Caunedo: “se nos cerraron más puertas de las que se abrieron”

Foto: Jesús Díaz

«Ha sido un éxito colectivo y el gran ganador de todo esto es el Real Oviedo». Así definió el alcalde de la ciudad, Agustín Iglesias Caunedo, el proceso de ampliación de capital del Real Oviedo, que se culminó con éxito el pasado sábado con la aportación de cuatro millones de euros, dos de los pequeños accionistas y dos del grupo empresarial del magnate mexicano Carlos Slim.

 

En el transcurso de la tertulia de Onda Cero, el alcalde explicó que el éxito se logró gracias al esfuerzo de muchas personas y, a su juicio se demuestra que «cuando toda la sociedad rema en la misma dirección no hay ningún reto que no se pueda alcanzar».

 

Además, el primer edil ovetense destacó que durante las dos semanas que duró el proceso de ampliación de capital se produjo un hecho singular en el que se logró que, «sin importar colores políticos ni nada, fuésemos en la misma dirección». En este sentido hizo especial hincapié en la transparencia con la que los medios de comunicación transmitieron que el club «se la estaba jugando y no era una manera de hablar». Por ello, insistió en agradecer «el esfuerzo de los oviedistas y de toda la sociedad», a la vez que resaltó la importancia de personas que sin ser oviedistas pusieron «su grano de arena».

 

Iglesias Caunedo considera que lo sucedido con el Real Oviedo en los quince días de la ampliación es digno de estudio y bromeó señalando que «en el próximo curso en las escuelas de negocios económicos españolas se estudiará este proceso porque suena a cuento de hadas».

 

Su hoja de ruta

El alcalde, que en su día puso en marcha su denominada hoja de ruta para tratar de salvar al club, reconoció las dificultades que se presentaron en muchos momentos del proceso «que se pudieron gestionar con éxito» y destacó el trabajo de «todo el consejo» y la afición, «que demostró que cuando se trabaja en la misma dirección se pueden conseguir grandes cosas».

 

Iglesias Caunedo también mencionó la participación de los aficionados y recuerda que cuando acudió a las oficinas a comprar acciones «la buena noticia era la cola que había en las oficinas. Había decenas de oviedistas comprando acciones, todos quedamos sorprendidos». No obstante, recuerda las dificultades que se atravesaron en el proceso, porque «los primeros días fueron muy duros. Ha sido una gran experiencia y creo que todos los oviedistas deben estar orgullosos de haber participado en esta gesta».

 

Otro momento difícil que recordó Caunedo fue la búsqueda de un consejo de administración cuando decidió dar el paso de liderar el cambio que permitiera la salida de Control Sport del club. «Se nos cerraron más puertas de las que se nos abrieron y sufrimos para nombrar el consejo de administración. Era complicado encontrar gente dispuesta a jugarse su patrimonio», aseguró. De aquellos días, antes de la junta de accionistas celebrada en julio y en la que el equipo liderado por Toni Fidalgo tomó las riendas del club, recuerda reuniones en el Ayuntamiento con «un equipo variopinto» y destaca la implicación de las peñas, con Hugo López al frente.

 

Lo que no ocultó el alcalde fue su agradecimiento a Quique Pina, de quien, asegura, «se ha portado como un auténtico caballero con el Real Oviedo y con esta ciudad. Creyó en el proyecto cuando nadie creía». 

 

El alcalde bromeó señalando que ahora debe ser decepciónate para un oviedista no poder decir que «ha formado parte de esta gesta, de no disfrutar de estas dos semanas que fueron apasionantes para todos los oviedistas».

 

Agustín Iglesias Caunedo volvió a recordar los riesgos que asumió tomando la iniciativa en el proceso de transformación del club y cómo algunas puertas se le cerraron. «Hubo muchas personas que rechazaron ser parte del consejo y otras que se negaron a apoyar económicamente el proyecto de ampliación», afirmó. No obstante, se queda con el resultado final y con la ayuda de «todos los que estuvieron implicados en el proceso. Es verdad que hubo muchos que no creían en el éxito y con el paso de los días hay personas que se han ido sumando al proyecto».

 

Ramón Julio García / El Comercio