lunes, 16 de abril de 2012

El Montañeros sonroja al Oviedo

Un pobre Oviedo se estrella ante el colista y dilapida buena parte de sus opciones de clasificarse para disputar la promoción de ascenso

Foto: La nueva España
Montañeros CF: Ángel Díez; Ángel Luis, Espasandín, Pablo López, Tetteh; Raúl Lozano (Iago Iglesias, minuto 81), Dudi (Iván Pérez, minuto 59), Moisés, Dopico (Quique Cubas, minuto 75); Rubén Rivera y Romay

Real Oviedo: Lledó; Owona, Negredo, Juanpa, Juanma; Teo (Abasolo, minuto 68), Pelayo, Jorge Rodríguez (Falcón, minuto 84), Nano; Manu Busto y Oscar Martínez (Martins, minuto 68)

Arbitro: Ruiz Bada(Cantabria). Amarilla al visitante Nano

Goles: 0-1, minuto 13. Teo; 1-1, minuto 65. Iván Pérez; 2-1, minuto 88. Quique Cubas

Climatologia: Soleado con 11.8ºC

Incidencias: Elviña, 1.000 espectadores.
 
Llegados a este punto convendrá decir que el Oviedo no da la talla. Superadas las etapas de adaptación, de aprendizaje y de mejora, el Oviedo se ha dado de bruces con la realidad en el momento más caliente del campeonato. Justo cuando los valientes deben dar un paso al frente, los azules rehúyen el protagonismo. Ya sea el desacierto de cara a gol, los arbitrajes tendenciosos, los campos incómodos, la mala fortuna o incluso el cambio climático, la realidad es que el Oviedo no muestra los argumentos suficientes para justificar que merece estar en play-off. Y eso, a cuatro jornadas del final, suena a triste epílogo para un proyecto que en momentos puntuales logró levantar al oviedismo de su letargo. Una verdadera lástima.

La derrota por 2-1 ante el Montañeros (de nuevo ante un colista como ocurriera en Vecindario o en Cuenca) encierra una multitud de conclusiones. La primera, instantánea al mirar la tabla, dice que los azules se alejan a cuatro puntos del play-off cuando restan cuatro fechas. Lo que en cualquier grupo de la división significaría la eliminación sistemática de las opciones de éxito, queda algo suavizada en el convulso grupo I, allí donde hasta los osados colistas capturan puntos de las visitas más ilustres. Sin embargo, las sensaciones dejadas por el Oviedo en las últimas semanas evitan cualquier signo de esperanza.

El sintético de Elviña volvió a dejar en evidencia el sistema implantado por Pacheta. La lucha, garra e intensidad que se presuponen a un equipo profesional se muestran ahora insuficientes para seguir avanzando. El Oviedo lleva varios meses estancado. Recrearse con actuaciones fantásticas como la de Valdebebas o San Mamés ha evitado al equipo crecer. En vez de añadir nuevos registros a un sistema resultón, el Oviedo de Pacheta ha ido reforzando intensamente sus rasgos más primitivos hasta convertirse en una caricatura de sí mismo.

Ante el Montañeros ni siquiera sirve la excusa de la dificultad de remar a contracorriente. Como ya ocurriera en la anterior salida, los azules se pusieron con el marcador pronto a favor. Teo aprovecho un rechace a un disparo de Owona para adelantar a los azules a los 13 minutos. Nada hacía presagiar que la película tendría un final tan dramático.

Fue entonces cuando el Oviedo debió comportarse como un equipo importante: escrudiñar el terreno, ejecutar su plan de ataque y acabar con el partido con el segundo tanto. No lo hizo en parte por uno de sus defectos más acuciantes: la escasez de talento. La legión de gladiadores reclutados por Pacheta deja poco espacio a las firmas diferentes. Hasta hace unas semanas los momentos de inspiración encontraban su lugar en las botas de Manu Busto. Ya no. El futbolista de más calidad de la plantilla parece agotado, exprimido en labores comunitarias que le impiden mostrar todo su potencial artístico. Es como si al pianista de una banda se le usara para transportar una y otra vez el piano de cola por los escenarios en vez de tocarlo.

Las llegadas del Oviedo se concentraron en el tramo final de la primera mitad y el inicio de la segunda. Negredo pudo anotar, pero su cabezazo salió centrado. Óscar Martínez disfrutó de la ocasión más clara tras el descanso. Su tercer intento ante el meta local -los dos primeros habían sido abortados por el banderín del asistente- acabó con el balón en el cuerpo del portero. Fue el adelanto del hundimiento azul.

A partir del minuto 20 nació otro partido. El punto de partida es el gol de Iván Pérez, de fenomenal disparo con rosca. Le siguió al tanto un rondo del Montañeros -colista, conviene recordar-, la nula oposición azul y alguna intervención de mérito de Lledó. Se cierra con el segundo tanto local, en una nueva galopada de un futbolista del Montañeros en libertad. Habría que matizar que en un ataque de orgullo, Martins tuvo la victoria azul en un disparo cruzado, pero nadie podrá argumentar que hubiera sido justo.

