Foto: Futbol Asturiano |
Real Oviedo: Sergio; Sinchi, Fuentes (Bryan, min.75), Adrián (Angel, min.54), Pelayo; Lucas (Jairo, min.75), Emilio, Juan (Johan, min.61), Ernesto; David, Jordi
Veriña CF: Miguel; Chus (Juan, min.74), Román (Trapero, min.65), Pablo, Maverik; Manu, Diego (Garci, min.61), Ponte, Meana; Adrián, Marcos
Árbitro: Areces Franco (Avilés). Amarilla al local Jordi y al visitante Chus
Goles: 1-0, minuto 18: Ernesto; 1-1, minuto 67: Adrián; 2-1, minuto 82: David; 3-1, minuto 88: Jairo
Incidencias: El Requexón I, 200 espectadores
La victoria volvió a sonreir a los de Juan Fidalgo en este inicio de campeonato, y el primer juvenil del Real Oviedo suma ya 6 puntos. Pero si tuviésemos que calificar el 3-1 final de la matinal del Requexón, hablaríamos de un resultado cuando menos engañoso. Solo en los 10 minutos finales, dos "chispazos" del ataque carbayón desequilibrarían una balanza que parecía condenada al empate.
El Real Oviedo salió desde el minuto 1 dispuesto a tomar la iniciativa en el juego. Tocando, moviendo la pelota con sentido, pero siempre hasta encontrar la telaraña del Veriña en el centro del campo. Los de Eraña sabían bien dónde y cómo presionar para abortar cualquier intento de llegada clara del juvenil azul. Pero el conjunto rojinegro tampoco parecía estar cómodo en el campo, y sus aproximaciones al área defendida por Sergio fueron contadas; el poco peligro que llevaba el Veriña era a menudo consecuencia de las imprecisiones de los centrales oviedistas, Adrián y Pelayo, que estuvieron desbordables e imprecisos, en especial en el primer tiempo.
Esta inseguridad atrás del Real Oviedo se traducía a su vez en dificultades para salir con el balón controlado, recurriendo a balones en largo para salvar la presión del Veriña. Los rojinegros avisaban con algunas llegadas, saliendo el futbol de ataque de las botas de unos muy activos Adrián y Ponte. Por su parte, el Real Oviedo trenzaba su juego de ataque partiendo de Juan; trabajador, eficiente en la creación y distribución, y sin duda una pieza clave en su equipo para esta temporada.
Y fue el juvenil carbayón quien dió primero. En el minuto 18 de juego, una rápida jugada de ataque capitaneada por Juan terminó en un pase en horizontal a la frontal del área para que Ernesto, de tiro seco y raso, batiese a Miguel. Sería de los pocos ataques de los de Fidalgo que no caerían en los reiterados fueras de juego provocados por una -por lo general- ordenada defensa rojinegra. A partir del 1-0, el Veriña pareció acusar el marcador en contra, y el resto del primer tiempo fue un conjunto espeso, al que le costaba salir con el balón controlado y que perdía sus pocas ocasiones en el centro del campo, donde Ernesto y Emilio imponían su ley. En el bagaje del Veriña hasta el descanso, solo destacar un gran tiro del capitán Adrián en el minuto 39; su trallazo desde la frontal, con efecto, fue despejado con muchos apuros por el meta local. El R.Oviedo contestaría en dos minutos con una internada veloz de Lucas por banda derecha cuyo centro fue rematado de cabeza por Juan, y atajado por Miguel.
El Real Oviedo salió desde el minuto 1 dispuesto a tomar la iniciativa en el juego. Tocando, moviendo la pelota con sentido, pero siempre hasta encontrar la telaraña del Veriña en el centro del campo. Los de Eraña sabían bien dónde y cómo presionar para abortar cualquier intento de llegada clara del juvenil azul. Pero el conjunto rojinegro tampoco parecía estar cómodo en el campo, y sus aproximaciones al área defendida por Sergio fueron contadas; el poco peligro que llevaba el Veriña era a menudo consecuencia de las imprecisiones de los centrales oviedistas, Adrián y Pelayo, que estuvieron desbordables e imprecisos, en especial en el primer tiempo.
Esta inseguridad atrás del Real Oviedo se traducía a su vez en dificultades para salir con el balón controlado, recurriendo a balones en largo para salvar la presión del Veriña. Los rojinegros avisaban con algunas llegadas, saliendo el futbol de ataque de las botas de unos muy activos Adrián y Ponte. Por su parte, el Real Oviedo trenzaba su juego de ataque partiendo de Juan; trabajador, eficiente en la creación y distribución, y sin duda una pieza clave en su equipo para esta temporada.
