El Oviedo busca el
amparo de su gente para asegurarse ya mismo una posición de privilegio
en el pelotón de los favoritos. El inicio de la competición ha dejado de
momento más razones para el optimismo que motivos de preocupación. Pero
en el fútbol, como en todo deporte, el resultado es al final el que
tiene la última palabra. El Oviedo se enfrenta a uno de esos partidos
que pueden dictaminar hacia dónde va el equipo. Las tan mencionadas
dinámicas o rachas a las que se agarran los conjuntos para dar alguna
explicación a los resultados puede tener un punto de apoyo en la visita
del Ourense (18.30 horas, televisado por la TPA).
Los de Sarriugarte llegan a la cita reforzados en el aspecto anímico. Dos hechos han ayudado a mejorar un ambiente ya de por sí positivo esta campaña. El primero, la victoria en Vallecas. Un cabezazo de Cerrajería cuando el partido agonizaba les dio a los azules la primera victoria lejos de Asturias en los últimos diez meses. La acción fue un oasis en medio de un partido con pocos motivos para ser recordado, uno de esos encuentros anodinos que abundan por Segunda B.
Los tres puntos fueron aprovechados por Sarriugarte para ensalzar algunas de las virtudes de su equipo: la defensa férrea como iniciadora de los éxitos (el Oviedo ha logrado dejar su puerta a cero en 5 de los 7 encuentros ligueros) y aprovechar al máximo sus ocasiones. La máxima rentabilidad está llegando esta temporada a balón parado: 5 de los 10 goles anotados por el Oviedo han llegado en jugadas de estrategia.
El otro aspecto que refuerza la moral de la plantilla es la recuperación de sus últimas piezas en la enfermería. Por primera vez en lo que va de temporada Sarriugarte tiene toda la plantilla a su disposición. Mario Ruyales ha sido el último en recibir el alta médica y esta tarde se sentará en el banquillo del Tartiere en su estreno en una convocatoria del Oviedo.
Pero, al margen del portero, la mejor noticia en el capítulo de lesionados en los últimos días ha sido volver a ver a Xavi Moré vestido de corto sobre un terreno de juego. El pucelano fue el mejor futbolista la campaña pasada, hasta que en una acción desgraciada en Toledo los ligamentos de su rodilla se hicieron pedazos. Ocho meses y medio después, Moré regresó al césped y lo hizo con las mismas buenas sensaciones que está dejando en los partidillos del Requexón todas las semanas desde que el balón echó a rodar en julio. El equipo necesita de un jugador diferente, capaz de desequilibrar el partido en acciones individuales, de esas que suman una cantidad importante de puntos a final de temporada.
Para celebrar la salida de las últimas unidades de la enfermería Sarriugarte ha convocado a toda la plantilla para el partido de esta tarde. Por lo visto en los entrenamientos semanales y lo que se intuye en las declaraciones del entrenador vasco, el Oviedo podría repetir la formación que sacó los tres puntos de Vallecas. El once sería el compuesto por: Dani Barrio; Owona, Mantovani, Baquero, Javi Cantero; Aitor Sanz, Cerrajería; Casares, Manu Busto, Iker Alegre; y Óscar Martínez. Junto a Ruyales como meta suplente parece segura la presencia en la citación de David Fernández, Xavi Moré y Diego Cervero. La última plaza en el banquillo está destinada a otro pivote, con ventaja de Pascual sobre Iván Rubio por lo visto en las últimas listas. La única duda que asaltó en las últimas sesiones, el estado de Owona. que tiene molestias en la rodilla, parece que no será obstáculo para la presencia del camerunés en el lateral derecho de la zaga.
El Ourense se presentará en el Tartiere sin complejos, como la mayoría de los equipos que viajan a un estadio imponente como el municipal ovetense. La única duda de los de Luisito es Jona, su referencia en ataque, que se ha entrenado a menor ritmo durante toda la semana. El conjunto gallego es uno de los combinados que mejor trato de balón tienen en el grupo. Tras un inicio de campaña irregular (una victoria en seis partidos), el Ourense regresó a la senda del triunfo el pasado domingo derrotando al Sporting B (1-0) ante su afición. Luisito, técnico de los gallegos, elogió el nivel de su rival: «es un partido atractivo para todos. Jugar ante un ex equipo de Primera y en un campo como el Tartiere motiva a cualquiera».
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