Quedan sólo cuatro jornadas de Liga y la matemática se empeña en llevar la contraria a la lógica. El Oviedo tiene enfrentamientos duros para lograr sumar el mayor número de puntos. La parte negativa es que ya no hay lugar para el fallo. Los azules han agotado todas las vidas de su partida y la fe es la única bala en la recámara. Parecen pobres argumentos para una empresa tan difícil, pero si algo tiene el fútbol es su facilidad para romper la lógica. A ello se agarran Pacheta y los suyos.

Al termino del partido Pacheta realizo las siguientes declaraciones:

Se ha vuelto a repetir el guión de las últimas semanas
Se repite, se repite y se vuelve a repetir, con lo que debemos de estar haciendo algo mal. No sé que más decir, quizá no hemos propuesto todo lo que deberíamos, aunque creo que hemos estado bastante bien e incluso con el 0-1 tuvimos alguna ocasión para haber marcado el segundo gol. Luego nos hemos echado atrás y no hemos sido capaces de salir. Con el empate a uno hemos tenido la mejor ocasión del partido, pero no hemos marcado, mientras que ellos, si. Quiero pedir perdón a los aficionados que han venido hasta aquí por no haberles podido brindar la victoria. Estamos pagando caro que nos marcan goles con media aproximación que nos hacen, pero vamos a seguir porque mientras haya vida hay esperanza. Estamos peor que hace cuatro horas, pero no nos queda otra que seguir sumando. La afición del Real Oviedo es admirable, hoy ha venido a vernos y no hemos sido capaces de darle una alegría, pero que nadie tenga la menor duda de que estamos apenados. Este club es duro por las urgencias que tiene y hoy no hemos estado todo lo brillantes que esperábamos.

Desde fuera dio la sensación de que el Montañeros se jugaba mucho más que ustedes
 
Creo que hemos hecho 60 minutos muy buenos y luego, el Montañeros nos ha ido metiendo en nuestro campo. Tengo que volver a ver el partido porque me cuesta entender esto, que no hemos estado tan intensos y tan duros como otras veces.

¿Puede ser un tema físico?
El rival nos ha ido empujando, pero he tenido la sensación que entre el minuto 45 y el 60 estábamos llegando con claridad, pero no marcamos y lo acabamos pagando. No sabemos manejar los tiempos del partido, algo que nos ha llevado a perder en bastantes días. Soy el único responsable de todo y luego se tomarán decisiones. Este equipo va a seguir remando y vamos a dar todo lo que tengamos dentro, que igual venimos aquí, no somos capaces de ganar y hay que darle una vuelta a todo. Teníamos que haber propuesto lo que hemos hecho en la primera mitad y no es una cuestión física porque hubo momentos de ida y vuelta en los que íbamos frescos. Es una situación que se ha repetido bastantes veces durante el año y no somos capaces de manejarla.

Aunque restan cuatro jornadas de Liga, ¿cree que se les ha acabado ya la Liga?
No, los de arriba estarían encantados si pensásemos eso. Vamos a ir a por el Castilla con lo mejor que tengamos para intentarlos ganar y engancharnos arriba porque todos los equipos se van a dejar puntos en estos últimos partidos. Estamos muertos si tiramos la toalla. Mientras los números digan que podamos llegar, nosotros vamos a seguir tirando y empujando. Seguro que la afición está enfada con nosotros porque llevamos dos derrotas consecutivas en el minuto 90, pero seguro que va a estar con nosotros. Los puntos de estos dos últimos días no se nos pueden escapar, estamos teniendo problemas ahí y en la finalización de jugadas.

¿Qué le puede estar faltando al equipo?
Nos está faltando lectura de los momentos de juego, por eso nos hemos dejado puntos en el camino. Es algo que estamos pagando caro, muy caro.

Para acabar, ¿cómo puede animar a los aficionados azules para que acudan el próximo domingo al estadio Carlos Tartiere?
Les digo que en nuestro estadio hemos ganado doce de los últimos catorce partidos de Liga y que sigue habiendo vida. Si pensamos lo contrario estaríamos tirando la toalla. Vamos a jugar con los mejores jugadores que tengamos y seguro que se marcharán orgullosos de ellos. En la última media hora no hemos estado bien y lo pagamos muy caro porque tenemos que estar intensos los 90 minutos. Les animo a que sigan creyendo en este equipo, es cierto que cada vez es más complicado, pero vamos a seguir remando y empujando. Este equipo no va a tirar la toalla.

La derrota deja al Oviedo a cuatro puntos del cuarto puesto, que ahora ocupa el Tenerife, a falta de disputarse cuatro encuentros. Los azules ya no dependen de sí mismos y tendrán que esperar fallos de sus rivales para jugar por el ascenso. El proximo rival el Real Madrid B el proximo domingo.

Nacho Azparren / La nueva España y David Alonso / web del Real Oviedo

1 comentario:

  1. Vaya,que palazo mas grande la derrota!! =( espero q sigais trabajando para poder aspirar a los Play-Off


    Por cierto,como va el tema de Alberto? Que me contaste ayer x face q le quedan las horas contadas? Se sabe algo?? Besos

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