Foto: DAWLAD (Javier Merino) |
Real Oviedo B: Adrian Torre; Chapi (Borja Granda, min.63), Pablo Suarez, Trabanco, Efren; Jaime Laviana, Coutado, Guzman, Diegui (Belarmino, min.59); Madeira (Jairo Carcaba, min.69), Diego Rúa
CD Covadonga: Gabri; Labrado, Checho, Negredo, Cristian; Jorge (Clemente, min.91), Jaime, Pablo S., Porto; Chamorro (Moi, min.85), Chus (Coque, min.85)
Árbitro: Barbeira Juste (Aviles). Amarilla a los locales Chapi, Coutado, Guzman, Madeira y a los visitantes Labrado, Negredo, Jorge, Pablo S., Chamorro. Expulso al local Guzman y al visitante Porto
Gol: 1-0, minuto 12: Madeira
Climatologia: Nubes y claros con sol, 25ºC
Incidencias: El Requexón I, 300 espectadores
El duelo de equipos ovetenses entre el filial del Real Oviedo y el CD Covadonga prometía ofrecer buen fútbol, y así fue. Prometía intensidad, y así fue. Lo que no prometía y queda en el “debe” de algún indocumentado (bastante entrado en años, por cierto) es la tangana que se produjo con el partido ya finalizado, y que tuvo a César Negredo y su pareja como inmerecidos receptores de insultos graves totalmente fuera de lugar, y no exentos de cierta violencia al final. En casos así, uno se pregunta dónde están las llamadas “Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”, cuya presencia habría sido necesaria. Pero vayamos por partes.
El partido comenzó con la intensidad que se esperaba de dos equipos en alza, dos conjuntos que desarrollan futbol de toque, de técnica, pero también de fuerza. El Covadonga salió dispuesto a imponer su condición de líder invicto, con peligrosas incursiones de Chamorro apoyado por Checho en banda izquierda, ante las que Chapi y el resto de la defensa oviedista debían emplearse a fondo. El juego era vibrante, sin tiempo para tomar aire, con ambos equipos bregando por el control en el centro del campo.
En el minuto 7 Chus tuvo una primera y buena ocasión para adelantar a los de Iván Ania, en una jugada en la que un valiente Adrián (hoy decisivo con sus paradas) había salido de su portería a un rechace. Pero el extremo del Cova prácticamente a portería vacía, no pudo controlar bien, y el balón saló por línea de fondo.
Pero poco después llegaría la jugada del único gol del partido, y caería del lado del filial azul. Falta pegada a la línea de banda en la posición del teórico extremo zurdo del ataque del Vetusta. El balón bombeado llega a Madeira quien, de un salto impecable, manda el balón a la portería de Gabri, adelantándose a la defensa del Cova.
El gol vendría seguido a los tres minutos por otra jugada de ataque del R.Oviedo con Madeira como protagonista; llegó a línea de fondo por banda derecha, centró raso buscando a Rúa, pero el extremo oviedista no llegó a conectar, en una jugada que solo habría requerido empujar el balón a la red. Estos muy buenos minutos del Vetusta no solo no amilanaron al líder, sino que redobló sus esfuerzos intentando entrar por bandas con el peligro constante de Checho y Labrado sacando la pelota desde atrás y buscando sobre todo las entradas siempre peligrosas de Chamorro y Chus.
Con todo, a la defensa del Cova le faltaba ajustar sus líneas, ya que Madeira y Rúa, con el apoyo de los hoy brillantes Coutado y Diegui, ponían las cosas difíciles a la retaguardia de los de Iván Ania y César al llevarse no pocos balones divididos, y entrar por bandas con velocidad y desmarque. A la hora de tapar la salida de balón del Cova, Diegui y Chapi cumplían a la perfección cerrando el paso a las incursiones de Chamorro, Chus o Jaime.
En el minuto 32 de juego llegamos a una jugada clave del partido: Sale el Vetusta con el balón controlado. Falta en el centro del campo, Porto entra con el cuerpo a Diegui, que llevaba el balón. No fue una entrada brusca o violenta, no hubo lesión del atacante oviedista, y quizás una tarjeta amarilla habría sido suficiente, pero el colegiado avilesino Barbeira Juste mostraba la roja directa, con las posteriores protestas del jugador del Covadonga, que dejaba a su equipo con uno menos.
