Foto: La nueva España |
Un desierto de incertidumbres y un oasis al que agarrarse. La
celebración de la junta de accionistas, ya sea por vía judicial o por
voluntad del consejo, se presenta como la única realidad en un horizonte
tan oscuro como la labor del consejo de administración en las últimas
temporadas.
Nadie en el club sabe qué ocurrirá en el Oviedo. La
entidad vive una situación de parálisis total sobre el futuro más
inmediato. También ha influido el final de campaña tan inesperado. El
propio Pacheta reconocía, en la última rueda de prensa de esta temporada
previa a un partido, que no era momento de afrontar su futuro. En su
cabeza aún había espacio para la esperanza: Pacheta creía en la
carambola.
Pero lo que ocurra en el banquillo del Oviedo en la
próxima temporada es una de las inquietudes más intrascendentes para el
oviedismo. La labor del entrenador, del director deportivo o los
jugadores se queda en segundo plano ante el futuro inmediato de una
entidad histórica. La subsistencia económica del club se ha demostrado
que es imposible en manos de Alberto González y su inseparable socio,
Ángel Martín Vaca. Los propios dirigentes han reconocido en varias
ocasiones que los presupuestos que han ido fijando en las últimas
temporadas no obedecían a criterios reales, con el fin de lograr un
ascenso que solventara los problemas económicos. El ascenso no ha
llegado y en el camino se han dilapidado demasiados millones de euros.
Con
semejante panorama, el Ayuntamiento, en su papel de segundo máximo
accionista de la entidad, ha entendido que el futuro pasa por otro
máximo responsable. Agustín Iglesias Caunedo está siguiendo una hoja de
ruta con plazos lentos pero seguros. La siguiente fase llegará con la
convocatoria de la junta de accionistas.
Para que ésta tenga
lugar, el Juzgado de lo mercantil número 2 de Oviedo deberá fijar la
fecha para su celebración. El juez Miguel Álvarez Linera ya conoce la
propuesta del Ayuntamiento, representado por Ignacio Álvarez-Buylla. A
los demandantes se les solicitó un lugar en el que celebrar la asamblea
para evitar barullos en las dependencias judiciales. Álvarez-Buylla
propuso el Auditorio y el juez determinará en los próximos días la fecha
exacta de su celebración. El juez señalará fecha con la mayor celeridad
posible, pero debe respetar el plazo mínimo de un mes de información
exigido por la ley para la celebración de juntas de accionistas de las
sociedades anónimas.
Finalizada la participación del Oviedo en la
Liga, la convocatoria de la junta podría llegar también por parte del
consejo de administración. Ángel Martín Vaca, al mando del club desde
que Alberto González se ausentara por problemas personales, explicó al
Ayuntamiento en su momento que la razón por la que no había convocado la
junta era para no desviar la atención de la competición. La razón era
una más a la lista de excusas inverosímiles que el consejero adujo ante
el Consistorio como motivo del ilegal retraso de la convocatoria. Ahora,
con la Liga finalizada, la lógica dice que Martín Vaca debería fijar
una fecha, pero la lógica nunca ha acompañado las decisiones del actual
consejo de administración del Oviedo.
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