Foto: Irma Collin |
Los jugadores del Oviedo mantienen la esperanza de entrar
en la fase de ascenso, aunque reconocen que será complicado por no
depender de ellos mismos. En cualquier caso, coinciden en que deben
lograr la victoria ante el San Sebastián de los Reyes, por si se diera
una derrota del Albacete ante el Coruxo.
El delantero Manu Busto, protagonista del encuentro ante
el Rayo Vallecano B por sus dos goles y la asistencia del tercero, tiene
claro que lo que deben hacer «es entrenar muy fuerte esta semana y
llegar al partido lo mejor posible, con el objetivo de que el Albacete
pierda su partido y que nosotros ganemos el nuestro». En una línea
similar se pronunció Abásolo, que regresó el domingo tras un par de
jornadas fuera de la convocatoria: «sabemos que no dependemos de
nosotros mismos, pero tenemos en mente hacer nuestro trabajo y luego
esperar».
Abásolo reconoce que «es una lástima» encontrarse en esta
situación, ya que se han «desaprovechado muchas oportunidades en los
últimos partidos que nos hubiesen permitido estar ya clasificados para
la promoción de ascenso». No obstante, cree que ahora «no sirve de nada
mirar para atrás. Hay que esperar a ganar en Madrid y ver si luego suena
la flauta».
En la misma línea se pronuncia Manu Busto, quien reitera
que «no vale el pasado, hay que centrar los esfuerzos en ganar al
Sanse». El delantero cántabro reconoce que han fallado «demasiadas
veces» y recuerda que han ido todo el año «a contracorriente. Solo
sumamos un punto en las cuatro primeras jornadas y ese déficit lo acabas
pagando».
Pese a reconocer que «en los momentos claves volvimos a
fallar», Manu Busto se mostró esperanzado en que «aún tengamos el premio
final». Además, aunque reconoce que han hecho «cosas mal», también
considera que se les escaparon partidos «por mala suerte».
A la hora de valorar las posibilidades de que el Albacete
pierda el domingo, Abásolo no es muy optimista. «Es posible que gane el
Coruxo, aunque hay que ser realistas también porque igual el empate les
sirve a los dos equipos», afirma. No obstante, recuerda que «una
victoria del Coruxo ante el Albacete les libraría de jugar la promoción
de descenso y nosotros intentamos ser optimistas».
Finalmente, Manu Busto insiste en que «lo peor de todo es
depender de terceros, pero confiamos en que el Coruxo gane al Albacete y
que por una vez la suerte nos sonría».
Uno de los capitanes Jorge Rodriguez anuncia que «es complicado, pero aún posible». «En el fútbol todo se puede dar. Las opciones son remotas, toca ganar
y esperar», añade. El Oviedo llega a la última jornada con las cuentas
muy claras: debe ganar en San Sebastián de los Reyes y esperar una
derrota del Albacete en Coruxo.
El problema que más
preocupa a los aficionados oviedistas es lo que puede ocurrir en tierras
gallegas. Al Coruxo le podría servir en la última jornada incluso la
derrota. Con el empate, sólo una carambola le dejaría en posición de
promoción de descenso -que ganen Conquense, Alcalá y San Sebastián de
los Reyes y se produzca un cuádruple empate-. Para ello, el Oviedo
debería perder su partido. Por eso las opciones parecen menguar, «El
Albacete tiene todo a favor. Todo pasa por que ganemos nosotros y
esperar a ver qué pasa», comenta Jorge Rodríguez. «Confiamos en que el
Coruxo gane en su casa, porque es un campo complicado. Tenemos amigos en
el Coruxo, toca hablar con ellos y que nos echen una mano», añade.
Al margen de los cálculos, la plantilla azul asume las culpas de la actual situación. Pocos se imaginaban al comienzo de la temporada que el Oviedo pudiera llegar a la última jornada sin depender de sí mismo para alcanzar el cuarto puesto. Tampoco la plantilla. «Ha sido un año difícil, con la asignatura pendiente de los partidos fuera de casa. Hemos desaprovechado demasiadas oportunidades», explica Jorge Rodríguez. «Hemos llegado a la recta final con opciones de estar arriba, pero se nos escaparon demasiadas oportunidades. Alguna derrota debió acabar en empate», agrega. Al menos, los errores de los de arriba conceden al Oviedo una última oportunidad.
Ramon Julio Garcia / El Comercio y Nacho Azparren / La nueva España
Al margen de los cálculos, la plantilla azul asume las culpas de la actual situación. Pocos se imaginaban al comienzo de la temporada que el Oviedo pudiera llegar a la última jornada sin depender de sí mismo para alcanzar el cuarto puesto. Tampoco la plantilla. «Ha sido un año difícil, con la asignatura pendiente de los partidos fuera de casa. Hemos desaprovechado demasiadas oportunidades», explica Jorge Rodríguez. «Hemos llegado a la recta final con opciones de estar arriba, pero se nos escaparon demasiadas oportunidades. Alguna derrota debió acabar en empate», agrega. Al menos, los errores de los de arriba conceden al Oviedo una última oportunidad.
Ramon Julio Garcia / El Comercio y Nacho Azparren / La nueva España
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