choque. Un remate de cabeza de Juanpa fue sacado debajo de los palos por Guaya y, posteriormente, una buena jugada por la banda derecha de Abasolo fue rematada por Manu Busto, desbaratando esta ocasión Pablo Ríos.
A tres minutos del final llegó la sentencia del Oviedo, también en otra jugada de fortuna. Nano intentó centrar desde la banda izquierda, Rafa Ponzo resbaló en su salida y el balón se coló en la red.
Con muy poco, el Oviedo se llevaba los tres puntos ante un Marino que, salvo en el aspecto defensivo, no hizo méritos para más.
Al termino del partido el preparador azul Pacheta comparecio ante los medios de comunicacion y realizo las siguientes declaraciones:
El equipo tiene que luchar hasta el último instante y hoy se ha adelantado en el marcador en una acción desafortunada del rival cuando instantes antes pudo hacerlo después de una bonita jugada colectiva
Es evidente que ha sido uno de los partidos más completos que hemos hecho, no hemos recibido grandes ocasiones de gol y hemos estado muy bien ante un rival muy peligroso a la contra, algo que hemos defendido bien. Al final ha llegado más por insistencia que por ocasiones claras. Lo que resta de temporada va a ser muy duro y muy largo, nadie se hace a la idea. Hoy estoy muy orgulloso del equipo, de los once titulares y de los tres que jugaron después, que han salido a tope y si salen así somos muy buenos. El equipo va de verdad.
Comenta que ha sido uno de los partidos más completos que han hecho
Es evidente que ha sido uno de los partidos más completos que hemos hecho, no hemos recibido grandes ocasiones de gol y hemos estado muy bien ante un rival muy peligroso a la contra, algo que hemos defendido bien. Al final ha llegado más por insistencia que por ocasiones claras. Lo que resta de temporada va a ser muy duro y muy largo, nadie se hace a la idea. Hoy estoy muy orgulloso del equipo, de los once titulares y de los tres que jugaron después, que han salido a tope y si salen así somos muy buenos. El equipo va de verdad.
Comenta que ha sido uno de los partidos más completos que han hecho
Por número de ocasiones, por las sensaciones de ir a por el rival creo que es un partido completo del Real Oviedo. Hemos tenido demasiadas situaciones para hacer daño y creo que el equipo ha estado sumamente bien. Si seguimos en esta línea tenemos opciones de ganar el domingo al Alcalá y tenemos que buscar esas sensaciones.
Juanpa y Jorge Rodríguez han estado a un buen nivel en el centro de la defensa
Tenemos jugadores de mucha jerarquía y todos los que juegan son fantásticos. Jorge y Juanpa han estado contundentes y cuando ello sucede suele significar que no encajas gol. No vamos a descubrir a Jorge, que llevaba más de cuatro meses sin jugar y le hemos tenido que poner los noventa minutos, algo que no es bueno, pero el chico aguantó bien.
¿Temía que Jorge no pudiera aguantar los noventa minutos?
Me daba miedo que pudiera tener algún problema muscular y le hemos comentado que avisase a la mínima molestia. Es un chico muy fuerte, que llevaba ya cuatro semanas entrenando y el pasado domingo nos hubiese gustado darle minutos, pero no pudimos hacerlo. Jorge está bien, es fuerte.
La victoria de esta tarde es importante para que recuperar la moral después de tres jornadas sin conseguir los tres puntos
Nosotros tenemos que ir a lo nuestro y ahora tenemos que centrarnos en ganar al Alcalá, que nos trae recuerdos un poco extraños. Vamos a madurar durante toda la semana e iremos a por ellos, igual que hemos venido a Luanco. Tenemos que seguir al máximo y no podemos bajar los brazos.
¿Cree que le falto algo al equipo en el apartado ofensivo?
Tendremos que atacar y defender mejor. Hoy era fundamental no encajar gol porque siete goles en tres partidos es algo que duele muchísimo. No encajo y luego llegan los resultados. Hay gente que es mejor que otra con el balón, yo los veo todos los días, pero hay momentos en los que también se buscan otras cosas.
Dio la sensación de que el Marino estaba cómodo en el terreno de juego
Yo no he tenido esa sensación. Siempre que he visto al Marino en Miramar suele hacer más situaciones de gol y nosotros ya veníamos aleccionados. No veníamos a pasearnos, sino que sabíamos los problemas que nos podría ocasionar. Nuestra gran virtud de hoy ha sido no habernos equivocado porque si lo hubiera hecho, hubiéramos perdido. El Marino sabe a lo qué juega, tiene gente rápida y hace las cosas muy bien.
Sus dos goles quizá llegaron en dos acciones de fortuna
El partido dura 90 minutos y nosotros ya sabíamos que iba a ser muy duro y muy largo. Antes del gol hemos tenido ocasiones de gol, pero hay veces que no entra la más clara.
