Foto: La nueva España |
El protagonista se había encargado de poner las dosis necesarias de
emoción. «La semana que viene aclararé mi futuro», había pronunciado
Pacheta el pasado viernes sobre su posible continuidad en el club azul.
Muchos no entendieron el anuncio. Con el futuro institucional del Oviedo
pendiendo de un hilo, la continuidad del entrenador parecía cuestión
menor. Ayer, Pacheta aclaró poco las cosas. El técnico se limitó a
describir una situación que se intuía: nadie en el club le ha dicho nada
sobre su futuro. El Oviedo ni cuenta ni prescinde de Pacheta. Él
escuchará ofertas.
«Debido a la incertidumbre que rodea en estos
momentos al club, tengo que salir al mercado», comentó el técnico a modo
de presentación. La pregunta era obligada: ¿le ha ofrecido el Oviedo la
renovación? «No. El club no se ha movido. Estoy en la obligación de
buscarme la vida en el mercado. Los profesionales que vivimos de esto
tenemos que valorar todas las opciones posibles y yo lo haré desde
ahora», aclaró Pacheta.
El burgalés, que confiesa no tener aún
sobre la mesa ninguna oferta en firme, no quiere cerrar la puerta del
Oviedo si el club se dirigiera a él con un proyecto sólido. «Nunca
cerraré las puertas a este club. Me voy con la sensación de no haber
acabado lo que iniciamos. Mi valoración va más allá de los 60 o 63
puntos logrados al final y creo que mi labor en el Oviedo ha sido buena,
aunque no excelente», señaló.
La intervención de Pacheta ante los
medios estuvo repleta de mensajes cifrados. El técnico admitió que
habría ciertas cosas que cambiaría «en el funcionamiento día a día de la
entidad», pero no quiso especificar a qué se refería. Sí quiso el
técnico hacer una valoración general de lo que ha supuesto hasta ahora
su paso por el club azul. «Podríamos haber hecho más cosas, está claro.
Hay tres puntos de diferencia entre el éxito y el fracaso, como se ha
calificado el quedarnos fuera de los puestos de play-off, pero sigo
pensando que no es un fracaso porque yo no me siento fracasado»,
analizó.
Mientras analizaba la campaña, Pacheta fue deslizando
algunas de las cosas que le hubiera gustado cambiar en la actual
fisonomía del Oviedo. «El único responsable de haber logrado los 63
puntos soy yo, asumo las culpas, pero los equipos se sujetan de muchos
hilos, si uno de ellos falla al final todo se desmorona. A lo largo de
la temporada han surgido problemas que no hemos podido arreglar y hemos
arreglado otros problemas que no han llegado a pasar. Esos hilos son los
que al final te acaban dando tres puntos más o menos en la competición.
Pero no quiero quitar mi parte de responsabilidad en el resultado
final», señaló.
El técnico puso un ejemplo para que se entendiera
su mensaje: «los hilos que sujetan al Mirandés son siempre positivos.
La derrota no significa un drama para ellos. Hay que estar preparado por
si pasan algunas cosas negativas, siempre hay que estar preparado»,
explicó antes de que se le recordara que el Mirandés es un club con
pocas cosas en común con el Oviedo: «por supuesto que son casos
diferentes. Me refiero a que hay equipos con una perspectiva positiva y,
aun así, no logran el objetivo. Aquí, o vamos todos en la misma línea o
si hay divisiones es muy complicado».
En su despedida sin decir
un adiós definitivo, Pacheta dejó un último espacio para mantener la
esperanza de que en julio pudiera estar entrenando de nuevo al Oviedo:
«si finalmente me llama este club para renovar, tendríamos que sentarnos
y hablar largo y tendido. Al Oviedo lo escucharé siempre. Hay
demasiados aspectos que hay que cambiar, de funcionamiento y del mensaje
que se manda», sentenció.
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