Pero el líder ejerció de líder, y no daba sensación de notar la inferioridad en el campo. Los de Iván Ania seguían con su juego intenso, tapando bien la salida de balón del Vetusta ya desde atrás con el trabajo a destajo de Pablo y Chamorro. Frente a ellos, el filial azul se mostraba ordenado atrás y siempre peligroso cada vez que Diegui o Coutado tenían el balón.
Antes del descanso, registramos una ocasión para cada equipo. Minuto 42, saque de esquina favorable al Cova que bota Jaime y Chus remata de cabeza, parando Adrián con dificultad. Y 3 minutos después, una internada letal de Diegui llevó el balón a Coutado ya en el área. En lugar de engatillar, cambió el balón a su “pierna mala” ya acosado por la defensa del Cova, y su balón llegó a Gabri sin problema.
La segunda parte comenzó con la misma intensidad, tal es así que Adrián, valiente en las salidas como pocos porteros de su juventud, quedó conmocionado en un “choque de trenes” y tardó 6 minutos en recuperarse. No sería el único parón del juego por una salida del portero oviedista, ya que se repetiría a 5 minutos del final, estando otros 3 minutos el juego interrumpido.
Pronto se entró en una fase del juego en el que el Cova no solo no acusaba la inferioridad, sino que jugaba, trenzaba, presionaba y salía con bastante más frescura que el filial. Jaime, Chamorro y Chus estaban jugando muy sueltos, y en cada llegada del líder se veía venir el empate. El Vetusta se mostraba impreciso en la salida de balón, perdiendo la posesión con rapidez. En esta fase del encuentro, los de Palacio solo pudieron ofrecer un carrerón de Coutado por banda izquierda en jugada personal, siendo su tiro rechazado a córner por Negredo con apuros.
Pero había salido Jairo Cárcaba en el minuto 69 por Madeira, y como es costumbre en el chaval, revolucionó el juego de ataque y colaboró en sacar al filial azul del marasmo en el que se había metido. Un contragolpe suyo fulgurante desde el centro del campo acabó en corner ante la presión de un defensa y la salida de Gabri, y una falta cometida sobre el “ex” del TSK Roces fue botada por Coutado con un cañonazo tremendo que pegó en el larguero y salió hacia afuera.
Tras el mencionado parón para atender al siempre valiente portero azul, el partido se alargó hasta el minuto 101, fase final en la que el Cova quemó sus naves sumando al ataque efectivos como el propio César Negredo, lo cual provocó una cierta desprotección de la zaga del líder, que no fue aprovechada por un filial más preocupado por mantener la valiosa renta que por lanzarse a la aventura. Al final, los puntos se quedaron en el Requexón, y el Cova vio frenada una racha impecable, una racha sin duda de equipo grande y con mucho que decir esta temporada. Quizás tanto que decir como el propio R.Oviedo Vetusta.
El partido comenzó con la intensidad que se esperaba de dos equipos en alza, dos conjuntos que desarrollan futbol de toque, de técnica, pero también de fuerza. El Covadonga salió dispuesto a imponer su condición de líder invicto, con peligrosas incursiones de Chamorro apoyado por Checho en banda izquierda, ante las que Chapi y el resto de la defensa oviedista debían emplearse a fondo. El juego era vibrante, sin tiempo para tomar aire, con ambos equipos bregando por el control en el centro del campo.
En el minuto 7 Chus tuvo una primera y buena ocasión para adelantar a los de Iván Ania, en una jugada en la que un valiente Adrián (hoy decisivo con sus paradas) había salido de su portería a un rechace. Pero el extremo del Cova prácticamente a portería vacía, no pudo controlar bien, y el balón saló por línea de fondo.
Pero poco después llegaría la jugada del único gol del partido, y caería del lado del filial azul. Falta pegada a la línea de banda en la posición del teórico extremo zurdo del ataque del Vetusta. El balón bombeado llega a Madeira quien, de un salto impecable, manda el balón a la portería de Gabri, adelantándose a la defensa del Cova.