Para acabar, la victoria puede ayudar a rebajar un poco la presión después de los últimos resultados
Este equipo necesita ganar, es el único bálsamo que tenemos. El Real Oviedo es una entidad compleja, con muchos años sufriendo y la masa social que arrastra es de otra categoría. Si el entrenador está equivocado, hay que ir con esa decisión hasta el final. La única manera de conseguir el éxito es que vayamos todos con la misma idea. Estamos consiguiendo que la gente nos haya perdonado derrotas, tengo esa sensación, porque sabe que vamos de verdad. Claro que las derrotas duelen, pero no duelen como otras. El equipo compite, mete la cabeza en todos los sitios y eso enorgullece a todos.
Juanpa y Jorge Rodríguez han estado a un buen nivel en el centro de la defensa
Tenemos jugadores de mucha jerarquía y todos los que juegan son fantásticos. Jorge y Juanpa han estado contundentes y cuando ello sucede suele significar que no encajas gol. No vamos a descubrir a Jorge, que llevaba más de cuatro meses sin jugar y le hemos tenido que poner los noventa minutos, algo que no es bueno, pero el chico aguantó bien.
¿Temía que Jorge no pudiera aguantar los noventa minutos?
Me daba miedo que pudiera tener algún problema muscular y le hemos comentado que avisase a la mínima molestia. Es un chico muy fuerte, que llevaba ya cuatro semanas entrenando y el pasado domingo nos hubiese gustado darle minutos, pero no pudimos hacerlo. Jorge está bien, es fuerte.
La victoria de esta tarde es importante para que recuperar la moral después de tres jornadas sin conseguir los tres puntos
Nosotros tenemos que ir a lo nuestro y ahora tenemos que centrarnos en ganar al Alcalá, que nos trae recuerdos un poco extraños. Vamos a madurar durante toda la semana e iremos a por ellos, igual que hemos venido a Luanco. Tenemos que seguir al máximo y no podemos bajar los brazos.
¿Cree que le falto algo al equipo en el apartado ofensivo?
Tendremos que atacar y defender mejor. Hoy era fundamental no encajar gol porque siete goles en tres partidos es algo que duele muchísimo. No encajo y luego llegan los resultados. Hay gente que es mejor que otra con el balón, yo los veo todos los días, pero hay momentos en los que también se buscan otras cosas.
Dio la sensación de que el Marino estaba cómodo en el terreno de juego
Yo no he tenido esa sensación. Siempre que he visto al Marino en Miramar suele hacer más situaciones de gol y nosotros ya veníamos aleccionados. No veníamos a pasearnos, sino que sabíamos los problemas que nos podría ocasionar. Nuestra gran virtud de hoy ha sido no habernos equivocado porque si lo hubiera hecho, hubiéramos perdido. El Marino sabe a lo qué juega, tiene gente rápida y hace las cosas muy bien.
Sus dos goles quizá llegaron en dos acciones de fortuna
El partido dura 90 minutos y nosotros ya sabíamos que iba a ser muy duro y muy largo. Antes del gol hemos tenido ocasiones de gol, pero hay veces que no entra la más clara.
Para acabar, la victoria puede ayudar a rebajar un poco la presión después de los últimos resultados
Este equipo necesita ganar, es el único bálsamo que tenemos. El Real Oviedo es una entidad compleja, con muchos años sufriendo y la masa social que arrastra es de otra categoría. Si el entrenador está equivocado, hay que ir con esa decisión hasta el final. La única manera de conseguir el éxito es que vayamos todos con la misma idea. Estamos consiguiendo que la gente nos haya perdonado derrotas, tengo esa sensación, porque sabe que vamos de verdad. Claro que las derrotas duelen, pero no duelen como otras. El equipo compite, mete la cabeza en todos los sitios y eso enorgullece a todos.
Por su parte Jose Luis Quiros (entrenador del Marino) aseguró que estaba triste por el desenlace final del partido. El técnico señaló que «el partido, tal y como se estaba desarrollando, iba para un empate a cero, pero llegó el primer gol del Oviedo, en una jugada desgraciada, y ya no pudimos hacer nada. Para más adversidad, nos quedamos en inferioridad numérica y, luego, el segundo gol también llegó en una acción desafortunada por el resbalón de Rafa Ponzo».
Quirós manifestó que «el juego del Oviedo es muy difícil de contrarrestar y más en un campo de las dimensiones de Miramar. En los primeros minutos del segundo período, nos acorralaron y buscamos remedio con la entrada de Pablo Ríos. Lo conseguimos, pero luego llegó el gol del Oviedo y todo se nos puso cuesta arriba». El entrenador del Marino lamentó que, además de perder el encuentro, el equipo no podrá contar con varios jugadores con vistas al siguiente compromiso ante La Roda. Saavedra, expulsado ayer, además de Titi, con un esguince de rodilla, y Yoni, con un esguince de tobillo, serán baja.
Fuente: Jose Palacio (La nueva España), Nacho Azparren (La nueva España) y David Alonso (web del Real Oviedo)
Fotos: la primera Joaquin Pañeda (La voz de Aviles); el resto Irma Collin (La nueva España)
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