Un alto en el camino sobre el césped del Tartiere. Cuando a las 18.30
horas el balón eche a rodar, quedaran a un lado, suspendidas
momentáneamente todas las exhibiciones reivindicativas de los últimos
días. Todo grito de ayuda sufrirá durante 90 minutos un descanso para
centrarse en la Liga, lo realmente importante en cualquier equipo del
mundo que no sea el Oviedo, donde la lucha lejos del campo en los
últimos años ha cobrado una importancia máxima.
Como a Sarriugarte todo lo que se escape de lo meramente futbolístico no le agrada ha intentado aislar a la plantilla de todo lo que rodeará al encuentro. Difícil tarea en la época de las redes sociales. El rival de esta tarde, el Real Madrid C no parece el rival más cómodo para un partido con extra de motivación. Los jóvenes talentos blancos, como todo equipo filial, son capaces de actuaciones que van desde la brillantez hasta la más marcada de las decepciones en apenas una semana. Queda por comprobar cómo se comportan ante un escenario disfrazado de Primera División para la ocasión.
Los principales problemas del Oviedo, además de saber gestionar el elemento emocional, vienen con las bajas. Baquero estará ausente por lesión y su puesto lo ocupará Mantovani, después de cumplir su partido de sanción. Para la zona de ataque hay más problemas. Busto es baja por problemas de pubis y Señé, aunque se intentó hasta última hora, no podrá participar por la cláusula incluida por el Madrid en su contrato de cesión. El asunto se complica más con la ausencia de Óscar Martínez, al que una elongación en el adductor le hará guardar reposo.
Sarriugarte deberá así hacer algunos retoques a su once. Casares tiene todas las opciones de actuar en la media punta, después de sus buenas prestaciones en esa posición en Zamora, Álvaro también podría seguir en el once después de estrenarse la semana pasada en el Ruta de la Plata. El once que podría usar Sarriugarte esta tarde es el formado por Dani Barrio; Owona, Mantovani, David Fernández y Álvaro; Aitor Sanz y Cerrajería; Xavi Moré, Casares, Aquino; Diego Cervero.
Poco amigo de las distracciones, a Sarriugarte le ha tocado esta
semana trabajo extra en su faceta de entrenador. Las numerosas muestras
de apoyo en todo el mundo y la manifestación de la afición por las
calles de la ciudad en las horas previas al choque amenazan con distraer
a una plantilla que ya de por sí está acostumbrada a hablar de temas
que trascienden más allá de lo estrictamente futbolístico.
Por eso a Sarriugarte se le ve más preocupado que de costumbre, insistiendo en un mensaje nítido en varias ocasiones: hay que saber distinguir los dos ámbitos para evitar problemas mayores. «El Madrid C tiene muy buenos futbolistas, con un punto de calidad y de talento muy llamativo. Son asociativos y generan numerosas ocasiones de gol. Será un rival muy complicado porque tiene jugadores con una tremenda proyección», advierte el técnico. «Necesitamos la victoria porque llevamos muchas semanas muy cerca de entrar en promoción de ascenso y necesitamos los tres puntos para dar ese paso adelante», agregó.
Al técnico vasco nunca le ha gustado mucho hablar de nombres propios. Las bajas en la defensa y la media punta harán que tenga que introducir novedades en el once, pero Sarriugarte prefiere hablar de valores colectivos, de la imagen que el Oviedo quiere dejar a su gente en el Tartiere. «No me preocupa el sistema, sino que desde mi llegada se está viendo un equipo que sale a ganar. El pasado domingo creamos seis ocasiones en apenas media hora y se está viendo un Oviedo que busca dar siempre un paso adelante. Ése debe ser nuestro objetivo ante el Real Madrid C», señala.
Nacho Azparren / La nueva España
Esperemos que no sea el último partido que jugueis,xq seria una gran pena!! =(
ResponderEliminar¿Como quedasteis?
Un saludo