El gol vendría seguido a los tres minutos por otra jugada de ataque del R.Oviedo con Madeira como protagonista; llegó a línea de fondo por banda derecha, centró raso buscando a Rúa, pero el extremo oviedista no llegó a conectar, en una jugada que solo habría requerido empujar el balón a la red. Estos muy buenos minutos del Vetusta no solo no amilanaron al líder, sino que redobló sus esfuerzos intentando entrar por bandas con el peligro constante de Checho y Labrado sacando la pelota desde atrás y buscando sobre todo las entradas siempre peligrosas de Chamorro y Chus.
Con todo, a la defensa del Cova le faltaba ajustar sus líneas, ya que Madeira y Rúa, con el apoyo de los hoy brillantes Coutado y Diegui, ponían las cosas difíciles a la retaguardia de los de Iván Ania y César al llevarse no pocos balones divididos, y entrar por bandas con velocidad y desmarque. A la hora de tapar la salida de balón del Cova, Diegui y Chapi cumplían a la perfección cerrando el paso a las incursiones de Chamorro, Chus o Jaime.
En el minuto 32 de juego llegamos a una jugada clave del partido: Sale el Vetusta con el balón controlado. Falta en el centro del campo, Porto entra con el cuerpo a Diegui, que llevaba el balón. No fue una entrada brusca o violenta, no hubo lesión del atacante oviedista, y quizás una tarjeta amarilla habría sido suficiente, pero el colegiado avilesino Barbeira Juste mostraba la roja directa, con las posteriores protestas del jugador del Covadonga, que dejaba a su equipo con uno menos.
Pero el líder ejerció de líder, y no daba sensación de notar la inferioridad en el campo. Los de Iván Ania seguían con su juego intenso, tapando bien la salida de balón del Vetusta ya desde atrás con el trabajo a destajo de Pablo y Chamorro. Frente a ellos, el filial azul se mostraba ordenado atrás y siempre peligroso cada vez que Diegui o Coutado tenían el balón.
Antes del descanso, registramos una ocasión para cada equipo. Minuto 42, saque de esquina favorable al Cova que bota Jaime y Chus remata de cabeza, parando Adrián con dificultad. Y 3 minutos después, una internada letal de Diegui llevó el balón a Coutado ya en el área. En lugar de engatillar, cambió el balón a su “pierna mala” ya acosado por la defensa del Cova, y su balón llegó a Gabri sin problema.
La segunda parte comenzó con la misma intensidad, tal es así que Adrián, valiente en las salidas como pocos porteros de su juventud, quedó conmocionado en un “choque de trenes” y tardó 6 minutos en recuperarse. No sería el único parón del juego por una salida del portero oviedista, ya que se repetiría a 5 minutos del final, estando otros 3 minutos el juego interrumpido.
Pronto se entró en una fase del juego en el que el Cova no solo no acusaba la inferioridad, sino que jugaba, trenzaba, presionaba y salía con bastante más frescura que el filial. Jaime, Chamorro y Chus estaban jugando muy sueltos, y en cada llegada del líder se veía venir el empate. El Vetusta se mostraba impreciso en la salida de balón, perdiendo la posesión con rapidez. En esta fase del encuentro, los de Palacio solo pudieron ofrecer un carrerón de Coutado por banda izquierda en jugada personal, siendo su tiro rechazado a córner por Negredo con apuros.
Pero había salido Jairo Cárcaba en el minuto 69 por Madeira, y como es costumbre en el chaval, revolucionó el juego de ataque y colaboró en sacar al filial azul del marasmo en el que se había metido. Un contragolpe suyo fulgurante desde el centro del campo acabó en corner ante la presión de un defensa y la salida de Gabri, y una falta cometida sobre el “ex” del TSK Roces fue botada por Coutado con un cañonazo tremendo que pegó en el larguero y salió hacia afuera.
Tras el mencionado parón para atender al siempre valiente portero azul, el partido se alargó hasta el minuto 101, fase final en la que el Cova quemó sus naves sumando al ataque efectivos como el propio César Negredo, lo cual provocó una cierta desprotección de la zaga del líder, que no fue aprovechada por un filial más preocupado por mantener la valiosa renta que por lanzarse a la aventura. Al final, los puntos se quedaron en el Requexón, y el Cova vio frenada una racha impecable, una racha sin duda de equipo grande y con mucho que decir esta temporada. Quizás tanto que decir como el propio R.Oviedo Vetusta.
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