El jugador vallisoletano no podrá repetir sus buenos partidos ante el Real Madrid Castilla
Foto: Gonzalez Fierros |
Cuando el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha de Xavi Moré se rompió en el Salto del Caballo, muchas de las ilusiones de ascenso del oviedismo saltaron por los aires. Algunos dieron por perdida la temporada y dos meses y medio después, los peores augurios van camino de convertirse en realidad. Además, la llegada de un duelo contra el Castilla siempre trae a la memoria los mejores momentos del extremo azul, que fue determinante en varios de esos partidos y el domingo no estará.
“Echas todo de menos, te vuelven recuerdos y sentimientos del encuentro de Valdebebas porque el equipo hizo un partido espectacular. También participé bastante y me salieron las cosas bien, no poder estar ahora en un choque tan importante, en el que nos jugamos tantas cosas, es un palo duro”. Nadie siente tanto como él esa ausencia. El 1-3 de la primera vuelta, tuvo en Moré a uno de sus principales actores. Él solo se bastó y se sobró para volver loco al filial blanco y dar una exhibición que impulsó la reacción que llevó al equipo a meterse en los puestos de ascenso. Aquel partido no se le ha olvidado, pero tampoco cree que se haya borrado de la cabeza de los jugadores merengues y ese será un problema añadido para el Oviedo: “con la soba que les metimos allí van a venir picados”, además, “fuera de casa, quizás quitando el partido de Lugo, no han estado bien y van a venir a por todas”.
Números demoledores. El peso específico de Xavi Moré dentro del Oviedo queda demostrado cuando se miran los registros el equipo tras caer lesionado. El 22 de enero, en un lance fortuito, tras sustituir a Jandrín, en el partido contra el Toledo, el extremo decía adiós a la temporada aunque intentó regresar al terreno de juego y el recuerdo está muy fresco en su cabeza: “el que pidió volver al campo fui yo, noté un dolor pero luego parecía que había desaparecido y fue culpa mía 100%, en la primera jugada quizás ya estuviese roto”. Desde ese día, el equipo lleva disputados 13 partidos de Liga y sólo ha sido capaz de ganar cinco; mientras que empató dos y perdió los seis restantes. En total, sumó 17 puntos de los 39 disputados y de ahí llegan buena parte de las urgencias que asfixian a los azules en estas últimas cuatro jornadas del campeonato.
Aunque quedan pocos que confíen en que el Oviedo esté al final de la Liga entre los cuatro primeros, Moré se niega a tirar la toalla: “estoy seguro de que ninguno de los cuatro primeros va a ganar los cuatro partidos y por eso nosotros debemos centrarnos en ganar los nuestros, aunque la gente piense que es una utopía nosotros nos agarramos a eso”. Lo único que está en sus manos es ganar los partidos que les restan por jugar y en ello se van a centrar: “sería muy duro que fallasen los demás y que nosotros no hiciésemos los deberes y nos quedemos fuera por fallar, hay que centrarse en ganar al Castilla y luego ya veremos lo que pasa”. Los futbolistas son los primeros interesados en alcanzar esas cuatro primeras posiciones porque “lo que se genera en la ciudad y en la afición es completamente distinto y animo a la gente porque este fin de semana pueden salir bien las cosas e iremos a Tenerife a jugarnos el todo por el todo”.
La clave ahora es recuperar el buen ánimo y la ilusión porque éste “quizás es uno de los peores momentos, el lunes el equipo estaba muy tocado, aunque la gente piense otra cosa, los jugadores siempre damos el máximo y cuando las cosas no salen es lógico que se critique, pero la cosa va mejorando y vemos al Castilla como la única traca para explotar”.
Su lesión va cumpliendo los plazos previstos y el próximo reto es “volver a correr” pero para eso “aún queda un mes y de momento tengo que centrarme en el trabajo en la piscina y en la bicicleta, pero todo va bien y espero volver en agosto sin problemas”.
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