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| Foto: La nueva España |
El capitán del Real Oviedo, Aitor Sanz, reconoció ayer
que la derrota en Salamanca fue especialmente dolorosa por la numerosa
presencia de aficionados en la grada. El centrocampista afirmó que la
afición está «ilusionadísima y volvió a responder por enésima vez yendo a
Salamanca cerca de 1.000 personas». Así, añadió, la derrota «duele
bastante, sobre todo cuando te pones por delante, parece que encarrilas
el partido y luego el Salamanca, justo vencedor, es superior a
nosotros».
Aitor Sanz no ocultó que «fuera de casa, excepto el día de Avilés, no estamos siendo solventes y nos están haciendo goles fáciles». «Tendremos que trabajar más, ser más sólidos fuera de casa», dijo. Además, remarcó, que «no siempre vamos a conseguir marcar dos o tres goles y es clave que no te hagan gol». «En el Tartiere lo estamos consiguiendo, pero fuera está claro que no y es una asignatura que tenemos pendiente», apuntó.
Reconoció también que tras el gol el equipo se fue atrás y
«les dejamos un poco el campo». «Y, ante un equipo con esa calidad y
movilidad en los cuatro de arriba, fue lo peor que pudimos hacer. Cuando
nos dimos cuenta del error ya era tarde para reaccionar y no fuimos
capaces», explicó.
No obstante, el centrocampista cree que el equipo nada tiene que ver con el del pasado año y que pronto llegarán los resultados como visitante: «es algo totalmente distinto, una temporada distinta, un juego distinto, un entrenador distinto y no tiene porque repetirse aquello, no gusta perder fuera de casa. Acabamos de empezar y queda mucho margen de mejora».
El madrileño tiene claro que lo que toca ahora es superar al Marino Playas el domingo. «Es uno de esos días que sólo vale ganar. Si fuera de casa no consigues los tres puntos.... Un equipo como el Oviedo tiene que ganar en casa todos los partidos. Toca un rival que no viene en un buen momento, un partido engañoso porque la gente seguro que nos va a exigir desde el minuto uno dominar y crear ocasiones de gol».
En cuanto a la celebración de los goles de Pablo de Lucas, Aitor Sanz dijo que le da pena que «una persona que es el capitán y representa a un club que tiene una historia como el Salamanca, con una situación como la que está viviendo ese equipo, celebre un gol y lo primero que se acuerde es del rival». «A mí, la verdad, es que me da pena», insistió aunque matizó que «lo dejaremos pasar porque si le damos más importancia, le damos el protagonismo que él quiere y no se merece».
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