Y fue el juvenil carbayón quien dió primero. En el minuto 18 de juego, una rápida jugada de ataque capitaneada por Juan terminó en un pase en horizontal a la frontal del área para que Ernesto, de tiro seco y raso, batiese a Miguel. Sería de los pocos ataques de los de Fidalgo que no caerían en los reiterados fueras de juego provocados por una -por lo general- ordenada defensa rojinegra. A partir del 1-0, el Veriña pareció acusar el marcador en contra, y el resto del primer tiempo fue un conjunto espeso, al que le costaba salir con el balón controlado y que perdía sus pocas ocasiones en el centro del campo, donde Ernesto y Emilio imponían su ley. En el bagaje del Veriña hasta el descanso, solo destacar un gran tiro del capitán Adrián en el minuto 39; su trallazo desde la frontal, con efecto, fue despejado con muchos apuros por el meta local. El R.Oviedo contestaría en dos minutos con una internada veloz de Lucas por banda derecha cuyo centro fue rematado de cabeza por Juan, y atajado por Miguel.
Ya en la segunda parte, el Veriña salió dispuesto a plantar cara y lanzarse a por la igualada. En solo dos minutos, Ponte ya se había plantado en el área entre dos defensores azules, siendo su tiro rechazado a corner. La defensa carbayona seguía débil, en especial por el centro, y demasiado adelantada para no tener seguridad. Las ocasiones de Ponte y Adrián pillando a la defensa azul fuera de lugar se sucedieron para los de San Martín, llevando a las gradas la sensación de que el empate podía estar más cerca. Fidalgo, por su parte, intentó -y consiguió- dar más seguridad a la zaga con el cambio de Ángel por Adrián al cuarto de hora de la reanudación.
Y llegaría el empate, a balón parado. Minuto 67: una falta a unos 10 metros de la frontal, algo escorada a la derecha del meta carbayón, fue botada por Adrián. Su fuerte tiro acabó en las manos de Sergio, pero el meta fue incapaz de retener la pelota, y se colaría en su portería poniendo el 1-1 en el marcador.
La segunda parte iría pasando entre imprecisiones por ambos equipos y tímidos intentos de acercamiento a la portería visitante a cargo de Jordi, batallador pero hoy sin suerte. Las entradas de Johan y Jairo trataban de dinamizar el ataque oviedista. Trapero por su parte, intentaba lo propio en el Veriña. Pero fue una fase del encuentro en la que las presiones podían con la creación, y el empate que imperaba se antojaba como el resultado más justo, ante los méritos (y deméritos) de ambos equipos.
Pero llegaría la recta final del encuentro, y el R.Oviedo daría dos mazazos definitivos al marcador. A falta de siete minutos para el final, un rechace apurado de Miguel deja el balón dentro de su área en las botas de David, quien sin pensárselo dos veces "fusiló" la meta del Veriña de un potente tiro al segundo palo. El gol volvió a pesar como una losa en las botas de los discípulos de Eraña, y ya con el marcador y el tiempo a favor, una rápida jugada personal de Jairo, internándose por banda derecha terminaría con el definitivo 3-1 de tiro cruzado. Corría el minuto 88, y el partido quedaba visto para sentencia.
Al final, la victoria se quedó en el Requexón, si bien un resultado como el 3-1 del R.Oviedo al Veriña no parece el más justo a tenor de lo visto y lo sucedido. Hubo más igualdad en el juego de la que al final reflejó el marcador.
Y llegaría el empate, a balón parado. Minuto 67: una falta a unos 10 metros de la frontal, algo escorada a la derecha del meta carbayón, fue botada por Adrián. Su fuerte tiro acabó en las manos de Sergio, pero el meta fue incapaz de retener la pelota, y se colaría en su portería poniendo el 1-1 en el marcador.
La segunda parte iría pasando entre imprecisiones por ambos equipos y tímidos intentos de acercamiento a la portería visitante a cargo de Jordi, batallador pero hoy sin suerte. Las entradas de Johan y Jairo trataban de dinamizar el ataque oviedista. Trapero por su parte, intentaba lo propio en el Veriña. Pero fue una fase del encuentro en la que las presiones podían con la creación, y el empate que imperaba se antojaba como el resultado más justo, ante los méritos (y deméritos) de ambos equipos.
Pero llegaría la recta final del encuentro, y el R.Oviedo daría dos mazazos definitivos al marcador. A falta de siete minutos para el final, un rechace apurado de Miguel deja el balón dentro de su área en las botas de David, quien sin pensárselo dos veces "fusiló" la meta del Veriña de un potente tiro al segundo palo. El gol volvió a pesar como una losa en las botas de los discípulos de Eraña, y ya con el marcador y el tiempo a favor, una rápida jugada personal de Jairo, internándose por banda derecha terminaría con el definitivo 3-1 de tiro cruzado. Corría el minuto 88, y el partido quedaba visto para sentencia.
Al final, la victoria se quedó en el Requexón, si bien un resultado como el 3-1 del R.Oviedo al Veriña no parece el más justo a tenor de lo visto y lo sucedido. Hubo más igualdad en el juego de la que al final reflejó el marcador.
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