Juanma y Negredo lideran la defensa del Oviedo, que ha recibido un gol en los últimos nueve partidos en el Tartiere
Los defensores más fieros han sido tradicionalmente discriminados por el gran público. Incomprendidos en muchos casos, sea el deporte que sea. Alonzo Mourning, uno de los grandes pívots de la NBA en las dos últimas décadas, tiró de ironía cuando le concedieron su segundo trofeo consecutivo como mejor defensor de la Liga: «quiero agradecer públicamente a mis compañeros que dejasen escapar a los hombres que defendían para que yo les parara». El argumento esgrimido por Mourning no puede ser aplicado en el caso oviedista, donde la defensa comienza por el hombre más adelantado, pero Juanma y Negredo tienen motivos de sobra para sacar pecho.
Hace tiempo que el aficionado no puede imaginarse un once del Oviedo sin la presencia de los dos centrales en la zaga. La configuración de una plantilla corta, la confianza de Pacheta y las lesiones han convertido su contribución en obligatoria. Y el equipo lo ha agradecido. El Oviedo suma nueve triunfos consecutivos en el Tartiere con un saldo que impresiona: ha hecho 20 tantos y sólo ha recibido uno.
«En casa metemos al equipo contrario ahí arriba y es difícil que nos lleguen a puerta. Es una labor colectiva», indica Negredo. «La prueba es que cualquiera que entra en la línea de cuatro cumple a la perfección. Eso pasa porque la dinámica es positiva», le secunda Juanma. Las palabras de los dos centrales van en consonancia con su trabajo: efectivo y pulcro, pero sin alardes.
No dice lo mismo la estadística. Según los datos de la temporada, la presencia de los dos centrales es vital para el equipo. Juanma ha disputado los 90 minutos de los últimos 18 partidos y Negredo ha hecho lo propio en los 12 últimos. Nadie en la primera plantilla iguala sus registros. El colectivo también se ha beneficiado. Juanma y Negredo han coincidido 17 veces en el once inicial del Oviedo: con ellos, los de Pacheta han sumado 12 victorias, 2 empates y 3 derrotas.
Tantos minutos juntos sobre el terreno de juego han hecho que su compenetración sea evidente. Sus condiciones parecen complementarias. «Nuestras características se adaptan bien. A Juanma le gusta anticiparse, es rápido y tiene un gran desplazamiento con la zurda», teoriza Negredo. «César es muy contundente en todo lo que hace: en las acciones defensivas, cuando habla... en todo», responde Juanma. «Si tiene que saltar uno es preferible que lo haga Juanma porque recupera más fácil la posición. En un cuerpo a cuerpo él prefiere que vaya yo porque se me da mejor», continúa Negredo su análisis. «Aprendo con él. Para mí, Negredo es un pilar fundamental. Me siento muy cómodo a su lado», corona Juanma.
Por si las fuerzas menguasen, otro central está en camino. «Por circunstancias Juanma y yo lo estamos jugando todo, pero ya está Jorge ahí», matiza Negredo. Al vallecano no le falta razón. Jorge Rodríguez es uno más en los entrenamientos desde hace un par de semanas. Estaba previsto que recibiera el alta la semana pasada, pero se le ha realizado otra resonancia para tener la completa seguridad de que el tobillo está en perfecto estado. Esta semana o la que viene, el central recibirá el alta para estar a disposición de Pacheta. «Estamos dando buen rendimiento, pero la Liga es muy buena y al equipo le vendrá de lujo la recuperación de Jorge», señala Negredo.
Hace tiempo que el aficionado no puede imaginarse un once del Oviedo sin la presencia de los dos centrales en la zaga. La configuración de una plantilla corta, la confianza de Pacheta y las lesiones han convertido su contribución en obligatoria. Y el equipo lo ha agradecido. El Oviedo suma nueve triunfos consecutivos en el Tartiere con un saldo que impresiona: ha hecho 20 tantos y sólo ha recibido uno.
«En casa metemos al equipo contrario ahí arriba y es difícil que nos lleguen a puerta. Es una labor colectiva», indica Negredo. «La prueba es que cualquiera que entra en la línea de cuatro cumple a la perfección. Eso pasa porque la dinámica es positiva», le secunda Juanma. Las palabras de los dos centrales van en consonancia con su trabajo: efectivo y pulcro, pero sin alardes.
No dice lo mismo la estadística. Según los datos de la temporada, la presencia de los dos centrales es vital para el equipo. Juanma ha disputado los 90 minutos de los últimos 18 partidos y Negredo ha hecho lo propio en los 12 últimos. Nadie en la primera plantilla iguala sus registros. El colectivo también se ha beneficiado. Juanma y Negredo han coincidido 17 veces en el once inicial del Oviedo: con ellos, los de Pacheta han sumado 12 victorias, 2 empates y 3 derrotas.
Tantos minutos juntos sobre el terreno de juego han hecho que su compenetración sea evidente. Sus condiciones parecen complementarias. «Nuestras características se adaptan bien. A Juanma le gusta anticiparse, es rápido y tiene un gran desplazamiento con la zurda», teoriza Negredo. «César es muy contundente en todo lo que hace: en las acciones defensivas, cuando habla... en todo», responde Juanma. «Si tiene que saltar uno es preferible que lo haga Juanma porque recupera más fácil la posición. En un cuerpo a cuerpo él prefiere que vaya yo porque se me da mejor», continúa Negredo su análisis. «Aprendo con él. Para mí, Negredo es un pilar fundamental. Me siento muy cómodo a su lado», corona Juanma.
Por si las fuerzas menguasen, otro central está en camino. «Por circunstancias Juanma y yo lo estamos jugando todo, pero ya está Jorge ahí», matiza Negredo. Al vallecano no le falta razón. Jorge Rodríguez es uno más en los entrenamientos desde hace un par de semanas. Estaba previsto que recibiera el alta la semana pasada, pero se le ha realizado otra resonancia para tener la completa seguridad de que el tobillo está en perfecto estado. Esta semana o la que viene, el central recibirá el alta para estar a disposición de Pacheta. «Estamos dando buen rendimiento, pero la Liga es muy buena y al equipo le vendrá de lujo la recuperación de Jorge», señala Negredo.
Fuente: Nacho Azparren (La nueva España)
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